Frederick Blumenstein (1940). Franz Kline
El mundo editorial de Estados Unidos parece recuperar el nihil obstat. Dan el visto bueno a una publicación incluyendo, junto al título de la obra, algún tipo de advertencia sobre el contenido que pueda molestar al lector.
Estas notas son las llamadas trigger warnings. Se trata de unas excusas que pretenden exculpar al autor de una posible identificación del mismo con los personajes que aparecen en el texto.
Son excusas pueriles y ridículas del tipo: “algunas de las expresiones proferidas por los personajes de este texto obedecen al contexto y a la época en que se desarrolla la historia, y no reflejan en absoluto la opinión del autor”.
Son muestras de la incultura tremenda que invade las aulas, los medios de comunicación y la sociedad entera.
Me viene a la mente aquello que decía Dostoievski:
Las personas inteligentes tendrán prohibido hacer cualquier tipo de reflexión para no ofender a los imbéciles.
Esta imbecilidad de niñatos va configurando un "movimiento anticultural" del que nos habla la periodista italiana Costanza Rizzacasa en su libro La cultura de la cancelación en Estados Unidos.
La cancelación de la que nos habla Rizzacasa supone una sustitución de la libertad creativa por la frivolidad de las palabras inventadas, por el eufemismo ramplón y en definitiva, por la idiotez de lo políticamente correcto.
La cultura occidental que hemos desarrollado bajo las premisas de la Ilustración y el racionalismo, queda bajo una sospecha tal, que hasta el clasicismo greco-latino, es atacado porque supone, según los sensitive reader intolerantes, una supremacía de la raza blanca y el colonialismo.
La llamada "cultura de la cancelación" evita el debate y la confrontación de ideas, ya que los canceladores no quieren hablar, “no sienten la necesidad de exponer su posición, sino que están convencidos de que la suya es la única correcta”.
No es nuevo,
ResponderEliminarlamentablemente.
En efecto, Orlando, no es nuevo, aquí también hemos tenido un Torquemada.
EliminarSaludos
Este revisionismo woke aflige a toda una concepción cultural que es descalificada por los más inanes motivos. Claro que cada época ha tenido sus circunstancias y que no necesariamente tiene que coincidir con nuestro presente. Todo eso lo sabemos cuando leemos una obra literaria ambientada en otra época. No somos tontos. De ahí el interés que tiene leer libros de otros contextos históricos, para aprender, para conocer otros modos de vida, otros registros lingüísticos y literarios, sociales y morales. En ese diálogo con otros tiempos está la grandeza de la buena literatura. Pero de ahí a tener que advertir en la portada que la obra no se ajusta al presentismo absoluto de nuestra época, va un océano.
ResponderEliminarEl otro día leía un artículo sobre la creciente idiotización de nuestra sociedad de un modo imparable. Esto es una muestra palpable. He leído otro artículo que hablaba de que el próximo papa tiene que comunicarse por tik tok con los jóvenes y señalaba a un prelado filipino que es experto en redes sociales y ha publicado vídeos cantando canciones de John Lennon. Avisados estamos.
Un abrazo.
Amigo Joselu, está clarísimo que no debemos juzgar situaciones de otros tiempos con la moral actual, hacerlo es dar muestra de una incultura tremenda. La lectura de la literatura de otros tiempos y otros espacios nos abre la visión. Con el conocimiento de la historia contemplamos que la memez humana y la vanidad recorre el pasado y el presente. Estoy convencido que cuando nos muramos, los que vendrán después harán las mismas cosas que hacemos nosotros, probablemente habrá otras formas de expresión, pero los argumentos serán los mismos de siempre, "nihil novum sub sole". El nuevo papa o cualquier otro personaje, podrá utilizar el tik tok o alguna otra mandanga rutilante, pero el caso es qué cosas hay que decir, pongan la música más o menos adocenada que quieran, tengo poca esperanza.
EliminarAbrazos.
Interesantísima emntrada, Francesc.
ResponderEliminarBajo los eufemismos o bajo aquello de que el autor escribe y en ocasiones no comparte la opinión, aquí todos se lavan las manos.
El compromiso, el rigor, el valor a la verdad y el comentar las cosas sin cortapisas no es lo que impera.
Hoy, mas que nunca, nadie quiere quemarse y todo se posicionan para ver si pueden ser llamados a filas por el ENTE más próximo, a ver si pueden vivir de las rentas sin necesidad de posicionarse cobrando una renta vitalicia, que aunque sea pequeña ya les da para ir tirando.
Salut
Estén ejerciendo una censura pueril, parece que estén dispuestos a eliminar todo pensamiento crítico y convertir la literatura y toda la producción artística en una ludoteca de algodones.
EliminarMe puede mucho las personas que creen que su posición es la única correcta. La frase de Dostoievski es genial.
ResponderEliminarAbrazos.
Amiga Conchi, nos encontramos a muchos engreídos que nos quieren hacer creer que ellos son más que los demás.
EliminarAbrazos.
Lo que pasa es que en todas las facetas, de este mundo, te sitúan te configuran, de inmediato. Sólo que digas dos frases, que escribas cuatro palabras. Debe ser que somos simples, clonicos. De ahí, que tengamos que advertir que no somos, lo que dicen los personajes.
ResponderEliminarHay que ser comedidos, medir muy bien nuestras palabras y nuestros gestos. Enseguida corremos el peligro de que nos sitúen en alguna de las listas.
EliminarParece que la cultura de la cancelación está siendo impulsada también por el gobierno de los USA, que se lo pregunten a las grandes y célebres universidades tradicionales, o a Hollywood.
ResponderEliminarAmigo Paseante, los poderes políticos ejercen censuras, cancelaciones, elaboran listas de afectos y de indeseables y siempre lo han hecho de una manera más o menos burda, ahora parece que hayan inventado la palabra "cancelación" y lo que esto significa y la aplican en USA de manera implacable.
Eliminar
ResponderEliminar¿Sabes lo que ocurre FRANCESC? El wokismo ha dado paso a la teoría de la cancelación y todas estas editoriales con esas “ notitas” lo que pretenden es curarse en salud porque temen ser tachadas ”canceladas” por las hordas de redes y medios informáticos que en muchísimas ocasiones han tumbado empresas, desprestigiado personajes hasta hundirlos y hacerlos desaparecer socialmente, en fin, sobre todo en el mundo anglosajón ha sido sin ninguna duda peor que la inquisición. La idea era que la presión social promoviera la tolerancia y la inclusión en la sociedad de las minorías, por el contrario, lo que se ha desatado en una caza de brujas desnortada donde se atacar a personas, grupos ( editoriales, cadenas, empresas) que tienen opiniones diferentes o contrarias a las creencias predominantes o como tú comentas, estigmatizando obras con criterios tan timoratos y estúpidos, como injustos e improdecentes. Sin embrago, creo que la euforia de este movimiento afortunadamente está pasando, de hecho se dice que uno de los pilares del éxito de Trump fue su oposición frontal al wokismo y ya ves a donde nos está llevando este elemento, al otro extremo.. huyendo de Guatemala, nos hemos ido a guatePEOR.. Los extremos siempre son tóxicos, nocivos… no sé que nos pasa que no salimos de ahí : (
Meeencanta la frase de Dostoievski, lo que no imaginaba este gran escritor es el inmenso poder que tienen hoy en día los imbéciles ; ) Un beso FRANCESC!
Querida María, un puritanismo de la peor calaña está recorriendo los parlamentos, los medios de comunicación y las aulas.
EliminarLa moral mojigata anglosajona está llegando aquí, como llegan las músicas adocenadas del Caribe y se empeñan en que sigamos la memez y la cobardía de la moral calvinista. ¡Cuánta incultura! cómo me gustaría que leyeran a Voltaire o a cualquier otro autor ilustrado, que lo leyeran y que lo entendieran que esta es otra cuestión.
Dostoiesvki es un maestro.
Abrazos mil.