martes, 1 de octubre de 2019

Les pompiers


 Jean-Jacques Henner. Femme nue couchée dans une fourrure vers 1892

Los pompiers alcanzaron su apogeo en los Salones de París de los años 1879,1880 y 1881. Sus obras eran academicistas y bien pagadas, se oponían a la evolución constante y estaban cargadas de un tradicionalismo muy bien definido, pomposo, ñoño y retórico. Aquellos artistas y sus promotores se llenaban la boca hablando del “gran arte”. La eterna grandeur de la Francia de finales del XIX era proverbial.

Aquellos Salones de París acogían una corriente artística beligerante contra toda modernidad.
Una muchacha defendiéndose de Eros (1880) 
William Apolphe Bouguereau (1825-1905)

Era un periodo de gran efervescencia artística. Entre los pompiers, Jean-Jacques Henner, Henri Gervex, Leon Bonnat, Alexander Cabanel, etc. se situaban los Daumier, Corot, Courbet o Millet que parecían quedar al margen de aquel academicismo y se situaban más cerca del simbolismo y del impresionismo.

Algunos románticos y puristas españoles como Eduardo Rosales Gallinas, Alejo Vera Estaca, Luis Álvarez Catalá, Serafín Martínez del Rincón y Trives, Asterio Mañanós Martínez y Juan María de Velasco o mis admirados Federico de Madrazo y Kuntz y Mariano Fortuny también podrían incluirse en mayor o menor medida dentro de la estética “pompier”.

Los pompiers quedaron erosionados como un acantilado abatido por el oleaje impresionista, ahí estaban Monet, Pissarro, Gaugin y Cézanne.

Tanto los unos como los otros, pompiers, puristas decimonónicos, simbolistas, ñoños, etc. son ejemplos de un romanticismo tardío y decadente que entusiasmó al bueno de Proust que, mirando una magdalena remojada en una taza de té, se empeñaba en buscar un tiempo perdido. Un romanticismo arruinado.

12 comentarios:

  1. Hoy, continua el simbolismo. Hay pompiers que celebran con ratafia y Aromas de Montserrat cualquier derrota.
    Otro romanticismo arruinado.
    Salut

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    1. Amic Miquel, parece que vayamos de ruina en ruina y algunos aún lo celebran degustando los licores más raros.
      Salud

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  2. Albert Camus hacía ascos del bueno de Proust, esa búsqueda inútil de lo perdido no entraba en la rebeldía nata del argelino. No me había parado a pensar nunca en esos bomberos del arte francés, tampoco en mis tiempos de estudiante me habían hablado del estilo y de sus personajes. Nunca es tarde par aprender de los sabios y críticos divulgadores.

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    1. Amigo Fackel. Aquellos bomberos llenaron los salones de París. Su estilo era dulce y sobre todo complaciente, intentaban apagar el fuego del arte nuevo.
      Salud

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  3. "El ángel de la tarde" de Cabanel, me encanta lo mismo que " Las espigadoras" de Millet para nombrarte dos así, a boca de jarro, que me gustan.

    También todos los impresionistas y post-impresionistas.

    Un abrazo,

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    1. Amiga Myriam, Cabanel fue un romántico exaltado, aborrecía el impresionismo. Su obra, como la de Millet, es muy inspirada.
      Abrazos

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  4. Les llamarán pompiers porque sus personajes enseñan el "pompis".
    Saludos.

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    1. Estos "pompiers" eran unos fogosos y luego se empeñaban en apagar los fuegos.
      Saludos

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  5. Tienen su valor en la maestría del manejo de la técnica pictórica, pero qué poco aportaron a la historia de la pintura. Pronto la modernidad arrasó con ellos.

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    1. Amigo Pedro, los "pompiers" se empeñaban en persistir en su romanticismo. Sus obras tenían las luces y las sombras que caracterizan a todos los estilos tardíos.
      Abrazos

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  6. La modernidad y lo novedoso en general siempre han encontrado resistencias...

    Saludos

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    1. Sí, Luis Antonio, la cultura "aposentada" siempre se opone a lo nuevo, a aquello que tiene el poder de suplantarlos.
      Salud

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