El rapto de Europa, 1910. Valentin Aleksandrovich Serov
Mantener la razón despierta, ya sea como forma de vida o como una manera de interpretar la realidad, requiere un esfuerzo continuado.
Es cuestión de aplicar la duda razonable, la crítica sistemática, el método científico de análisis y aplicar una economía intelectual que elimine todo el lastre de lo superfluo.
Lo fácil es el eludir todo esfuerzo y acomodarse en la sinrazón.
El método científico funciona mediante la observación sistemática de la realidad, la medición y el análisis, y a continuación, después de un concienzudo proceso de prueba-error- corrección, poder deducir.
Hay errores y de ellos vamos aprendiendo y seguimos.
Nos embarga la duda y seguimos.
Nos esforzamos y seguimos.
Nos asalta la sospecha y seguimos...
Todo esto puede llevarnos a una desconfianza en el futuro y entonces, nos cuestionamos la eficacia de la razón: la percepción y el lenguaje flaquean y trastocamos la realidad por una ficción o acudimos a un "ejercito móvil de metáforas" que diría Nietzsche.
Quienes ceden, se sujetan a la tabla de salvación que les proporciona el instinto. Es, sin embargo, una tabla a la deriva que flota sobre las aguas tempestuosas de la sinrazón. Kant decía que la razón es una isla rodeada de aguas tempestuosas.
La sinrazón pone a nuestro alcance una batería de golosinas intelectuales que atraen y, con su dulzor, atrapan y crean adicción.
Todos estos señuelos son instrumentos de enajenación que el poder utiliza para dominar y mantener sus privilegios.
Y son también unas golosinas que tienen un sabor y un color que nutre a un tipo de arte que se ha deja seducir por las estéticas primitivas, preindustriales o protocristianas cuyos resultados carecen de voluntad de arte y sólo son una expresión acultural a la que acude el artista extenuado por el malestar de la cultura del que nos habla Freud cuando hace alusión a determinadas formas de sensibilidad patológica y de los límites de la racionalidad.
Vienen tiempos, ya han llegado, en que algunos quieren, con la complicidad de muchos, que no sigamos. Pretenden dinamitar el camino con sus golosinas líquidas y visuales de la perversión irracional. La polarización de la que tanto se habla va a impedir dialogar, apoyar, construir. Ya no hay apenas ideas, más bien basura.
ResponderEliminarAmigo Fackel, se ha desplegado un enorme aparato publicitario para meternos las golosinas en el cerebro. Ya habrás notado que últimamente te encuentras la publicidad hasta en la sopa de letras. Es un aparato de engaños, basura y tergiversaciones, no nos dejan tranquilos ni un momento para poder pensar o hablar.
EliminarSalud.
Estimado Francesc,
ResponderEliminarHe leído con detenimiento el texto sobre "Mantener la razón despierta" y, aunque comparto parcialmente su perspectiva, creo que es necesario hacer algunas matizaciones importantes.
El texto defiende la razón como un método para comprender la realidad, destacando la importancia del método científico, la duda razonable y el análisis crítico. Sin embargo, es fundamental recordar que la razón, por sí misma, no es infalible ni inmune a los sesgos humanos.
La trampa de la racionalidad absoluta reside precisamente en su potencial para justificar atrocidades. La historia nos ha demostrado que la razón, cuando se desconecta de la empatía y la compasión, puede convertirse en un instrumento terriblemente destructivo. Los hornos crematorios del Holocausto son el ejemplo más dramático de cómo la "racionalidad científica" puede utilizarse para argumentar la deshumanización y el genocidio.
Contrariamente a la visión del texto, creo que hay formas de conocimiento que trascienden la pura racionalidad. Los animales, como mis queridos gatos Pancho, Sirius y Niebla, poseen una inteligencia y una sensibilidad que no se pueden reducir a ecuaciones o análisis científicos. Su capacidad de conexión, intuición y supervivencia supera con creces muchos de nuestros constructos racionales.
No se trata de rechazar la razón, sino de entenderla como una herramienta entre otras. Las culturas no occidentales, frecuentemente descalificadas por la visión eurocéntrica de la racionalidad, han desarrollado sistemas de conocimiento profundamente complejos y sofisticados que no encajan en los estrechos márgenes del método científico tradicional.
La verdadera sabiduría radica en el equilibrio: usar la razón sin convertirla en un dogma, mantener la mente abierta a otras formas de comprender la realidad, y nunca olvidar nuestra conexión fundamental con el mundo que nos rodea.
Un abrazo
Amigo Joselu, la razón tiene sus trampas. Hemos visto cómo se ha usado la razón para hacer el mal y perfeccionar la barbarie: desarrollo armamentístico, holocausto, checas, agricultura transgénica, perfeccionamientos de los venenos..., con la utilización de razón se han justificado crímenes atroces y totalitarismos.
EliminarLa ciencia no ha explicado aún la complejidad del cerebro humano: los instintos, la intuición y ni siquiera la velocidad con que se elaboran ciertas reacciones intelectuales, por lo menos no lo ha demostrado de forma plausible. Sin embargo, creo que el método científico y el análisis crítico son indispensables para alcanzar la libertad de pensamiento. Me aterroriza pensar en una sociedad dominada por lo irracional, por las "ciencias brujas", la magia, lo esotérico y por la hegemonía de las emociones.
Soy de ciencias y una apasionado por el cálculo más que por el álgebra y he visto que gracias al cálculo se consigue el equilibrio. Antes también se conseguían unos equilibrios maravillosos, pero no nos quepa duda que también calculaban, lo hacían con sistemas no analíticos sino geométricos. He tenido la suerte de conocer el cálculo gráfico, como el que se hacía en tiempos del gótico o cuando se calcularon los pólderes de los Países Bajos y los de los tiempos de Gaudí.
Recuerdo los versos de Petrarca cuando nos advertía de los peligros que nos acechan cuando cruzamos el estrecho entre Escila y Caribdis -dos monstruos terribles-, temía el poeta de perder el arte y la razón.
Peco de eurocéntrico y sé muy poca cosa de lo que ocurre más allá del límite de los olivos, donde dicen que florece el loto y que hay unos poetas que dibujan caligrafías hermosas, o del norte donde la estética de los bosques brumosos ha inspirado a poetas que morían de amor y los músicos componían unas armonías celestiales.
Un abrazo.
Los gatos y la filosofía
ResponderEliminarAquí te dejo una presentación que he preparado sobre un libro que habla de la filosofía de los gatos. Cuando observo a mis gatos, me doy cuenta de que mi racionalidad no es un mecanismo superior que el taoísmo intuitivo de ellos.
Amigo Joselu, me gustan los gatos, admiro su tranquilidad, su capacidad de encontrar la postura más cómoda, su mirada indiferente y su sistema inmunológico.
EliminarAbrazos.
Quizá sea porque yo pienso bastante y actúo más bien poco y tarde, me pone nervioso la gente (tengo algún/a pariente así) que primero actúa y no piensa ni siquiera luego. Cuando una cosa falla y puede haber varias causas, hay quien cambia todos los parámetros de una vez y a ver qué pasa, por si así se soluciona el asunto. Supongo que es más científico ir cambiando de uno en uno y comprobando. De ese modo será más fácil detectar dónde estaá el fallo, digo yo. Pues va a ser que no, "aquí te pillo aquí te mato". Eso me mata.
ResponderEliminarPor otra parte, no conozco a ese barbado sujeto ni a su compañera, disculpa mi ignorancia, pero pertenezco a ninguna Sociedad Teosófica. Tampoco he ido nunca a que me echen las cartas ni doy cancha a los horóscopos, no soy de esos que lo primero que preguntan a otro (era corriente en la época que uno intentaba ligar) de qué signo es. Sí que conozco a Kandinsky, un tipo al que reconozco su mérito pero del que no me gusta todo. Sin embargo, creo que —no sé si te lo proponías— esa acuarela, de las primeras del abstracto, ilustra bien el párrafo que la precede.
Un abrazo
Amigo Gran Uribe, yo creo que actuar antes de pensar es muy peligroso, es muy probable que uno se pegue una torta o le dé una torta a otro sin que haya motivo.
EliminarAplicar el sistema de observación, deducir y actuar y, poco a poco, con la experiencia ir corrigiendo lo que convenga. El sentido común es una herramienta eficaz. Si lo miramos bien, el sentido común es una de las formas más racionales de pensar y actuar, se trata de eliminar lo que no sirve, entender más o menos la realidad cercana y comprender al prójimo.
Amigo mío, si buscas información sobre el barbudo Henry Steel Olcott y la tal Madame Blavatsky del pañuelo en la cabeza, verás que eran dos personajes siniestros que tuvieron una gran influencia en la Europa de principios del siglo XX, desarrollaron una serie de "ciencias brujas" y crearon la Sociedad Teosófica. Si buscas información sobre esta gente, sobre Rudolf Steiner y los que defendían la eugenesia, te vas a caer de espalda. Kandinsky también estuvo, más o menos metido en estos líos, a veces me ha parecido notarlo en su obra.
Abrazos.
Es un poco,
ResponderEliminarel retrato actual.
Sí, amigo Orlando, por esta razón lo he querido poner en el blog.
EliminarSaludos.
Me temo que entramos en una época llena de golosinas.
ResponderEliminarAmigo Pedro, yo creo que algunas de estas golosinas ya nos las ofrecen a precios módicos. Luego, cuando nos tengan enganchados ya las encarecerán, las pondrán a precios desorbitados.
EliminarSaludos.
Inicialmente coincido con lo que expones pues soy partidaria de hacer una reflexión previa basada en la observación y a continuación (no creo en la casualidad) pasar al método de prueba y error. Como tengo bastante paciencia no me importa fallar muchísimas veces, el caso es ir descartando opciones y antes o después dar con la solución.
ResponderEliminarPero a partir de Nietzsche, Kant y la Sociedad Teosófica me pierdo un poco, la verdad. Exactamente ¿Qué es para ti la racionalidad?
Por cierto, he disfrutado mucho de la presentación de Joselu. Aprecio a los gatos como compañeros en el hogar y el decálogo felino es tal cual (no fuerzan nada, no son dados al lamento, se recomponen con facilidad, respetan el espacio ajeno y exigen lo mismo, buscan la paz, no se privan del descanso, son pacientes y van a su aire). Así que no veo mal la idea de extrapolar la filosofía felina al ámbito humano, de hecho hay gestos de mi gata que imito a diario como estirarme cada mañana al despertar o si es posible relajarme 10 minutitos al sol sin pensar ji,ji, todo un acierto inducido por la observación de mi felina.
Abrazo y besos Francesc!!
Querida Ana, yo creo que es indispensable que las cosas las pensemos dos o más veces antes de actuar. Es indispensable valorar racionalmente las consecuencias que todo acto pueda provocar. Valorar el uso de la razón y no dejarse llevar por emociones desmedidas o arrebatamientos, esto es lo que entiendo por racionalidad, aplicación de la razón.
EliminarMe gustan mucho los gatos, son animales muy inteligentes, tienen un sistema inmunológico envidiable, creo que los gatos viven para ser guapos.
Abrazos.
No hay duda de que pensar lo que vas a hacer o decir es fundamental porque tiene consecuencias por pequeñas que sean. En mi caso, el arrebato ha sido mi punto débil durante décadas, lo conozco bien. Y aunque ahí está, poco a poco soy capaz de respirar hondo, serenarme y si me lanzo es aceptando las consecuencias de lo que pueda desencadenar, nada que ver con el arrebato inconsciente de antaño.
EliminarEl filtro de la racionalidad es una herramienta potente, aunque para mí no es la única. Especialmente en las grandes decisiones, esas que nos hacen pensar y repensar, si no llego a verlo claro me guio por mi instinto y no me creerás, pero lo cierto es que no suele fallar. Para mí lo bueno de cumplir décadas es toda la gama de aciertos y descalabros que hemos experimentado, cosechamos todos los retos que con diversas metodologías supimos gestionar. Y es que la vida va de eso, en mi opinión, conocerse a través de nuestros aciertos y errores. También pienso que la emocionalidad es un aviso que te tiene que hacer reflexionar, sobre todo cuando está muy exaltada, entregarse sin más es muy arriesgado. Pero con los pies en la tierra, a veces es bueno permitir que nos aporte eso que nunca nos va a dar la pura racionalidad. Somos duales en muchos aspectos, la gracia está en moverse entre los opuestos sin desgarrarse por el camino.
Y cambiando de tercio, a mí me gustan casi todos los animales, cada uno en su esfera aporta su conocimiento y si tenemos la posibilidad de observarlos podemos aprender algunas cosas de ellos. Durante muchos años los gatos han sido buenos acompañantes en mi vida, son una especie a la que tengo en alta estima ji,ji.
Buena jornada Francesc, besitos!!
Querida Ana, es indispensable pensar antes de actuar, valorar las consecuencias y no dejarse llevar por el arrebato o la emoción desenfrenada.
EliminarEn cuanto al instinto, creo que esto va transformándose con el paso del tiempo, con la experiencia vivida y con la cultura. Diría que a partir de cierta edad tenemos reacciones instintivas transformadas.
No sé si es por mi profesión, pero siempre he evitado el desequilibrio. He sido consciente de qué no me podía equivocar, ya que una equivocación podría traer graves consecuencias. Seguramente esto me ha llevado a echarle un poco de racionalidad al asunto -al asunto que sea- reflexionar y procurar que nada se descalabre. Como tú, creo que somos duales, estamos hechos de razón y emoción y esto hay que equilibrarlo y no dejar que una se sobreponga a la otra.
A mí también me gustan los animales, naturalmente unos más que otros, prefiero ver una gacela que un escorpión, no me gustan las culebras ni las babosas. Un compañero de profesión me dijo que le gustan los animales, que prefiere el rodaballo a la sardina.
A mí, me gustan, especialmente los gatos, creo que viven para ser guapos y lo son, además tienen un sistema inmunitario envidiable. He tenido gatos varias veces, ahora no tengo, pero estoy en contacto permanente con uno precioso y muy bueno.
Un fuerte abrazo.
Hay que tener madera de héroe para alimentarse de continuo con las amarguras de la razón y obviar esas golosinas que tan bien describes.
ResponderEliminarUn abrazo para empezar el año.
Amigo Julio, el uso de la razón requiere un esfuerzo continua, me gusta más hablar de esfuerzo que de amargura y lo de obviar las golosinas de la sinrazón es una cuestión de voluntad.
EliminarUn fuerte abrazo y adelante con este año, te deseo que te resulte muy feliz.
Y tanto, amigo Francesc, son golosinas para tenernos entretenidos discutiendo, sin raciocinio, y enviciados además... sí, meras golosinas se reparten a un lado y al otro... cuidémonos cada cual de ser el cambio que queramos ver en el mundo.
ResponderEliminarSalud
Querida Milena, nos suministran grandes dosis de sinrazón a través de los medios, la educación manipuladora, el mal gusto y la malas maneras, tenemos que protegernos. La música, el buen humor y la amistad nos ayudan a ello.
EliminarSaludos.
Aún sigo intentando combinar razón con emoción a la hora de tomar decisiones, de enfrentar la realidad y de construir esperanzas para un futuro. Un abrazo
ResponderEliminarAmiga Mónica, procuro evitar que la emoción se sobreponga, si bien son necesarias ciertas dosis de ella, prefiero que quede en un segundo plano.
EliminarUn abrazo.
Podría escribir una página entera, somera y creo que con base sobre el tema.
ResponderEliminarHe leído y releído los comentarios, todos con su punto, según mi perspectiva, de acierto, así que no voy a poner nada mío, sino a acotar algo que tú has puesto, Francesc:
En el armario de las golosinas irracionales encontramos la Flor Azul del romanticismo, la inteligencia emocional, las ciencias brujas, lo esotérico, la magia, la superstición, los misticismos religiosos y los misticismos redivivos de Rudolf Steiner o Madame Blavatsky, la teosofía, el espiritismo, las fuerzas primitivas, el arrebato irracional, lo inconsciente, el psicoanálisis, la celebración de la violencia, los nacionalismos, el supremacismo y la eugenesia y los sueños del opio..."
Y aquí es donde quiero acotar; falta el fútbol.
Salut
Querido Miquel, naturalmente que podemos añadir el espectáculo del fútbol como una sinrazón más, atenta contra toda racionalidad, es una forma de enajenación, fomenta el arrebato irracional, la discordia y algunos negocios raros.
EliminarUn fuerte abrazo.
Los puestos de golosinas,son muy llamativos,pero quién ha podido resistirse a sus encantos.De los que indicas,más de uno hoy día aún quitaría el envoltorio y degustaria con placer
ResponderEliminarSaludos
Amigo Car res, yo creo que más de uno ha podido resistirse a los "encantos" edulcorados de la sinrazón. Es una cuestión de voluntad, cálculo, sentido común y reconocimiento del principio de la realidad o por lo menos, de la razón práctica.
EliminarSaludos.
Hombre, creo q es evidente que el mundo racional y empírico , con esfuerzo y método nos aporta el conocimiento de todo lo q dentro de este ámbito podemos conocer y q es mucho y digno de todo respeto, pero llamar "golosinas" irracionales a cuestiones q la propia ciencia ni siquiera cuestiona, no me parece justo, ni lógico y menos viniendo de alguien tan ecuánime como tú...me refiero refiero a tu desprecio por la inteligencia emocional, aceptada por la neurociencia qué ha constatado q las emociones no son solo sentimientos pasajeros, tiene base biológica e incluso se ubica perfectamente la parte del cerebro donde se procesan , en el sistema límbico, por ejemplo, la ira, el miedo y la alegría. En la amígdala, la detección de amenazas y la respuesta de lucha o huida.
ResponderEliminar¿Qué es la inteligencia emocional? Una golosinas...pues no. Te diría q es la capacidad de identificar, comprender y manejar las emociones propias y ajenas, de hecho creo q es importantísimo ser conscientes de nuestras emociones: saber qué estamos sintiendo, por qué, para poder controlarlas, no dejar nos dominen y en última instancia dirigirlas hacia objetivos positivos como empatizar con los demás, única forma de comprender lo q ocurre a los q nos rodean ...Todo esto creo es de vital importancia no sólo para nuestro bienestar, si te todo para la convivencia...así pues, mi querido FRANCESC, te pido por favor q la saques del tarro de las golosinas y la pongas entre las cosas serias y de comer : ) Un beso !
Querida María, estoy contra las "ciencias brujas", contra lo esotérico, contra la magia, contra los curanderos, contra los horóscopos, (ni siquiera sé de qué signo del zodiaco soy, ni me importa) y, en cuanto a la "inteligencia emocional", te aseguro que no la desprecio y sé que los neurólogos hablan de ella e incluso la sitúan en el entramado de neuronas, está bien que investiguen y que lleguen a alguna conclusión plausible. Yo creo que la inteligencia emocional está sobre-valorada, me refiero al enorme marketing que tiene y que hace que se sobreponga la emocionalidad a la racionalidad y esto es lo que rechazo. Lo siguiente que hace este marketing es calificar a las mentes racionales de bichos raros e inhumanos. Dicen que somos fríos y calculadores y me pregunto ¿es malo ser calculador? Tengo claro que si tenemos puentes, trenes y ropa interior de lycra es porque alguien ha calculado alguna cosa, igual que Bach que calculaba o como Miguel Ángel que también calculaba.
EliminarMe parece muy bien conocer las emociones propias y ajenas, creo que es el principio para controlarlas y conseguir evitar arrebatos y ataques de ira.
Abrazos mil.
Totalmente de acuerdo con el título honorífico de "golosinas". Y mucho ojo con ellas que te pueden causar desarreglos mentales y acabar en una diarrea de falsedades y errores abrumante. Blavatsky, Steiner, Teosofía. Una burda copia y reinterpretación de las ideas religiosas del antiguo Vedanta, ahora actualizadas a partir de unas supuestas cartas de unos tales llamados Mahatmas o "Almas Grandes". Misma parafernalia. Nada nuevo bajo el Sol.
EliminarAmigo Ricard los desarreglos mentales y lo esotérico se van renovando, vienen de antiguo y hacen furor en un entorno de incultura y manipulación.
EliminarSalud
Si metemos en el puesto de golosinas el fútbol, añado la música, el teatro, la ópera, la poesía.. Todas ellas han generado en momentos históricos disputas, intereses economicos y violencia. Añado la lectura desenfrenada que al pobre Quijote volvió loco. Me he dejado la pelea entre pintores y escultor es por cambio de gusto del mecenas. Es el humano el que actúa irracional mente, sea del oficio que sea, cuando se ve amenazado sus intereses o al menos lo cree.
ResponderEliminarSaludos
Deduzco, Car res, que colocas en el fútbol en mismo saco, junto con la poesía, la música y otras formas de arte.
EliminarSalud.
En según que jugadas, goles y triunfos,incluso más. Ya sé que no te gusta, pero ver en la grada a familias enteras incluidos peques disfrutando, cantando, no tiene nada de irracional. Que se mueve dinero, claro, porque gusta a muchos, oferta y demanda.
EliminarSaludos
Car res, a mí, los gritos enardecidos y los aspavientos exagerados me parecen formas irracionales de exaltación de la incontinencia emocional.
EliminarLo del dinero en el fútbol lo desconozco bastante.
Saludos.
Me viene a la memoria la frase:" El corazón tiene razones que la razón no entiende"
ResponderEliminarSí, amigo mío, este clásico de Blasie Pascal explica muchas de las cosas que a mí me ocurren.
EliminarSaludos
ResponderEliminarCuando la emoción supera la razón, hay algo que no funciona. Así, «el fútbol no se explica, el fútbol se siente». La respuesta la dan los psicólogos, que tienen bien identificada esta reacción futbolera que, con variaciones en la intensidad, es universal. Y lo es porque el fútbol es un deporte de masas en todas partes. Por ahí empieza la explicación, por la muchedumbre. «Cuando estamos en masa nos dejamos llevar por las emociones, anulamos nuestro juicio crítico. Nos crecemos, nos imitamos... hay un contagio emocional», explica Guillermo Fouce, psicólogo social. Y añade un segundo argumento: «Somos nosotros y ellos. Los buenos contra los malos y en esto, vale todo».
Así que si el árbitro pita en nuestra contra es un 'hijo de...'.
Seguro que al final del partido muchos aficionados reconocen que efectivamente era penalti, pero en el instante en que lo pita estamos en la emoción, tenemos el cerebro en el modo más instintivo, más animal, dejamos de analizar, de pensar, inhibimos los pensamientos racionales y somos más sugestionables.
Miquel, amigo, lo que ocurre con el fútbol creo que muy fácil de explicar: unos gritan y dan rienda suelta al arrebato y otros pegan patadas al balón. Alrededor de esto hay gente que se lo pasa bien, otros que se disgustan y otros que sacan tajada.
EliminarSalud.
Doncs penso que anem cap a un món amb moltes llaminadures, que estan fent que una bona part de gent a las que no els importa molt la raó, (els faria treballar/pensar massa... )i a més es torna contagiós. Desitjo que un dia i que no sigui massa tard, la raó , torni a ser digna per a la humanitat i la veritat, sigui la seva acompanyant.... ens aniria millor, segurament.
ResponderEliminarSalut !.
Artur, el contingut de sucre de les llaminadures les fa ésser addictives, en canvi, la raó demana esforç i constància.
EliminarSalut.
Francesc:
ResponderEliminarsupongo que, como la razón conduce muchas veces a un callejón sin salida, se recurre a esas "golosinas" que nombras porque alivian. Lo malo es cuando uno se atiborra de "golosinas".
Salu2.
Amigo Dyhego la razón requiere estar siempre atento, tanto para alcanzarla como para abandonarla cuando convenga, en esto, juega un papel esencial el sentido común y saber qué cosas nos pueden perjudicar.
EliminarSaludos