Soy un urbanita irredento, no me gusta el campo ni me gustan los pueblos de montaña. Por aquellos andurriales, me atacan los mosquitos, el pestazo de las granjas me molesta y muchos pueblerinos me insultan, me llaman "pixapins" (mea pinos). Yo nunca he meado contra un pino y sé de algunos pueblerinos que sí lo hacen y sé, también, que algunos mean contra el viento, luego pasa lo que pasa y el spray no hace distinciones.
Allí en el campo, rodeados por un mar de acelgas, de berenjenas y con la peste de los excrementos de las vacas, los pueblerinos contemplan los dones que Dios les ha proporcionado, suspiran y respiran hondo un aire limpio e incontaminado que huele a estiércol.
La gente de aquellos paisajes de apios y espinacas se sienten diferentes y creen que están por encima de los que vivimos en las ciudades. Dicen que los urbanitas apenas sabemos distinguir un gallo de una gallina y entonces a nosotros, los urbanitas, no nos quedará otro remedio que conformarnos aceptando nuestra incultura sobre la distinción entre las crestas de las gallináceas. Creen que ellos son lo primero y allí, en su terruño bendito, no se puede pedir nada más, porque allí está el principio del bien: el principio de las semillas de tomate, de las judías verdes y el primor de las gallinas felices. Son bucólicos como la flauta del pastor que suena con el balar de las ovejas.
Su carácter es exagerado y su razón es confusa, allí creen tenerlo todo. Se creen superiores y aborrecen al forastero, -aborrecer al forastero se llama xenofobia. Cuando insultan al forastero lo hacen convencidos, apelando a su intimidad supremacista, una intimidad configurada por unas tradiciones viejas que han pasado de padres a hijos sin que mediara la razón.
Quiero dejar claro que hablo en general, siempre hay matices y excepciones honrosas y afirmo con satisfacción, que no en todos los pueblos de montaña he encontrado individuos toscos o zarrapastrosos, añado que entre los viñedos y olivos he encontrado hombres y mujeres cargados de sentido común y buena voluntad. Pero no me gusta que me insulten y que me traten de manera despectiva y supremacista, normalmente yo me comporto con educación y buenas maneras.
jajajajaja¡¡¡
ResponderEliminarCiertamente, debemos de considerar que hay de todo en todos lados.
Es posible que haya habido contra la gente de la ciudad un ataque masivo por parte de las personas, de algún campesino indolente, de aquellos aferrados a su terruño, que no haya aceptado la presencia del urbanita.
Hoy en día no hay gente del campo que no desee que vaya el turismo urbano a su pueblo, deje los dineros por comer una lata de fabada y sus buenos dividendos en el cajón del posadero.
Me has hecho reír ¡¡¡
Un abrazo
Amic Miquel, está claro que tanto en el campo como en la ciudad encontramos de todo.
EliminarAhora en los pueblos hay un ansia loca para atraer turismo urbano, muchas veces, sin embargo, cuando llegan los "urbanitas" los del pueblo se agobian y parece que les molestamos. Puede ser que tarde o temprano, nos pedirán que les hagamos una transferencia por el importe de la estancia y la comida y que no vayamos, ellos con la transferencia ya se contentan y ya se sabe, hay que tener contento a todo el mundo.
Salud.
Haurieu d'anar més pel camp, hi ha molt bona gent als pobles, com a tot arreu. Però us entenc, la Nuri diu d'ella que és més urbana que un semàfor.
ResponderEliminarAmic Puigcarbó, vaig al camp i al cap de onze minuts ja m'he cansat i tinc ganes de marxar.
EliminarSalut.
Mira que ets exagerat, però hi ha certa veritat en les teves paraules.
ResponderEliminarAmiga Ses, sí, sempre, davant la natura ferestega dels camps de bledes y pastanagues, sempre soc exagerat. Aquella pudor de fems i els mosquits em treuen de polleguera.
EliminarAbraçades.
A mí también
ResponderEliminarme hizo gracia,
sobre todo,
lo de meapinos.
Amigo Orlando, mea pinos (pixapins) es un calificativo bastante generalizado con el que nos obsequian a los de la ciudad.
EliminarSalud.
Veraneo en un pueblo de la provincia de Teruel y no se parece casi en nada a la imagen que pintas...
ResponderEliminarSaludos cordiales
Amigo Luis Antonio, está claro que no en todos los pueblos se comportan como lo que he descrito, lo he aclarado en el párrafo final.
EliminarAprovecho para decir que en algunos pueblos de Teruel he encontrado una muy buena acogida, por la zona de Andorra, Albalate del Arzobispo, Ariño, etc.
Salud.