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sábado, 15 de enero de 2011

Dalt del cloquer

Dret al costat de les velles campanes,
dalt del cloquer,
cerco l’indret d’observació correcte
per contemplar
la llum precisa de l’alba i de l’ocàs.

Les matinades i les postes de sol,
moltes vegades,
desorienten l’incaut que les contempla
amb fantasies
estèrils que el menen al despropòsit.
Moltes vegades,
disposen l’ànim, el giren i el fan creure
en ficcions
fèrtils que el porten per les riques arcàdies,
en aquest cas,
un perill brusc pot menar-lo al deliri.


-------- traducción al castellano -------


De pie al lado de las viejas campanas,
en lo alto del campanario,
busco el lugar de observación correcto
para contemplar
la luz precisa del alba y del ocaso.

Las madrugadas y las puestas de sol,
muchas veces,
desorientan al incauto que las contempla
con fantasías
estériles que lo conducen al despropósito.
Otras veces,
disponen el ánimo, lo giran y le hacen creer
en ficciones
fértiles que lo llevan por ricas arcadias.
En este caso,
un peligro brusco puede conducirnos al delirio.

2 comentarios:

  1. y se repite en mi cabeza, despropósito aunque sea infértil y peligro y delirio, y un canal de agua con alucinógenos... imagino abandonarse allí y ver qué puede quedar entonces de lo humano o del ocaso...

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  2. Lo que pasa, Concepto-aparte, es que no siempre nos permiten acceder a lo alto, ni situarnos al lado de los bronces. Cuando el alba nos envía sus luces equívocas, los palacios proyectan sombras demasiado alargadas y a medida que el día avanza las sombras se hacen más cortas, igual que el futuro.

    Salud

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