Joan-Pere
Viladecans, 1998
El mal de Arcadia
Fueron
unas naves que, con sus velas hinchadas por el gregal, nos trajeron la
perfección del Dodecaneso y aquí, entre olivos, aún resuenan las voces de
Simónides y de Anacreonte.
Este
minúsculo paraíso, como un jardín que la naturaleza desordena, me ofrece el
aroma del mirto y algunos frutos jugosos.
A
la sombra del álamo temblón espero que pasen las fiestas de las Tesmoforias y
nada más espero. Me basta un orden sereno y me conformo con la estricta
dependencia de la materia. En ella encuentro la única evolución que todos hemos
comprendido.
Más
allá del límite de los olivos hay unos paisajes disipados y unas nieblas que
sedujeron a Hölderlin.
Más
lejos, donde tampoco crece el aceituno, unas flores de loto dieron color a los
versos de la dinastía Ming y aquí, con el viento persistente, que nos produce
un leve dolor de cabeza, las flores sencillas del jardín y las plantas
aromáticas que crecen entre el roquedal me embelesan.
(traducción al español del original en catalán de El mal d'Arcadia del libro Jardí Ardent)
Libro más que recomendable, pues su lectura te trasmite paz.
ResponderEliminarPD: Me gusta mucho el cuadro que has puesto.
Salut
Gracias Miquel, Jardí Ardent es un libro el que trabajé y corregí mucho.
EliminarSalud
Un fragmento de gran belleza y delicada prosa.
ResponderEliminarSalud.
Amigo Pitt, celebro que te haya gustado.
EliminarAbrazos
Bella estampa de casas encaladas y el mar azul de fondo. En la mesa, aceitunas y queso fresco de cabra. Y un buen vino de la tierra.
ResponderEliminarSaludos, Francesc.
Amigo Cayetano, es la estampa de un paisaje plácido, con aromas y sabores conocidos, tú has nombrado algunos, son una delicia.
EliminarSalud
Gracias por llevarnos a paraísos de ensueño.
ResponderEliminarAbrazo
Amigo Luis Antonio, es un paraíso cercano y antiguo que ha formado nuestro caracter.
EliminarAbrazos
Gracias por este fragmento de texto, Francesc. Y más lejos, fuimos virtualmente a la India. Gracias por sumarte a mis festejos y gracias por tus afectuosas felicitaciones. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarAmiga Myriam, estoy encantado de visitar tu blog. Por él viajas a paraísos que están más allá del límite de los olivos.
EliminarSaludos
Esta parte me suena, y por muchas veces que se lea, siempre tiene esa frescura de las palabras que definen ese paisaje.
ResponderEliminarLa belleza es: para unos ojos acostumbrados a ver lo fea que es la materia sujeta a los cambios en el tiempo, pero la sensibilidad, logra sacar lo mejor de ella.-Siempre digo, que un mal traductor puede ser un traidor, y un buen traductor es lo más.¡Te felicito!
Un abrazo
Amiga Bertha, los aires del Dodecaneso, la perfección de aquella luz y este mar antiguo que nos comunica guardan la belleza que todos amamos.
EliminarAbrazos
Qué suerte, Jardí Ardent lo tengo aquí cerquita, siempre a mano para releerlo. Gracias.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias Marga. Quise reflejar en Jardí Ardent todas las emociones que me producía la belleza del paisaje dominado por el hombre.
EliminarAbrazos