Hay
lugares inhóspitos que los tenemos muy cerca, son desiertos que se encuentran
en las calles de nuestras ciudades. En las dunas cambiantes habitan algunos
seres desdentados que hablan solos en las encrucijadas, dialogan con escorpiones
y alacranes. Soledad y estrépito en las plazas abandonadas, donde los buitres de
vuelo perdido van al acecho de los cadáveres de los caminantes, aquellos que
osaron emprender la travesía.
Los
oasis son cada vez más exiguos y los dátiles de sus palmeras han perdido el
dulzor. El rumor de las aguas se hace inaudible.
Abandono
el bullicio y durante unos días buscaré oasis frondosos, más allá del
simbolismo de los balcones, lejos de celadas y lazos que atan más que unen.
Me
voy durante una temporadita al desierto traslaticio, donde la alusión se halla
sepultada por las arenas.
Qué sosiego alejarte de esta bruma sombría que trenzan los colgajos. Dunas y cielo claro, y un silencio que es un tesoro para clamar la mente. Buen viaje y buen desierto, amigo.
ResponderEliminarAbrazos
Metáfora: Y aquí nos dejas, sorteando nuestros paseos, corriendo también el riesgo de ser pasto de otros desdentados, pero sabedores de que hay gentes como nosotros entre las que nos buscamos. El ruido es más distante y de otra clase, pero uno teme también el silencio de quienes no se expresan porque no tienen opinión y se agazapan en oscuras indefiniciones. Uno busca el oasis desde dentro de sí y en asociación con quienes quieran compartirlo. Nadie crea ya oasis ni regala frutos ni proporciona espacios mansos para otros. Uno no tiene intención de ser pasto de buitres, para lo cual hay que observar su vuelo y no ofrecerles cadáveres antes de tiempo.
ResponderEliminarNo metáfora: Entiendo que ahí tenéis que estar hartos, y cierro la no metáfora.
La lectura sigue proporcionando rincones y refugio e, insisto, creo en ciertas gentes, en individuos irreductibles con los que compartir la pasión del pensamiento, en un tiempo y un mundo donde se cultiva escasamente.
Salud y feliz temporadita.
Siempre estarás, aunque marches.
ResponderEliminarSalut
Si te marchas, ¿quién me repudiará ahora? Es irrelevante que no te guste contestarme, viajero. Vosotros cuatro sois geniales escribiendo. Vuelve pronto y entre tanto: Buen trayecto.
ResponderEliminarLos hay desdentados, pero también desorejados, desnortados, descerebrados... Dichoso tú que puedes alejarte de todo esto, disfrutando de la soledad buscada, huyendo del mundanal ruido, buscando la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido...
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Me encanta que estés
ResponderEliminarPero está bien un me voy de vez encuando, no?
Siempre te extraño.
Igual siempre estoy aunque no esté
Abrazo grande
El descanso es bueno, saludable y necesario, pero no enmudezcas durante mucho tiempo; tienes muchas cosas buenas que compartir, amigo Francesc.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Un abrazo