Biblioteca Real 1875, arq. Etienne Louis Boullée
Cenotafio de Newton, arq. Etienne Louis Boullée
Cenotafio de Newton, arq. Etienne Louis Boullée
Templo. arq. Etienne Louis Boullée
Admiro
el arte del neoclasicismo, especialmente la escultura. Sin embargo, con la arquitectura
neoclásica mi consideración es suspicazmente distinta.
Las
obras de arquitectura de finales del setecientos me producen un escalofrío
ligero. Es ligero cuando se trata de interpretaciones de los modelos clásicos en
sentido estricto. Pero la cosa pasa a mayores en el caso de la arquitectura
iluminista, aquí el escalofrío se torna temblor notable.
Tiemblo
cuando imagino las construcciones que podrían levantarse a partir de los dibujos
desmadrados de Etienne Louis Boullée (1728 – 1799), Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806)
y otros arquitectos visionarios utópicos que proyectaron obras apoteósicas que afortunadamente
jamás llegaron a levantarse.
Con
sus proyectos megalómanos, los arquitectos iluministas franceses querían
explicarnos lo que era la racionalidad. Para ello recurrieron a la figuración y
dibujaron cuerpos geométricos puros (cilindro, cono, esfera) de dimensiones
descomunales fuera de toda escala humana. Aquellos proyectos no eran más que la
expresión de las frustraciones de unos arquitectos que querían y no podían.
Colegio de Cirugía, arquitecto Jacques Gondoui (1737-1818)
No
sé si aquellos proyectos respondían a las visiones utópicas de los revolucionarios
franceses, de los enfants de la Patrie.
Tremblez, tyrans!
¿No será esta arquitectura, otra de les saintes baïonnettes de la France?
¿No será esta arquitectura, otra de les saintes baïonnettes de la France?
Cenotafio egipcio
arq. Etienne Louis Boullée
arq. Etienne Louis Boullée
No llego, y todo me atrae.
ResponderEliminarTodo.
Has de entender que me quede alhelado mirando los dibujos que me representas cuando te pido discernimientos.
Gracias por hacerme ver cosas de la que me han pasado inadvertidas.
Siempre tuyo, Miquel
Miquel, son unos dibujos preciosos, un dominio perfecto de la representación arquitectónica.
EliminarSalud
Miquel, creo que solo son dibujos para impresionar al personal, echo a faltar un sentido constructivo indispensable en toda arquitectura. No me vale aquello que aseguraba un crítico:
Eliminar"...sí, se trata de un buen proyecto pero cuando se carga con el peso de la estructura pierde mucho"
No, no y no, tres veces no. Si un proyecto no soporta la realidad no es un buen proyecto. Solamente es, en el mejor de los casos, un dibujo impactante.
Abrazos amic meu.
Pero toda esa arquitectura proyectada ¿no era sino una fijación y reproducción del modelo clásico romano y si me apuras de otros modelos anteriores (en la última imagen hay algo de zigurat conoide)? ¿Dónde hay una verdadera invención en esos planos, digamos? En cierto modo los novísimos materiales del siglo XX han traído la plasmación de formas esféricas y otras dignas de rupturas geométricas que envidiarían los proyectistas Bouillé, Ledoux et alii.
ResponderEliminarSaludando.
Amigo Fackel, el modelo clásico romano se recuperó en el Renacimiento, el Barroco lo utilizó también, reprodujeron el mismo orden dotándolo de una ornamentación y con una ordenación del espacio más fluida, pero el modelo era el mismo; en la ilustración continuaron los modelos clásicos que han ido persistiendo hasta hoy a través del desarrollo de las ideas de Paladio y otros renacentistas. Los ilustrados se valieron del orden clásico pero algunos arquitectos teóricos, que apenas construyeron nada, dibujaron edificios imaginarios con una desproporción y monumentalidad casi imposible de construir, digo "dibujaron" que no proyectaron, pues de haberlo hecho constatarían que aquello sólo eran castillos en el aire.
Eliminar¿Debo crer que lo que pensaron aquellos ilustrados era solo una construcción imaginaria?
¿Debo pensar que Libertad, Igualdad y Fraternidad (así con mayúsculas) fueron solo un dibujo?
Los cuerpos redondos son sólidos de equilibrio indiferente y los proyectistas del XVIII dibujaron muchos cilindros, conos y esferas.
Salud
El optimismo desaforado del momento, gracias al espíritu racional reformista que se tradujo en mejoras e hizo progresar a las sociedades europeas, tiene esta otra vertiente de exageración y grandilocuencia, que viene a ser una desmesura faraónica.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Cayetano, el optimismo fue desaforado, igual que aquellas desproporciones.
EliminarSi los arquitectos iluministas hubiesen reflexionado un poco más sobre la organización del espacio, de la estructura y sobre el servicio al hombre y si hubiesen profundizado sobre el hecho constructivo, sin duda que habrían percibido la desproporción del espacio y de las ideas.
Mientras dibujaban cantarían: "Tremblez, tyrans!" que impondremos la iluminación desmesurada.
Progresó Europa, sí, y costó mucho dolor. La razón se impuso, sí, pero el ideal de la razón también se pervierte como todo ideal humano y como todas las arquitecturas acaba cayendo.
Salud
Muy faraónico pero aparte de implorar al Dios Ra veo una doble intención, una proyección hacía el universo tan desconocido?
ResponderEliminarUn abrazo, Cornadó.
Amiga Gemma, estaban obsesionados por la monumentalidad, creían que era la mejor manera de poner la arquitectura al servicio de las ideas ilustradas.
EliminarAbrazos