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lunes, 8 de diciembre de 2025

Cautela

 

Cuando intento conocerme a mí mismo -algo que se me ocurre muy pocas veces- y si insisto y quiero transitar por mi interior, ya sé que tengo que hacerlo con cautela y perfectamente armado hasta los dientes.

Desconfío. Sé que no hay nada más profundo que la piel. Estoy casi convencido que detrás de ella sólo hay la oscuridad de las radiografías o de las biopsias.

A pesar de la desconfianza, obstinadamente sigo, pues así lo recomendaban los clásicos y así lo grabaron en la piedra del pronaos del templo de Apolo en Delfos:

gnóthi seautón (conócete a ti mismo) 

Sigo y para no tropezar, voy entrando a paso lento, más o menos como debían ser los pasos de François Couperin. 

Siempre he creído que la interioridad es una cosa oscura que requiere prudencia, ¡Qué Metis me acompañe!

Voy armado hasta los dientes.

18 comentarios:

  1. Es inevitable, hay que saber adentrarse para asomar... Y también antes animarse!!
    Abrazo!!

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    1. Sí Carlos, hay que echarle ánimos y precaución. Los interiores siempre son peligrosos.
      Abrazos

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  2. Huyo de aquel que me dice que "se conoce muy bien". Se que o me miente o se engaña, y si se engaña se miente a si mismo. Nadie se conoce en profundidad. Nadie. Todos somos proclives a las más altas acciones y a las vilezas mas deleznables.
    Ojalá nunca me haya de tropezar con el anillo de Giges.
    Un abrazo

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    1. Miquel, hay sujetos que creen conocerlo todo, lo de dentro, lo de afuera, toda la realidad, la verdad de "tot plegat" y las profundidades de la moral, su cabeza tiene que ser muy grande para que quepa todo en ella. Lo mejor que podemos hacer, cuando nos topamos con uno de estos individuos, es marchar corriendo y protegiéndonos la cartera.
      Estoy de acuerdo contigo: "todos somos proclives..."
      Un anillo puede ser un artilugio para cometer tropelías.
      Salud.

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  3. Hay que ser valiente para explorar quiénes somos. Es una aventura que puede llevarnos a la locura o alcanzar un misticismo poco compatible con la vida actual. Es el viaje del héroe, pocos salen indemnes, pero quien lo consigue alcanza la suprema sabiduría.

    Abrazos

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    1. Querida Marga, creo que el riesgo de este viaje al interior es demasiado grande.
      Si quiero conocer mi interior, puedo recurrir a algunas radiografías o resonancias magnéticas.
      No pretendo alcanzar más que un poquito de conocimiento de la realidad externa.
      Abrazos.

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  4. No cualquiera vale para bucear en su interior. Tengo una amiga que se sometió a un psicoanálisis y le removieron cosas que estaban olvidadas, asuntos a los que en su día no dio importancia, experiencias pasadas que nunca se paró a analizar... Y quedó hecha polvo. Como yo le dije en su momento: has pagado a un psicoanalista para que te psicoanalice y ahora necesitas a un psicólogo para que te arregle el desaguisado.
    Yo lo que hago, cuando quiero entenderme, es mirarme a los ojos en el espejo: si me aguanto la mirada con naturalidad y no percibo ninguna emoción rara, me quedo tranquilo; si me da la risa o me entran ganas de llorar porque veo a un señor mucho mayor de lo que yo creía, salgo corriendo y, en vez de buscar un psicoanalista, me tomo una copa de un buen Ribera del Duero, que me reconforte y me reconcilie con la vida.
    Así que mucho ánimo en tu empresa.

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    1. Amigo Cayetano tenemos instrumentos y sistemas para bucear en nuestro interior, algunos se los he comentado a nuestra amiga Marga (resonancias magnéticas, scaners, radiografías, tacs, biopsias, etc.)
      Lo que cuentas de tu amiga es terrible: de psiquiatras a psicólogos, tremendo, es un no parar.
      Creo que tu método del espejo debe funcionar muy bien. Se lo comentaré a un amigo que cuando cumplió una "cierta" edad hizo retirar los espejos de su casa.
      Abrazos.

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  5. La interioridad es ese saco que hay que llenar como sea mientras otros cuantifican nuestra edad.

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    1. Amigo Fackel, llenamos la interioridad con nuestra experiencia y con el conocimiento que hemos adquirido con ella, con el estudio, con las lecturas, con la percepción y goce de arte, con el uso de la razón y con las relaciones con nuestros semejantes.
      Salud.

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  6. Lo que más dice de mi interior son las analíticas, las resonancias, los TAC´s, las ecografías, todo eso, pero por eso mismo les tengo pánico. Al ecógrafo lo miro de costadillo a ver qué cara pone mientras pasa el aparatito por mi cuerpo y me da una servilleta para que me quite el gel. De los TAC´s, analíticas y resonancias, si me envían el informe del resultado por email y lo he de imprimir para que lo vea el facultativo, lo hago tapando la pantalla y lo meto rápidamente en un sobre sin echarle un ojo. Y cuando lo mira el médico, suelen hacerse los interesantes, atusándose la barbilla con cara circunspecta. En esos tensos momentos me siento como una mierda.

    También temo a los psicólogos y psiquiatras, aunque no dudo que puedan ser necesarios en muchos casos. Pero no es raro que ocurra lo que cita Cayetano, que intenten que bucees en tu interior a ver si encuentras algún complejo del pasado, que puñetera falta que te hace ahora, con lo que sales peor de lo que has entrado. Claro, es su trabajo, que te sientes en la chaise longue y les intentes contar cosas. Y del trabajo de los psicólogos con los alumnos "problemáticos" en el instituto, tengo funestas experiencias como tutor suyo.

    A unas mujeres que denunciaron a un libidinoso sujeto (al que el jefe estaba a punto de nombrar "Secretario de Organización" de su partido —el anterior había ingresado en el trullo—) porque salía del wáter con la bragueta bajada adrede y hacía alarde, ahora les prometen "ayuda psicológica". ¡Caramba, qué débil es la gente y qué sensible, que eso le pueda traumatizar a una adulta hasta ese punto! Un par de bofetadas bien dadas es lo que merecería ese tipo, y punto.
    Un abrazo

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    1. Amigo Gran Uribe, en nuestro interior hay un barroco húmedo formado por tubitos, vísceras, mucosas, tejidos mórbidos, etc. todo esto parece que se va retorciendo, formando curvas y contracurvas.
      Todas estas exploraciones que nos hacen prefiero verlas en blanco y negro, no voy a entrar en detalles, que la cosa es muy chunga.
      De psicólogos y psiquiatras sé poca cosa, me dan un poco de miedo y si ellos han de hacer su trabajo que lo hagan pero me gustaría no hablaran tanto por los medios de comunicación, a veces tengo la sensación que hay mucho síndrome de saloncito que complace a muchos y molesta y engaña a muchos más.
      Seguramente con tanta ayuda psicológica y tanta intervención, pues ocurre lo que tú dices sobre la sensibilidad floja. Y al pájaro libidinoso este y a sus amigotes que los echen y ya está.
      Abrazo.

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  7. Es un viaje complicado, no apto para todos, eso creo, uno puede salir verdaderamente dañado, eso dicen los instruidos en el tema...
    Abrazos

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    1. Amiga Milena, el viaje es peligroso. Si llegamos a conocer nuestras propias entretelas, corremos el riesgo de caer en un malhumor, en una depresión estética, puede que nos invada una rabieta crónica, etc.
      Peligro, peligro.
      Abrazos.

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  8. Francesc:
    creo que conocerse es relativamente fácil. Lo difícil es saber cómo actuaríamos en cualesquiera de las situaciones que se nos presenten.
    Salu2.

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    1. Amigo Dyhego, creo que con conocerse un poquitín ya basta, si entramos en honduras nos podemos complicar la vida.
      Saludos

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  9. Creo q somos nuestros mayores desconocidos , y no será por falta de proximidad ; ) No obstante, pienso q no deberíamos bromear con este asunto y poner más interés en saber q se fragua por ahí adentro, más allá de tripas , vísceras y despojos diversos , eso , además de feo, no está en nuestra mano manejarlo, pero sí nuestras emociones , q aunq están influenciadas por las hormonas y demás procesos físicos, tienen bastante más q ver con lo intangible y de ese asunto huimos y no deberíamos ...cuanto más corremos, más crecen y se agigantan : ) De todas formas, como en otros muchísimos temas eres muy modesto, seguro q tú te conoces del derecho y del revés ; ) Un beso FRANCESC!

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    1. Querida María, no creas que me conozca demasiado, de conocerme probablemente no cometería estas frivolidades y estas bromas, probablemente sería consciente de que en nuestro interior, además de vísceras, hay otras cosas que deberíamos manejar con inteligencia y buen sentido, de momento, yo me veo un poco incapaz de este manejo.
      Abrazos mil.

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