El historiador romano Plinio nos cuenta grandes proezas militares y cómo algunos guerreros, centuriones o generales, agradecían a los dioses las victorias que obtenían.
Nos enseña que el gran Pompeyo, tras haber triunfado sobre varios pueblos de Asia, quiso agradecer a la diosa Minerva sus victorias.
Acabadas las guerras, Pompeyo se dedicó a atropar piedras, amontonarlas y construir con ellas un templo a la diosa e hizo grabar en la puerta del templo una inscripción digna de ser aprobada por los romanos.
La inscripción dice así:
POMPEYO EL GRANDE ·GENERAL·
DESPUÉS DE CONCLUIR UNA GUERRA DE TREINTA AÑOS.
DESPUÉS DE HABER DERROTADO,
HABER PUESTO EN FUGA,
MATADO Y HABER HECHO PRISIONEROS A
DOS MILLONES CIENTO OCHENTA Y TRES MIL HOMBRES.
DESPUÉS DE HABER HUNDIDO O TOMADO
OCHOCIENTOS CUARENTA Y SEIS BARCOS.
DESPUÉS DE HABER SOMETIDO
MIL QUINIENTAS TREINTA Y OCHO
VILLAS Y FORTALEZAS,
DESPUÉS DE HABER SOJUZGADO
TODOS LOS PUEBLOS COMPRENDIDOS ENTRE
EL MAR ROJO Y EL MAR DE AZOV,
SATISFACE ESTE VOTO A
MINERVA
Francesc:
ResponderEliminar2 183 000 muertos/prisioneros, más o menos, por redondear...
No tengo ni idea de los datos de población en aquellos tiempos pero me parece un poco excesivo ¿no?
No sé quién de los dos está más pletórico si la diosa Minerva o Pompeyo...
Salu2.
Amigo Dyhego, yo también creo que los números son exagerados, supongo que el escultor que grabó la inscripción seguía las instrucciones de Pompeyo. No creo que el escultor estuviera dispuesto a contar el número de muertos.
EliminarY supongo que a la diosa Minerva también le daba lo mismo que fueran dos millones más o dos millones menos.
A los que mandan les gustan los grandes números.
Salud
jajaja Tú y yo sabemos que esa inscripción es de tu cosecha, mi querido FRANCESC, aunque efectivamente Pompeyo bien pudiera haberla escrito, como seguramente Netanyahu o Putin o cualquiera de los Sres. de la guerra en honor a sus hazañas bélicas, no sé si con cálculos tan pormenorizados jajaja habría que contratar al CSIC para un estudio estadístico de las bajas jaja eso sí, todos estos más que a Minerva, que era la diosa de la inteligencia y la estrategia, deberían dedicárselos a Marte o aun menor a Hades, el Dios del inframundo porque todos estos lo que quieren es que el infierno se instale aquí arriba, en vez de abajo :) y perdón por mi sui géneris interpretación, sé que me perdonas , un beso y feliz semana!
ResponderEliminarQuerida María, no, no, absolutamente no, la inscripción no es de mi cosecha, está tomada de "Fragmentos sobre la guerra" de mi admirado Paul Henri Thiry, Barón de Holbach; los "fragmentos..." habían sido seleccionados por Emile Girardin en su libro "Le Désatmement Européen"
EliminarEstá claro que estos que mandan presumen de muertos. Los muertos serán los que sean, pero luego vienen otros que se dedican a "cocinar" los números y engañarnos a todos, y entre los que presumen de muertos y los que los "cocinan" los números, está la voluntad de instalar la barbarie en el mundo.
Abrazos mil para esta semana y para las otras que vengan después.
Y todo ello nos lleva a las palabras de Salomón, que casi con mil años de anterioridad, y en el Eclesiastés, dejó escrito aquello de: Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Salut
Sí, Miquel, "vanidad de vanidades..." en este caso es una vanidad de crueldades, grabada en la piedra.
EliminarSalud.
La pomposidad suele caracterizar a muchos "mandamases"...
ResponderEliminarSí, Luis Antonio, pompa y además presumiendo del número de muertos.
EliminarSaludos
A Plinio le gustaba más la literatura épica, o lo que recibiera como prebenda por ella, que la visión de un atardecer de estío apacible a la sombra del Vesubio.
ResponderEliminarSí, Fackel, le gustaba la literatura épica más que la lírica de un volcán en erupción -algo terrible que asusta a cualquiera- , le gustaba la naturaleza fue un gran observador de la geología y la orografía, su obra fue muy influyente en la Revolución Científica del XVI, (Galileo, Bacon). Fue militar, así que no es de extrañar que admirara las proezas de Pompeyo.
EliminarSaludos
Me gusta la cara de Pompeyo, en esa escultura es tremendamente expresiva.
ResponderEliminarLeo que «la campaña de Pompeyo contra los piratas es la fase final de una serie de campañas llevadas a cabo por la República Romana contra ciertas bandas de piratas que infestaban el mediterráneo oriental y causaban estragos a las provincias costeras romanas del este, la campaña duraría cuarenta días bajo el mando del propio Pompeyo en el año 67 a. C». Lo que no sé es si acabó del todo con los piratas; de un modo u otro siguen presentes.
Un abrazo
Amigo GranUribe, por lo que sé, parece que sí, que acabó con los piratas de aquel momento. Luego, siglos más tarde hubo otros piratas, unos de ellos atacaron Ibiza, amenazaron la costa de Torre Valentina y atacaron y Cadaqués. Ahora encontramos piratas en los mares y en tierra adentro.
EliminarAbrazos.
A Pompeyo era mejor tenerlo lejos, visto el inventario de daños y muertes. Su busto, tan poco agraciado, da cuenta de un carácter irascible y temerario. Claro, siempre que el escultor haya sido fidedigno al personaje, que a lo mejor tomó como modelo a un pobre desgraciado. A saber.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Marga, un individuo que va presumiendo de haber causado tantas desgracias y muertes tiene que estar fuera de los confines de este mundo. Los escultores nos han proporcionado un buen número de asesinos petrificados.
EliminarAbrazos.
Es interesante la voluntad de algunos de fijar su historia en piedra...
ResponderEliminarSí, Pedro, y sin escrúpulos lo inscriben en la puerta de su casa presumiendo de su barbarie.
EliminarAbrazos