domingo, 9 de noviembre de 2025

Torre de marfil

 
Vol Augural (1990). Pierre Alechinsky


Llegan los años provectos y una atmósfera cada vez más espesa va inundando nuestros días y nuestras creencias personales.

Los recuerdos y los cambios que vamos contemplando estimulan nuestra mente. La constatación de estos cambios puede producir, en algunos casos, unos efectos adversos; entonces, buscando protección, hay quien decide refugiarse en una torre de marfil complaciente y guarecerse entre los muros buscando una protección de eburno donde construir laberintos de conceptos o ficciones. Por allí, en su soledad, practicará una crítica sistemática que quedará confinada, triste y sola entre los muros íntimos de la torre de marfil.

Son vanas ilusiones del espíritu. Sombras del ocio que oscurecen la visión de la realidad cambiante que discurre a extramuros; realidad, por otra parte, obscena y manipulada: la calle, la arbitrariedad, el cúmulo de errores, el amor de las tres naranjas, el ínclito criminal, el salva-patrias, la viscosidad de la información, las vanidades y las ganas de comer y de aparearse.

A intramuros sólo existe la realidad íntima que conservamos en la memoria.

Mi creencia -que es la de un descreído irredento- no es sino la aceptación más o menos estoica del cambio.

¿Sobre qué estratos se apoyan los cimientos de la torre de marfil?

16 comentarios:

  1. En realidad son formas de evasión porque la realidad es demasiado prosaica y anodina.
    Rubén usaba la imagen luminosa de la princesa que suspiraba con boquita de fresa o la de los cisnes unánimes en su lago de azur. La absenta ayudaba mucho. Algunos poetas malditos como Rimbaud o Baudelaire también tenían para evadirsende la realidad sus propios paraísos artificiales.
    Saludos.

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    1. Amigo Cayetano, la evasión suele producirse porque la realidad no gusta.
      Cada uno construye su torre de marfil con los materiales que tiene a mano y si no los tiene se los inventa: absenta, ritos esotéricos, creencias religiosas, ideologías exacerbadas, partidos políticos, lecturas, música, papiroflexia, etc.
      Salud.

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  2. Me he detenido en la respuesta que has dado a Cayetano. La realidad no gusta, es cierto, salvo raras excepciones en las que algunos están encantados de conocerse, la realidad, ni como somos, nos gusta.
    Por eso intentamos evadirnos e introducirnos en la falsa, en la virtual, tan de moda hoy día.
    Un abrazo

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    1. Miquel, a veces pienso que hay que cambiar la mirada, intentar comprender toda esta intringulis de una realidad que no nos gusta, pero nos lo ponen difícil.
      Salud.

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  3. Le respondes a Miquel que intentas comprender esa realidad que no nos gusta. Como me lo ponen tan dificil a mí también, creo que ya ni siquiera lo intento. Debo de ser de esos de dentro de la torre de marfil, me temo.
    Saludos.

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    1. Sí, Gran Uribe, nos lo ponen muy difícil, la consecuencia es que poco a poco, vamos reduciendo nuestra relación social, amigos pocos pero muy buenos; actividades pocas, pero muy seleccionadas; un cierto esfuerzo por comprender, pero con rigor. Nos queda la música, la lectura y el reducido espacio de contacto con los mejores amigos, aunque sea un espacio virtual como el blog.
      Salud.

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  4. Preguntas q sobre qué estratos se apoyan los cimientos de la torre de marfil ? Quien la construya y construida se esconda en ella, imagino q como la superficie es tan poco solvente deberá instalar unos pilotes para salvar la inseguridad q genera el miedo, la desconfianza, la incredulidad y poder sobrevolarlo para sobre los pilotes construir un sólido armazón de acero y sobre este su torre de marfil, no obstante , creo q a pesar de la fortaleza de los materiales cualquier vibración o movimiento sísmico derribará esa torre, así q no merece la pena el esfuerzo... Mejor invertir ese esfuerzo en aceptar la realidad e intentar adaptarse a los cambios , conservando toda la flexibilidad y ductilidad posible en nuestro interior para q las presiones ejercidas extramuros no nos quiebren ( si he dicho alguna barbaridad me perdonas , de materiales tú sabes infinitamente más q yo ; ) Un beso FRANCESC...me encantan los acertijos mentales en los q nos meten tus textos, aunq nunca consigamos desentrañarlos ; )
    Feliz semana !

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    1. Querida María, si queremos que nuestro escondrijo -ya sea de marfil o de adobe- se mantenga más o menos estabilizado deberemos fundamentarlo con pilotes tal como tú dices, sí pilotes de hormigón que transmitan la fuerza de la desgracia sobre unos estratos firmes. Nuestros estratos son la experiencia, el recuerdo de las horas placenteras, el amor de los seres queridos, la amistad, la música, el conocimiento que nos ha proporcionado la lectura, las horas de estudio..., aún así debemos ser conscientes de que la mala baba cósmica, la fuerza brutal que nos manda la "madrecita naturaleza" (terremotos, inundaciones, huracanes y toda esta desgracia) y ser conscientes de que vivimos en unos tiempos líquidos que se mueven. Sobre las crestas de estas olas en movimiento lo más probable es que todo se menee y vayamos a la deriva, así que la solución que propones es muy buena: adaptación, adaptación y adaptación al meneo.
      No has dicho ninguna barbaridad constructiva, yo sobre los pilotes colocaría una losa de hormigón, resiste mejor los esfuerzos de flexión que el acero.
      Abrazos mil.

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  5. Mala vejez la de aquel que se aísla del mundo...

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    1. Amigo Pedro, conozco a más de cuatro que prefieren la torre de marfil.
      Salud.

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  6. Más que cambiante, impermanente... de permamente impermanencia...
    Abrazo!!

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    1. Sí, Carlos, estamos en tiempos líquidos como dice Zygmund Bauman.
      Abrazos.

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  7. O simplemente se trata de vivir, cuidando la viña, días tras día; y no es poco.

    De momento uno se aísla si quiere.

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    1. Sí, amigo Fackel, cuidar la viña, que no es poco.
      Cada cual decide, supongo que lo hace según la resistencia de su mente y sus músculos.
      De momento ya me conformo con huir del ruido y la chabacanería.
      Salud.

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  8. Supongo, Francesc, que, a veces, hay que guarecerse en una torre de marfil para escapar de lo feo, de lo odioso, de lo dañino. Aunque sea por unas horas no más.
    Salu2.

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    1. Sí, Dyhego, las circunstancias y el panorama embrutecido nos empujan al aislamiento, procuro huir tanto como puedo de todo este ruido, aunque con alguna cautela y prudencia intento adaptarme a la situación, no es fácil.
      Saludos

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