Capitel -dibujo grafito y tinta china- Francesc Cornadó
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Cuanto más me acerco a la columna
más heroicas me parecen sus estrías,
su tamaño se agranda
tanto como empequeñece
el rostro de los héroes
cuando se contemplan de cerca.
Bien dices, Francesc. Sus acanaladuras son las más heroicas porque son las más supervivientes. No hay nada más heroico en una columna -tras el arrasamiento de los hombres y de los tiempos, tras la pérdida de basas o capiteles- que su forma y sus estrías. Y cuánto me gusta deslizar los dedos por ver si a través del roce en aquellos canales me llegan voces, sentidos, imágenes del viejo aprender de los sabios clásicos.
ResponderEliminarGracias.
Amigo Fackel, el conflicto está en la éntasis. Se corrige un efecto óptico para lograr un que la belleza se expanda desde la piedra al cielo o al mar, pero con la éntasis se debilita la parte alta del fuste, no es un problema estructuralmente preocupante, ni mucho menos, pero desde el punto de vista ético, no sé, no sé… siempre me ha preocupado la debilitación de las partes altas.
EliminarEn cuanto a lo deslizar los dedos por las estrías pétreas me parece extraordinario, lo prefiero, mucho más desde luego, que acariciar la morbidez de los cuerpos.
Abrazos
Es curioso como un elemento tan sencillo puede aguantar envergaduras tan pesadas, y además ser bello.
ResponderEliminarSalut
Amic Miquel, el capitel es un prodigio, va de la sencillez del dórico griego a la complejidad desproporcionada del orden compuesto.
EliminarAbrazos
Romano y compuesto, con volutas en diagonal y hojas de acanto. Sublime mestizaje.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, dibujar volutas en diagonal tiene su dificultad. Las hojas de acanto requieren atención. Todo en conjunto es un ejercicio enriquecedor.
EliminarAbrazos