Deux jeunes filles (1908). Marie Laurencin
Hacía tiempo que no me veía con mi amigo Cosme Moret, nos vemos una o dos veces al año, nos tomamos un café y hablamos poco. Él es de frases cortas y concisas.
En la mesa de al lado había un joven musculado que se tomó un brebaje de estos energéticos que sirven en lata y los beben a morro, chupando directamente del envase.
Carne de gimnasio -me dijo Cosme Moret refiriéndose al vecino de mesa y añadió- los nuestros son unos tiempos de engreimiento.
Me sorprendió que utilizara el vocablo "engreimiento", Cosme no suele juzgar precipitadamente y suele utilizar calificativos más simples, por ejemplo chulería o fanfarronería.
Enseguida establecí unos parangones:
Zygmunt Bauman: los nuestros son tiempos líquidos
Adolfo Domínguez: los nuestros son unos tiempos arrugados.

No sé debe prejuzgar ,
ResponderEliminartendemos s creer , que
todos los usuarios de
gimnasio son unos
chulitos ,desde luego,
es un estereotipo,ah,
Miquel se encuentra
mejor, un saludo.
En efecto, Orlando, no se debe prejuzgar, mi amigo Cosme Moret no lo hace y ahora me sorprendió, incluso me sorprendió la utilización del vocablo "engreimiento".
EliminarSí, Miquel, está mejor, nos alegramos de ello.
Salud.
En todo caso son tiempos puercos, como lo confirma el consumo de guarrerías como las bebidas energéticas y a morro, directamente del envase, cuando de muchos es sabido que en los almacenes donde se amontonan las latas merodean insectos y roedores. Y casi nadie limpia el bote antes de llevárselo a los morros.
ResponderEliminarAmigo Cayetano, hay mucha guarrería, poco cuidado y mala educación y todo esto luego, tiene consecuencias: epidemias, indigencia mental...
EliminarSalud.
Todos los tiempos tienen sus contratiempos.
ResponderEliminarSalut
Sí, Miquel, es una cuestión de equilibrios.
EliminarSalud.
jajaja pasamos de un filósofo con los tiempos líquidos, a un modisto con los tiempos de la arruga es bella ,a tu amigo Cosme con los tiempos del engreimiento y es verdad q todos estos tiempos confluyen en el presente y me atrevería a decir, q muchos más, por ejemplo, los tiempos de la comida basura, de la digitalización, de la deshumanización e incluso del desmoronamiento anímico y moral...menos mal q siempre nos quedará el arte para refugiarnos mientras todo lo demás muta a cosas raras.. más besos y muy feliz finde largo en estos tiempos además de todo, tremendamente lluviosos , al menos aquí ; )
ResponderEliminarQuerida María, dentro de la diversidad todos caben, filósofos, modistos, gimnastas, equilibristas y cocineros de campanillas.
EliminarMi amigo Cosme es persona muy comedida, me gusta encontrarme con él y charlar un poquito.
Hoy es difícil encontrar un establecimiento que te sirvan con amabilidad y ofrezcan productos de calidad, a mí muchas veces no me entienden y se equivocan, te aseguro que procuro vocalizar y ser claro en la demanda, pero el entendimiento es difícil .
El arte y la razón ayudan bastante, pero son sustancias frágiles que en cualquier momento pueden dañarse o mutar a "cosas raras", nos tocará hacer un esfuerzo para comprenderlas, por mi parte procuraré hacer este esfuerzo.
Abrazos mil.
Más bien de esclavitud a la mirada del otro...
ResponderEliminarAmigo Pedro, son tiempos en los que la prudencia escasea.
EliminarSaludos.
¿Nuestros? No, los tiempos no nos pertenecen. Aunque efectivamente cada vez es más difícil encontrar personas humildes y muy fácil toparse con músculos orgullosos de haberse conocido. Un abrazo, Francesc.
ResponderEliminarAmigo Julio, nosotros formamos parte del tiempo en el que vivimos, unos lo viven de una manera y otros de forma distinta, unos se repanchingan en el sofá y otros van al gimnasio, unos son humildes y otros unos engreídos que presumen de méritos que no tienen.
EliminarAbrazos.
Tengo hasta un hermano de mi esposa (el engreído) y un sobrino (el imitador) que, siendo en principio algo canijos, han desarrollado una musculatura tremenda, fuera de lo común. Quizá tenga sus ventajas de cara a "sentirse bien consigo mismo" y esas bobadas, no lo sé. Pero si sé que tiene algunas ataduras: les obliga a ir en camiseta, aunque haga un frío del carajo, para poder lucir sus músculos. Hasta el punto de, en una navideña reunión familiar, acabar pidiéndome un jersey.
ResponderEliminarEn cuanto al engreimiento de los arquitectos, hubo, hay y habrá muchos así, hayan alcanzado el estatus de "estrella" o sean aspirantes a ello. Sin embargo, viendo la cara de Frank Gehry, que parece un tipo normal, no creo que fuera de ese estilo. Puede que creyera firmemente en que lo que hacía era arquitectura y no fanfarria, pero vete a saber.
Un abrazo.
Amigo Gran Uribe, estos individuos tan musculados corren el peligro de que se les rompa la camiseta en cualquier momento.
EliminarNo he visto arquitectos estrella con camiseta ajustada luciendo músculos.
Ciertamente el aspecto de Frank Gehry es el de un tipo "normal", su arquitectura no es "normal". Es una arquitectura particular y deconstruida.
Si pongo en una balanza las obras de él que me gustan y las que no me gustan, el balance es positivo, es una figura capital del deconstructivismo y esto cuenta.
Salud.
Los valores humanos van moviéndose, incluso diría que responden a modas -como las arrugas en el lino ;) Antes se apreciaba mucho más la humildad, la discreción, la prudencia... Ahora se estila más el estar engreído (y el gimnasio ayuda a ello), ir arrasando, ser líder, chuletón o chuletona :D son modas de ser, de estar, de comportamientos que también pasarán... De todas formas, con las aplicaciones sociales y todos presumiendo aquí y allá, esto se va a sostener poco, demasiados alardes se ven...
ResponderEliminarEl ideal está en el justo medio, creo.
Buen lunes, Francesc, un abrazo
Querida Milena, cambian los valores, cambian los tiempos y nosotros a seguir el ritmo y adaptarnos al cambio. Aún así y procurando la adaptación, me cuesta entender ciertos comportamientos de falta de higiene como beber a morro chupando de una lata, me cuesta entender los malos modos y el ajetreo gratuito y sin sentido.
EliminarAbrazos.
Francesc:
ResponderEliminarsupongo que los jóvenes son siempre iguales. Procuro no caer en la tentación de ¡ah, los jóvenes de ahora!
Salu2.
Amigo Dyhego, creo que una característica general de los jóvenes de casi todas las generaciones es que quieren cambiar el mundo, algunos lo remueven y luego resulta que todo va siguiendo más o menos igual, lo decía Tomasi di Lampedusa: vamos a cambiarlo todo para que todo siga igual.
EliminarCada generación elabora unos ciertos tipos, unas ciertas formas de moverse y de hablar, sí, absolutamente sí, lo admito mientras reclamo un poco más de higiene y no beber a morro, chupando de la lata, esto es una guarrada.
Saludos