Idiot III. Erwin Wurm
Un ingeniero amigo mío dice que el coeficiente intelectual (en propiedad debería decirse "cociente" intelectual) indica la capacidad que tiene un individuo para resolver los test de inteligencia, así, sin más.
Hoy, por lo que indican las estadísticas, el coeficiente (cociente) intelectual de los hombres y mujeres que viven en este mundo está disminuyendo notablemente.
Afirma Ch. Clave, sociólogo y profesor de Estrategia en París, que el coeficiente (cociente) intelectual medio de la población mundial, que había ido aumentando desde la posguerra hasta finales de los años 90, ahora, en los últimos veinte años, está disminuyendo.
Esta disminución que se constata en los test de inteligencia, contradice el "efecto Flynn" que afirma que el coeficiente (cociente) intelectual de la población crece continuamente año tras año, pues resulta que actualmente el nivel de inteligencia medida disminuye de modo ostensible y principalmente en los países más desarrollados.
Entre las causas que provocan esta caída está el empobrecimiento del lenguaje: reducción del vocabulario, pérdida de capacidad de expresión, escasez de matices lingüísticos, simplificación de los tiempos verbales, etc. El empobrecimiento del lenguaje dificulta la elaboración un pensamiento complejo.
Cuanto más pobre es el lenguaje, más pobre es el pensamiento. Se reducen las reflexiones complejas y la precisión en la expresión de una idea.
Algún socio-lingüista ha demostrado, además, que la pobreza del lenguaje puede relacionarse con la violencia pública y privada, tanto en lo referido a los medios de comunicación como a los comportamientos individuales.
No entro en estas consideraciones socio-lingüísticas que seguramente tienen que ver con la incapacidad de transmitir determinadas emociones a través del lenguaje. Sabemos, sin embargo, que los regímenes totalitarios han dedicado grandes esfuerzos en poner trabas al pensamiento y para ello se han valido del lenguaje, reduciendo el vocabulario y el sentido de las palabras.
La simplificación de la ortografía, la abolición de los géneros, la reducción de los tiempos verbales, la imprecisión de los adjetivos, la simplificación de los matices expresivos, todo esto que supone un empobrecimiento del lenguaje es también un empobrecimiento de la mente. Y luego salen los test de inteligencia que salen. Sin necesidad de consultar los test de inteligencia, sólo basta ver los resultados de los informes de PISA.
Y si nos atribula la disminución del coeficiente (cociente) intelectual de la población, podemos modificar los test de evaluación, ponerlo todo muy facilón y así se mejoraran los índices. Pues como dice mi amigo ingeniero "el coeficiente (cociente) intelectual indica la capacidad que tiene un individuo para resolver los test de inteligencia", así, sin más.
El término correcto es “Cociente Intelectual”, que se refiere a la relación entre la inteligencia de una persona y la inteligencia media de la población. “Coeficiente intelectual” es incorrecto y se debería evitar para no provocar confusiones.
ResponderEliminarPor lo demás, estoy en todo de acuerdo. He sido consciente de la debacle intelectual y cultural en mis años de docencia entre los alumnos. Mis alumnos de los años ochenta y comienzos de los noventa eran en general mucho más aptos y hábiles en el terreno del lenguaje, la imaginación y la elaboración de ideas. El empobrecimiento ha sido geométrico debido a la irrupción de la tecnología que propone cada vez pensar menos y sustituir nuestras capacidades cognitivas por las que nos proporcionan las máquinas. Hay muy poca gente que hoy escriba y que sepa utilizar las sutilezas del lenguaje.
Un abrazo.
Amigo Joselu, en efecto el término correcto es "cociente", pues se trata de un relación (numerador/denominador), pero no sé porqué casi siempre todos los estudios sociológicos utilizan el vocablo "coeficiente". Voy a hacer una corrección en el escrito.
EliminarSaludos
La reducción de lsas expresiones del lenguaje, la pobreza de vocabulario, la falta de precisión, la huida de la claridad, la carencia del sentido de la verdad (con su búsqueda correspondiente), el rechazo a imaginar para construir algo, la entrega a los esterotipos de modo acrítico, etc. Todo eso que hoy se lleva tanto conduce al desastre cultural, entendiendo este como algo también político. No en vano la batalla de Trump y sus acólitos atacan los centros culturales para imponer su pensamiento único, mercantilista y dictatorial. Si la sociedad entra a ello no nos salvará ni la tan solicitada gracia.
ResponderEliminarAmigo Fackel, es sabido que lenguaje y pensamiento van unidos, algunos filósofos aseguran que son la misma cosa.
EliminarAsistimos a una pérdida de las formas de expresión verbal que asustan, seguro que te has encontrado en más de una ocasión que ni entiendes como hablan ni te entienden,
Salud
Tuve, hace muchos años, cuando hacía el Bachillerato Nocturno (así, con mayúsculas), en la Escuela Industrial, un profesor de Lengua que nos decía que las personas normales tenían un vocabulario de no más de 4.000 palabras; las más versadas podían llegar a 7.000; las cultas rondaban las 9.500 palabras.
ResponderEliminarNo hace mucho leí en L.V. que las personas universitarias no dominaban más (generalizando), no dominaban más que unas 5.500.
Todo esto me da que pensar, dado que a m´s conocimiento de lenguaje mayor poder cognitivo, porque da más entendimiento a lo que el interlocutor expresa.
Creo, no soy el más apropiado para decirlo, pero creo que no hemos avanzado mucho, y que al sistema ya le va bien que las personas piensen poco y razonen menos.
Un abrazo
Salut
Amigo Miquel, no sé cuántas palabras utilizamos, lo que sí veo es que hay una pérdida de vocabulario galopante.
EliminarVeo que muchas personas no saben el nombre de las cosas.
Con mi amigo Isanta, comentamos esta circunstancia cuando nos vemos en verano. Él va siguiendo este fenómeno, puedes ver lo que puse en el blog en 2020:
https://francesccornado.blogspot.com/2020/12/vocabulario.html
Abrazos.
També es tic bastant d'acord amb el text i amb les opinions del teus lectors. Sembla que a més tecnologia ,menys s'ha de pensar si ja t'ho donen tot fet.... No qüestionar-se les coses, sembla que va molt bé als qui manen i decideixen el futur, no és el millor temps pels filòsofs, no perquè no ni hagin que n'hi han, sinó perquè n'hi ha menys encara que vulguin escoltar i aprendre.
ResponderEliminarBona setmana, salut !.
Amic Artur. La tecnologia sembla que pot tenir efectes negatius i d'alguna manera beneficiar als qui manen, beneficiar-los per la manca de crítica per part d'una població abduïda i cada cop més inculta.
EliminarDe totes maneres, crec que una tecnología ben utilitzada pot tenir efectes positius que ajudin al benestar.
Salut.
Se da en lo que explicas una gran paradoja, la población en general "parece" que disminuye en sus capacidades intelectivas; por otro lado, el desarrollo de la tecnología digital, con la IA por delante está alcanzando límites que rozan las fantasías más atrevidas de la ciencia ficción. No sé si las pruebas que miden el C.I han quedado obsoletas y, por lo tanto, no reflejan la realidad, o bien sí es verdad que la población es más idiota y conviven con una minoría muy lista que está transformando la sociedad. Desde luego, estamos en un proceso de cambios sociales trepidantes con avances en todos los campos de conocimiento. Somos más tontos y a la vez más avanzados en lo tecnológico. Cosas raras que nos pasa a los humanos condenados a la extinción más pronto que tarde.
ResponderEliminarAbrazo
Amiga Marga, sé muy pocas cosas de la inteligencia artificial y me temo que ella sabe muchas cosa de mí, aunque no creo que mi insignificancia le sirva demasiado. Ahora por lo que observo, me parece que la IA es una recopilación de todo lo que va llegando al universo digital procedente de la información, muchas veces errada, que ofrecemos los humanos, sé también que la IA elabora, trata y puede ofrecer algunos comentarios y reflexiones artificiales y sé que puede autoprogramarse, Ciertamente esto es fenomenal y altamente peligroso, tanto, tanto, como lo somos los humanos.
EliminarDelante de la potencia y el uso de IA, está claro que las pruebas que miden el C.I. ya sirven de poco; y poco a poco, el número de idiotizados se incrementa.
Un fuerte abrazo.
Está muy claro para mí que poco podrá pensar quien no sabe cómo expresarse.
ResponderEliminarLa cultura de la pantalla también tuvo un impacto sumamente negativo en este aspecto.
Saludos,
J.
Amigo José, me ocurre que cuando me encuentro con alguien que no sabe expresarse pienso enseguida que no debe tener nada que expresar o que lo que piensa no tiene ningún sentido.
EliminarLa pantalla es un espacio muy pequeñito y en él cabe muy poca cosa, la realidad es más extensa.
Saludos.
No quiero entrar al trapo, pero me provocas. Cuando llegue a un instituto(, no doy nombre), sufrí el acoso de la mayoría de los profes, porque continuamente se atranca ban con el ordenador y me pedían consejo. Serían muy inteligentes en lo suyo, pero unos analfabetos en las tecnologías que ya entraban. Por supuesto hoy día el profesorado está muy capacitado en todas las técnicas, hablo de muchos años atrás. Hay que definir el concepto de inteligencia, su medida y su aplicación practica
ResponderEliminarNo entiendo lo del trapo ni sé donde está la provocación.
EliminarA veces se vislumbra claramente el color de la ignorancia del que se cree inteligente. Será por eso que comprendo perfectamente a car res. Y digo más, su comentario podría haberlo escrito yo sin necesidad de cambiarle ni una coma.
ResponderEliminarChiloé
Yo creo que muchas veces se confunde conocimiento con inteligencia. Y muchas veces se confunde el conocimiento adquirido a través de los manuales de instrucciones con la cultura. Ocurre también que hay conocimientos mal digeridos.
EliminarSaludos.