viernes, 30 de mayo de 2025

El Clot

 

dedicado a Miquel Cartisano



De pequeño, en aquel barrio industrial, El Clot, con las chimeneas echando un humo irrespirable, oíamos decir:

Aquest fum ens matará (este humo nos matará)

y otros respondían:

Aquest fum ens dona vida (este humo nos da vida)


Los relojes marcaban las horas de hollín y las sirenas de las fábricas marcaban el ritmo de los turnos laborales.


Las máquinas no se detenían, 24 horas, aquello era un hervidero de trabajo.


Las fábricas no se conocían por el nombre de la empresa sino por el de su dueño, que era el primero en entrar por la mañana y el último en salir, ya cerca del crepúsculo.




lunes, 26 de mayo de 2025

Arquitectura barroca alemana


 Iglesia de peregrinación en Steinhausen (1728-31)

 Dominikus Zimmermann


Galería de los Ancestros, Residenz Múnich. 

François de Cuvilliés 


Veo los espacios interiores de la gran arquitectura barroca alemana y no dejo de pensar en la Reforma que la Iglesia Católica decretó contra el protestantismo.

El ornamento y las filigranas barrocas parecen dispuestas para anular el escaso renacimiento alemán, un estilo que no era, en aquellas tierras, la resurrección del arte clásico sino una tímida renovación de la arquitectura alemana que surgía después del gótico.

El espacio barroco de la arquitectura alemana es delicuescente. Es una escolástica renovada donde las líneas paralelas van retorciéndose, formando recovecos donde el espacio se disuelve.

Las proporciones de los volúmenes barrocos parecen inflamadas, en mi opinión, parecen buscar la trascendencia de las piedras. Las líneas horizontales se mezclan con las verticales con el objeto de provocar la movilidad de la mirada del espectador, esto obliga a retorcer el cuello y a mover los ojos en direcciones opuestas, a veces contradictorias o caprichosas. Creo que el objeto de todo esto es la dar una impresión de algo ilimitado.

Las plantas de los edificios barrocos alemanes presentan geometrías elípticas, octogonales o coronas circulares de donde parten unos paramentos profusamente adornados que contribuyen a la disgregación o descomposición del espacio. Quiero decir que el ornamento, la curva y la contra-curva hacen que no podamos entender la geometría de la planta. Todo parece dar vueltas, se produce una rotación que acentúa un cierto temor de que algo se nos pueda caer encima.

El barroco alemán parece edificado para albergar la heterogeneidad del pensamiento germano, me refiero a las diferentes y tan diversas escuelas de la filosofía que es pergeñaba en las aulas de la universidad de Jena. Los interiores barrocos, con tantas líneas opuestas parecen la expresión de las grandes ideas opuestas que se dan en el pensamiento alemán: folclore-canon, idealismo-naturalismo, anarquía-legalidad, arrebato-cálculo, protestantismo-catolicismo, diversidad-unidad, etc. Antagonismos profundos que quedan impresos en las piedras, en las molduras y en el ornamento.

Creo que la arquitectura barroca alemana se nutre de las contradicciones metafísicas que se discutían en Jena. A veces pienso que las tierras germánicas son propicias al drama psicológico que tanto exasperaba a Nietzsche.

Para quienes quieran saber más sobre la arquitectura barroca alemana, he puesto una lista de algunos arquitectos alemanes, muchas de cuyas obras he visitado:

Abadía de Melk. Jakob Prandtauer


Cosmas Damian Asam y Egid Quirin Asam (hermanos), Desarrollaron una gran actividad a finales del periodo barroco. Se dedicaron también a la pintura (Cosmas Damian) y a la escultura (Egid Quirin).

Dominikus Zimmermann. Destacable su iglesia de peregrinaje de Weis, cerca de Steingarden, de planta elíptica, con paredes estucadas con la técnica italiana de la scagliola que imita el mármol, utilizó en esta iglesia estucos azules y rosa sobre fondos blancos, amarillos y dorados.

François de Cuvilliés, a pesar de su nombre y apellido que parecen franceses y su ascendencia belga, es uno de los más destacados arquitectos del arte rococó alemán, fue autor de las obras los palacios Portia, Frugger y Holnstein. Su obra más destacada es el Pabellón de Amelienburg.

Dientzenhofer era una familia de muy buenos arquitectos -Georg, Christoph, Johann, Johann Leonhardt, Kilian Ignaz,

Matthäus Daniel Pöppelmann, cabe destacar el admirable conjunto de jardines, pabellones y galerías Zwinger, una auténtica genialidad del barroco sajón destinada a la celebración de fiestas.

Joseph Efner fue uno de los iniciadores del rococó en Baviera,

Johann Carl Ludwig Engel fue el arquitecto responsable de la reconstrucción de Helsinki,

Johann Friedrich Eosander, barón de Goethe, militar de origen sueco, proyectó diversos edificios militares.

Friedrich Wilhelm von Erdmannsdorg evolucionó de un barroco sosegado al neoclasicismo.

Johann Michael Fischer construyó 32 iglesias, veintitrés conventos y numerosos palacios, hoy estas cifras son difíciles de comprobar -qué le vamos a hacer- de momento vamos a decir que fue uno de los grandes arquitectos autor de la gran arquitectura religiosa del barroco alemán, destaca su Abadía de Ottobeuren,

Johann Bernhard y Josef Emanuel Fischer von Erlach (padre e hijo), se empeñaron en dar a la arquitectura alemana un carácter propio, lejos de la influencia de la gran arquitectura italiana,

Johann Lukas von Hildebrandt uno de los más grandes exponentes de la arquitectura barroca en Austria. Fue ingeniero del ejército imperial. Construyó los palacios de Göllersforf, Pommersfelden y entre otras obras significativas, cabe señalar la Casa del pájaro que canta,

Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff, noble y militar, admirador de Palladio. su estilo se sitúa entre el rococó y lo versallesco. Utilizó de manera magistral, el orden corintio,

Johann Balthasar Neumann, uno de los grandes arquitectos del barroco alemán. Fue matemático, militar, fundidor de campanas, cohetero, tapicero, pintor. Destaco muy especialmente la Residencia de Würzburg y la iglesia de peregrinación de los Catorce Santos cuya planta es un prodigio del barroco alemán,

Jakob Prandtauer, construyó un gran número de edificios "medio monasterio", "medio palacio" muy del gusto barroco de los abades y soberanos Habsburgos. Es destacable su Abadía de Melk cuya bóveda tiene un intradós primorosamente recargado que nos obliga a retorcer las cervicales,

Maximilian von Welsch, un destacado maestro de la arquitectura barroca, fue ingeniero militar autor de fortificaciones, jardines y edificios para Wärzburg y Bruchsal.

domingo, 25 de mayo de 2025

Coeficiente (cociente) intelectual

 

Idiot III. Erwin Wurm


Un ingeniero amigo mío dice que el coeficiente intelectual (en propiedad debería decirse "cociente" intelectual) indica la capacidad que tiene un individuo para resolver los test de inteligencia, así, sin más. 

Hoy, por lo que indican las estadísticas, el coeficiente (cociente) intelectual de los hombres y mujeres que viven en este mundo está disminuyendo notablemente.

Afirma Ch. Clave, sociólogo y profesor de Estrategia en París, que el coeficiente (cociente) intelectual medio de la población mundial, que  había ido aumentando desde la posguerra hasta finales de los años 90, ahora, en los últimos veinte años, está disminuyendo.

Esta disminución que se constata en los test de inteligencia, contradice el "efecto Flynn" que afirma que el coeficiente (cociente) intelectual de la población crece continuamente año tras año, pues resulta que actualmente el nivel de inteligencia medida disminuye de modo ostensible y principalmente en los países más desarrollados.

Entre las causas que provocan esta caída está el empobrecimiento del lenguaje: reducción del vocabulario, pérdida de capacidad de expresión, escasez de matices lingüísticos, simplificación de los tiempos verbales, etc. El empobrecimiento del lenguaje dificulta la elaboración un pensamiento complejo.

Cuanto más pobre es el lenguaje, más pobre es el pensamiento. Se reducen las reflexiones complejas y la precisión en la expresión de una idea.

Algún socio-lingüista ha demostrado, además, que la pobreza del lenguaje puede relacionarse con la violencia pública y privada, tanto en lo referido a los medios de comunicación como a los comportamientos individuales. 

No entro en estas consideraciones socio-lingüísticas que seguramente tienen que ver con la incapacidad de transmitir determinadas emociones a través del lenguaje. Sabemos, sin embargo, que los regímenes totalitarios han dedicado grandes esfuerzos en poner trabas al pensamiento y para ello se han valido del lenguaje, reduciendo el vocabulario y el sentido de las palabras.

La simplificación de la ortografía, la abolición de los géneros, la reducción de los tiempos verbales, la imprecisión de los adjetivos, la simplificación de los matices expresivos, todo esto que supone un empobrecimiento del lenguaje es también un empobrecimiento de la mente. Y luego salen los test de inteligencia que salen. Sin necesidad de consultar los test de inteligencia, sólo basta ver los resultados de los informes de PISA.

Y si nos atribula la disminución del coeficiente (cociente) intelectual de la población, podemos modificar los test de evaluación, ponerlo todo muy facilón y así se mejoraran los índices. Pues como dice mi amigo ingeniero "el coeficiente (cociente) intelectual indica la capacidad que tiene un individuo para resolver los test de inteligencia", así, sin más.

sábado, 24 de mayo de 2025

La noche estrecha

La nuit étroite (1973) Joan Miró 




La noche estrecha discurría

por las avenidas de mansardas

hasta llegar a la plaza para dar la vuelta.


Los vocablos fueron sometidos

al control implacable del inquisidor

y de los alacranes de abdomen lustroso.


No era un registro de doctrinas, 

era un control de signos y acentos.

Las mentiras engullían las catedrales.


El eterno retorno se debatía,

entre el dolor circular y la nutrición,

engullido por el ouroboros.


El gallo de oro cantaba igual que el año pasado, 

como siempre y sin variaciones 

con su eterna monotonía de plumajes.


Los colores de mayo eran los de siempre,

la brisa tenía el soplo conocido de las espigas, 

y el cuerpo, la fatiga pesada del tiempo.

ç

el Ouroboro de Cleopatra

martes, 20 de mayo de 2025

La superioridad de las acelgas



Soy un urbanita irredento, no me gusta el campo ni me gustan los pueblos de montaña. Por aquellos andurriales, me atacan los mosquitos, el pestazo de las granjas me molesta y muchos pueblerinos me insultan, me llaman "pixapins" (mea pinos). Yo nunca he meado contra un pino y sé de algunos pueblerinos que sí lo hacen y sé, también, que algunos mean contra el viento, luego pasa lo que pasa y el spray no hace distinciones.

Allí en el campo, rodeados por un mar de acelgas, de berenjenas y con la peste de los excrementos de las vacas, los pueblerinos contemplan los dones que Dios les ha proporcionado, suspiran y respiran hondo un aire limpio e incontaminado que huele a estiércol.

La gente de aquellos paisajes de apios y espinacas se sienten diferentes y creen que están por encima de los que vivimos en las ciudades. Dicen que los urbanitas apenas sabemos distinguir un gallo de una gallina y entonces a nosotros, los urbanitas, no nos quedará otro remedio que conformarnos aceptando nuestra incultura sobre la distinción entre las crestas de las gallináceas. Creen que ellos son lo primero y allí, en su terruño bendito, no se puede pedir nada más, porque allí está el principio del bien: el principio de las semillas de tomate, de las judías verdes y el primor de las gallinas felices. Son bucólicos como la flauta del pastor que suena con el balar de las ovejas.

Su carácter es exagerado y su razón es confusa, allí creen tenerlo todo. Se creen superiores y aborrecen al forastero, -aborrecer al forastero se llama xenofobia. Cuando insultan al forastero lo hacen convencidos, apelando a su intimidad supremacista, una intimidad configurada por unas tradiciones viejas que han pasado de padres a hijos sin que mediara la razón.


Quiero dejar claro que hablo en general, siempre hay matices y excepciones honrosas y afirmo con satisfacción, que no en todos los pueblos de montaña he encontrado individuos toscos o zarrapastrosos, añado que entre los viñedos y olivos he encontrado hombres y mujeres cargados de sentido común y buena voluntad. Pero no me gusta que me insulten y que me traten de manera despectiva y supremacista, normalmente yo me comporto con educación y buenas maneras. 

lunes, 19 de mayo de 2025

Las razones de un escéptico que vive por aquí cerca

 



Aunque motivos no le faltan, el escéptico se mira al espejo, hace un esfuerzo, y procura no dejarse llevar por el pesimismo. Es un descreído al que le resbala la colonia cuando se la echa a la cabeza.

El escéptico duda y acierta y cuando intenta hacer alguna reflexión sobre el ser humano acaba burlándose de él.  No cree ni en las sombras y acaba convencido de que  tutto in questo mondo è burla. 

El escéptico sostiene que Diógenes es un exagerado y Prometeo un desengañado. No se los cree.

Por no callar me dice:

Que la gloria no es más que el aroma del amor propio y que arde como una hoguera de estopa.

Que la Verdad (con mayúscula) es un acto de arrogancia.

Que las pátinas sobre el bronce no siempre nos informan de la nobleza del metal.

Que la guillotina se oxidó demasiado pronto.

Que sólo los hipócritas se ponen cínicos.


Y cuando me habla de arte me dice:

Que la naturaleza sigue al arte y las ideologías quedan muy atrás.

Que el verde del musgo imita los colores de Lorenzo Lotto.

Que después del capitel dórico no ha habido más que plagios.

Que hay muchas "antígonas" posibles.

Que las estatuas son más bellas que los cuerpos humanos.

Que el arte tiene más vigor que el conocimiento.


Este descreído relativiza y sospecha que él puede sobrevivir con la tiranía de su incredulidad echándole, eso sí, una conveniente dosis de buen humor.

domingo, 18 de mayo de 2025

Ausencias

 



Mustieles Graham ya no está. Tenía un perrito, un mil razas, que parecía entender los prolongados silencios de su amo. Mustieles hablaba muy bien en catalán y en castellano, era extranjero, nunca me dijo de donde era, tampoco se lo pregunté. Por su aspecto parecía judío.

Joan de Pi Roig se ha ido y no nos dijo adonde se fue. Era más de montaña que de mar. Intransigente con muchas cosas, por ejemplo con la gaseosa y la repostería selecta, decía de estos pastelitos que eran cosas de colonialistas.

Cosme Moret, hace tiempo que no lo veo. La última vez que hablé con él me dijo que aspiraba al silencio. Todo en él era sentido común y complacencia. Daba gusto hablar con él.

Domingo Terol, no estoy seguro, pero creo que murió en su casa de Horta. Era matemático, tenía un perro que se llamaba "Espacio Vectorial", no sé que habrá sido del pobre caniche.

Mundeta Clot no sale de su casa de piedra, ni siquiera visita el taller de marroquinería de su hermano Federico. Un amigo común me ha dicho que Mundeta lo compra todo por internet (pañuelos de celulosa, zapatos, bufandas, fruta, agua mineral, lejía...) y se lo llevan a su casa.

Odette hace mucho tiempo que no se deja ver y no habla con nadie. De vez en cuando recibo alguna carta de ella. Desde su ventana mira el mar y recuerda un tiempo en que fue muy feliz. Le gusta hablar con gente rica, ella lo es. Es culta y le gusta la música de Alessandro Scarlatti.

La nómina de las ausencias siempre está abierta y siempre va creciendo. En ella están: Agustina Canela, Sisqueta Prim, Antoni el tintorero, Dídac Castell, Sole Moreno, Gonçal Escolá, Emili Casas Deulofeu, Júlia Verdés y su amiga la delgadita Mary Granados...

Es triste, la lista se va haciendo demasiado larga.


viernes, 16 de mayo de 2025

Anasztázia Psonkiva y los metales

 



Anasztázia Psonkiva estuvo unos días en Barcelona, cantaba en un coro que vino aquí a dar un par de conciertos. Hablé con ella medio en italiano y medio en no sé qué, el caso es que se hacía entender.

Me dijo que la música la transportaba al futuro, dijo que sería un futuro de metales.

La miré, intentando comprender lo que decía y Anasztázia continuó: nuestras células tendrán la dureza del acero y los úteros quedarán liberados. La liberación de nuestra especie se completará con las conexiones surreales y con los engranajes de la mandrágora mecánica.

Anasztázia Psonkiva dijo que cuando se restablezca el orden, construirá su casa junto al bosque, donde pueda escuchar el murmullo del viento, donde las conexiones aladas y el aroma de la primavera permanezcan inalteradas.

Anasztázia Psonkiva canta muy bien, destacan sus tonos agudos, ella aspira a la estabilidad metálica, no quiere que nada se altere.

Dice que saludará al pájaro matutino y a la materia ordenada según una proporción magnética. Esta será su razón de ser.

Yo creo que la inquietud y obcecación de Anasztázia Psonkiva por los metales le venía de la admiración que sentía por Dmitri Shostakóvich y por Penderecki (ella había cantado La Pasión según San Lucas de Krzysztof Eugeniusz Penderecki).

miércoles, 14 de mayo de 2025

Caminantes

Der Wanderer, 1922. 
Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938)


Ahora un paso, ahora otro, caminar mirando con atención y hacer de la observación un acto creativo, lo hizo el caminante romántico -el Wanderer- y lo hizo el flâneur por las calles de Montparnasse en los años de vértigo.

El Wanderer es de campiñas, el flâneur es de plazas y bulevares.

El Wanderer siempre me recuerda a Schubert paseando por los bosques de Viena - Mayerling viendo saltar la trucha por el riachuelo y me recuerda al misántropo Beethoven.

El flâneur me recuerda el humor taciturno de Erik Satie y sus Gnossiennes sonando en algún café de París.



Caminar para observar y entender la realidad. Gimnasia para la mente y las extremidades.

Grandes caminantes fueron, aquel Nietzsche, maestro que nos explicó cómo son los límites del Bien y del Mal; lo fue Rimbaud, capaz de bajar a los infiernos e injuriar a la Belleza; fue caminante Rousseau, que tenía incontinencia urinaria y mental; también Kant fue un caminante, lo era de mente amplia y pasos cortitos; también Gérard de Nerval que caminaba por la campiña de Valois y aspiraba a ser el mejor de los vagabundos; y también, como no, Hölderlin que quería pasear con los dioses.

El caminante que más me agrada es Epícteto de Hierápolis, el estoico que caminaba sin equipajes.

De los anglosajones no digo nada, porque siempre me los imagino sentados en los sofás de unos aposentos que huelen a abrigos viejos.


Creo que ninguno de los paisajes observados por el Wanderer y por el flâneur cabe en la pantalla del telefoníllo de quienes van por las calles mirando el móvil y tropezando con sus iguales.

domingo, 11 de mayo de 2025

Arte en los países bálticos. Pintura

Capilla del Cementerio del Bosque, Estocolmo. Arquitecto: Erik Gunnar Asplund


Mi interés por el arte de los países bálticos parte de mi admiración por la arquitectura de Alvar Aalto, al que le gustaban las corridas de toros, y por la obra neoclásica de Gunnar Asplund, que construyó un crematorio solemne y lírico a las afueras de Estocolmo. 

Y viene también, y muy especialmente, de la música del estonio Arvo Pärt. 

Son arquitectos y músicos que admiro profundamente.

Este interés me ha llevado a reflexionar sobre la pintura de aquellos países bañados por el mar Báltico, obviando, eso sí, al gran Edvard Munch, cuyo expresionismo gritó por toda Europa, ya que de él ya han hablado otras voces autorizadas que superan con creces mi humilde opinión. También cabe decir que su "Grito" se ha comercializado por todo el mundo, ya sea un grito estampado en camisetas, impreso en carteles publicitarios o utilizado como fondo de pantalla en algunos ordenadores de ejecutivos de Wall Street. 

Los pintores bálticos son crepusculares. Su arte es sereno, va de los abedules hasta los cuerpos celestes que centellean en el espacio. Cielos negros e insondables.

Es un arte para los viejos que conocen los inviernos de centellas blancas. Es un arte para los viejos.

Hablo del siglo XX. La obra pictórica que se da en los países bálticos es a veces nihilista y a veces melancólica.

¡Bah, como en todas partes y como siempre!

Schopenhauer, Kierkegaard y Freud que les queda tan lejos, una lejanía, la de Freud, que los bálticos añoran. Remedios de páginas nocturnas y divanes en la oscuridad sezessionista. Una oscuridad de interiores que los artistas bálticos sustituyen por una oscuridad de cielos y espesura forestal.

La naturaleza del Báltico es inclemente, parece escrutar los sentimientos más íntimos del alma del artista y les reclama un misticismo imposible. Allí las estigmatizadas son de leño y los iluminados son boreales.

Cuerpos abrigados que caminan entre la súplica y la desesperación, entre las campanas de la angustia y las noches largas, muy largas. 

La Parca siempre viste de blanco en las tierras que baña el mar Báltico.

Desde las ventanas pequeñas, los artistas bálticos contemplan la niebla que se extiende sobre los lagos y entre los troncos de los bosques espesos. Su mirada recorre ríos, paisajes de madera vertical, extensiones boreales y el mar, el mar Báltico... por donde navegaba el holandés errante.

El artista quiere ver en el paisaje una metafísica de las sombras que se entremezcla con su visión inicial. Son pinceladas influenciadas por el impresionismo, el expresionismo, el estrépito fauve, el misticismo nabi, el detallismo puntillista y la osadía posimpresionista: un ensamblaje perfecto entre fondo y forma.


Nec mergitur de Ferdynand Ruszczyc (1870-1936)

Buques errantes, bandeados por las olas.



Kristjian Raud (1865-1943) 

 Pintor de constelaciones y doncellas que luchaban por la supervivencia.



 Niña campesina. Janis Valters 

Janis Valters (Johann Walters) (1869-1932) letón que pintaba atmósferas desafiantes de cielos azules y grisáceos sobre figuras que vestían ropas parduzcas.



Paisaje noruego. Konrad Mägi (1878-1925) 

Pintor noruego cuyos colores que añoran la audacia cromática de las aguas meridionales.

Cabeza. Nikolai Triik

Nikolai Triik (1884-1940) pintor estonio a veces malhumorado que pintaba personajes malhumorados.

Nãve. Janis Rozentäls

Janis Rozentäls (1866-1916) pintor letón que se interesó por algunos temas bíblicos, por el paisaje, por el amor, por las pasiones, en fin, por casi todo. Su cromatismo parecía proceder de los cuatro puntos cardinales.

viernes, 9 de mayo de 2025

El hilo

Franz Kline


El hilo del que cuelgan las cosas debe ser muy resistente, todo parece que esté colgando de un hilo y lleva así cientos de años. Su resistencia de aguante es un prodigio.

Pensar que se pueda romper causa una cierta angustia. Es la angustia de vivir, es lo que a cualquier existencialista le causa su nausea particular.

Muchos asuntos públicos y privados llevan años y años colgando, con sus problemas bamboleando sin que se resuelvan.

Confío en la tecnología, creo que será capaz de encontrar un hilo cada vez más resistente, pero los problemas continuarán bamboleando, mostrando su dramatismo y nosotros preocupados de que el hilo se rompa. Temiendo, eso sí, que haya algún descerebrado que corte el hilo.

También la Parca sabe cortar el hilo y lo corta.

martes, 6 de mayo de 2025

Intolerantes y canceladores

Frederick Blumenstein (1940). Franz Kline


El mundo editorial de Estados Unidos parece recuperar el nihil obstat. Dan el visto bueno a una publicación incluyendo, junto al título de la obra, algún tipo de advertencia sobre el contenido que pueda molestar al lector.

Estas notas son las llamadas trigger warnings. Se trata de unas excusas que pretenden exculpar al autor de una posible identificación del mismo con los personajes que aparecen en el texto.

Son excusas pueriles y ridículas del tipo: “algunas de las expresiones proferidas por los personajes de este texto obedecen al contexto y a la época en que se desarrolla la historia, y no reflejan en absoluto la opinión del autor”.

Son muestras de la incultura tremenda que invade las aulas, los medios de comunicación y la sociedad entera.

Me viene a la mente aquello que decía Dostoievski:

Las personas inteligentes tendrán prohibido hacer cualquier tipo de reflexión para no ofender a los imbéciles.

Esta imbecilidad de niñatos va configurando un "movimiento anticultural" del que nos habla la periodista italiana Costanza Rizzacasa en su libro La cultura de la cancelación en Estados Unidos.

La cancelación de la que nos habla Rizzacasa supone una sustitución de la libertad creativa por la frivolidad de las palabras inventadas, por el eufemismo ramplón y en definitiva, por la idiotez de lo políticamente correcto.

La cultura occidental que hemos desarrollado bajo las premisas de la Ilustración y el racionalismo, queda bajo una sospecha tal, que hasta el clasicismo greco-latino, es atacado porque supone, según los sensitive reader intolerantes, una supremacía de la raza blanca y el colonialismo.

La llamada "cultura de la cancelación" evita el debate y la confrontación de ideas, ya que los canceladores no quieren hablar, “no sienten la necesidad de exponer su posición, sino que están convencidos de que la suya es la única correcta”.

lunes, 5 de mayo de 2025

Mosquitas muertas

Dos sujetos medio hundidos en el fango se están dando garrotazos, esta es la imagen de la famosa pintura negra de Goya.


Duelo a garrotazos (1829-1823). Francisco de Goya


Es la representación de una pelea habitual entre unas individuos biliosos que por menos de nada se encienden y la emprenden a palo limpio contra lo que tienen delante.

Es el imperio del arrebato y la sinrazón. La miseria mental y la envidia son la sustancia fangosa donde se hunden los cuerpos exaltados que no atienden a la razón.

Parece que todo se haga a lo bestia en un mundo presidido por lo políticamente correcto, todo polite, emocional y sensiblero. Este parece un país de mosquitas muertas, pero no nos engañemos, más que mosquitas muertas son tábanos de aguijón punzante dispuestos a chupar la sangre de quien convenga. A veces chupan la sangre aunque no convenga.

Bajo el sentimentalismo exacerbado queremos entender y tolerar la venganza, el odio y la animalidad.

Este es el territorio del enfrentamiento permanente y la sensiblería hipócrita.

jueves, 1 de mayo de 2025

Noche surrealista en el boulevard

 

André Breton sumergido en la penumbra 


En la noche de los bulevares

centellea la oscuridad surrealista,

desde París a Aix-en-Provence,

una cartografía de sueños

tan real como las fachadas 

y los cipreses recorre

de Regencós a Montjuïc,

del Empordanet petit

a Empùries y a Port Lligat.


Vous qui ne voyez pas pensez à ceux qui voient.

Así de irreverentes, escupiendo

a la closca pelada del cretins,


Papasseit y Salvador Dalí

salen por ahí, pirulí pirulí,

por el Moll de la Fusta y por el azul de Cadaqués.

Venus de Milo con cajones. Salvador Dalí


Pianos oníricos y sueños blandos

como los relojes, las jirafas

y el desorden en los cajones de la Venus.


Revolución invertida entre los destellos

oscuros de Man Ray y en los ojos heridos

que se han puesto del revés delante del mar.


Claude Cahun, Hans Bellmer, Toyen

y André Masson miran para otro lado,

donde la rosa de los vientos se estremece.


Las constelaciones de Joan Miró

escriben las caligrafías más juiciosas

sobre el cielo de Mont-Roig.

Constellations. Mujer y pájaro - Joan Miró

Dora Maar contempla los colores

que se apagan en el tiempo, en la nube 

de la iniquidad y en la ventana de Max Ernst.


Sobre la arena de una elegía Sumeria,

Cirlot afirma su dodecafonismo

de símbolos y su hegemonía onírica.

Juan Eduardo Cirlot


Joan Brossa descorre el telón


Joan Brosa descorre el telón y se ríe.

René Magritte exhibe itinerarios de pipas,

de sombreros, manzanas y neblinas.

Ceci n'est pas une pipe.


Yves Tanguy puso su pie en el marchapié, 

traspasó el umbral y con Bretón se fue 

al círculo de las contemplaciones borrosas de Kay Sage.

Yves Tanguy. Todavía y siempre 

Kay Sage. Jueves inusual

Con atención miró, pero Tanguy no vio ningún 

buey en el tejado y se embarcó buscando 

a De Chirico por las calles metafísicas del Deseo.


Darius Milhaud vio el buey, él sí que lo vio,

y se embarcó rumbo a Brasil.

Scaramouche, los politonos y Le Bœuf sur le toit.


Todos bailaron. Todo siguió igual:

los prejuicios y los deseos perduran

en las noches de los bulevares.