Paisatge. Modest Urgell.
Las
razones secretas viven en sí mismas. Una exigencia moral nace junto
a la columna dórica y se mantiene a lo largo del viaje. Su efecto
difumina las diferencias -sujeto, idea, palabra- y con ellas, el
gesto automático de las manos que dibuja la honradez en el aire.
Pensamiento
y palabra son los vínculos constructivos que se unen de forma
hiperestática. Pensamiento y palabra son una misma cosa... y las
manos, y las manos, y las manos.
Ruïna i horitzó. Modest Urgell
Quizá la profundidad del hombre solo es la momia del cuerpo antiguo que
se esconde tras la máscara.
Sarcófago
del retraso, lugar de destellos vacantes que niegan lo intacto, lugar
ocupado por unas breves insignificancias cuyos movimientos
desconocemos. Son como las partículas de Bohr y Heisenberg,
variables ocultas, das stimmt schon, das stimmt schon, (esto
es cierto, esto es cierto) sí, pero está oculto.
Otro científico descreído propuso un juego, sacó la lengua y dijo:
"Dios juega a los dados y los lanza donde nadie puede verlos". Intuido el caos, el científico se fue y volvió a sacar la lengua.
¿La
materia y el hombre, son los dados escondidos que habrán de
llenar el sarcófago?
Poble de nit 1880. Modest Urgell
Un
cuerpo ilusionado, en perpetua evanescencia, reclama el Bien ausente,
reclama la Belleza. Épekeina tés ousías, más allá de la
esencia, en la República de la Idea, en la República del Deseo, y Platón*, contempla impasible
el aire del porvenir.
Toda
Belleza se vale de la trampa o el trampantojo.
Hay
un fundamento del fundamento que se sustenta sobre estratos
movedizos, resbala y se pierde por los vericuetos del arte de la
palabra.
Al
pie de la Torre de Babel, la palabra nombra lo innombrable. Se rompe
el silencio y el vuelo de los cuervos entorpece la visión de las
nubes.
A
pesar del estrépito, la Nada es el futuro colgado en los sauces que
acompaña al silencio de las arpas.
*
Tenía una vecina poeta que quería asesinar a Platón.
Nota.-
Este
escrito obedece a un afán que a menudo me embarga, es un deseo de
caminar sobre el enigma, discurrir por los mundos herméticos, como
debía hacerlo Antonello da Messina.
El
texto está influido por la pernicie y oscuridad de la sinrazón y
también, por qué no decirlo, por la música de Benjamin Britten