jueves, 25 de octubre de 2018

Hay silencios

En Oteiza hay un silencio hendido.


En Calsina y en Hopper hay un silencio detenido en el tiempo.


 En Lucio Fontana hay un silencio roto por el grito.



En Zurbarán hay un silencio ascético.


En Lucio Muñoz hay un silencio de amalgamas que evolucionan.


En el Mestre de Taüll hay un silencio roto por el Dogma.


En Bronzino hay un silencio de rostros elocuentes.

 
En Seurat hay un silencio cernido.



   En el Giotto hay un silencio angélico.


En Fra Angelico hay un silencio claustral.



En Nonell hay un silencio amargo de periferias.



En Chillida hay un silencio robusto que limita el espacio.


16 comentarios:

  1. ¡Qué genial adjetivación del silencio en el arte! Es el silencio con el que nos situamos ante el cuadro, sobrecogidos por la emoción.
    Muy interesante, Francesc.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Fanny. El silencio es indispensable para la contemplación del arte. Hay artistas que hacen del silencio un argumento de composición y de comunicación. El silencio de algunas obras es sobrecogedor.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. Oportuna selección la que traes hoy. El silencio como tema. ¿Qué sería de la música sin su sabia distribución en las partituras?
    Hay silencios elocuentes, que dicen más que muchos gritos y sonidos.
    Un abrazo, Francesc.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Cayetano, he seleccionado una pequeña muestra de algunas obras maestras. Algún día debería seleccionar algunas piezas musicales. Los silencios son también elementos de comunicación formal.
      Abrazos

      Eliminar
  3. No seré yo quien rompa estos silencios tan bien adjetivados.
    Con tu permiso, me gustaría traer a la memoria el silencio de algunas de las esculturas de Henry Moore. me gusta como trabaja los espacios interiores, los huecos, haciendo de ellos, con la nada, el silencio, y con este la forma.

    Un abrazote.
    es una entrada maravillosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amic Miquel, en efecto Henry Moore también trata muy bien el silencio, aporta vacíos y suaviza las aristas de los volúmenes. Es un buen artista.
      Gracias, celebro que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo

      Eliminar
  4. Me ha encantado tu entrada, una vez más. "Apúntate un nueve, la perfección no existe", dice mi hermano a veces, comentando alguna de las mías.

    En mi ignorancia —hago un "mea culpa"— no sabía quién era Calsina, y he tenido que acudir a Google para informarme. Allí he podido comprobar que esa pintora naïf de Ibiza, una brasileña llamada Jussara, ha chupado también de Calsina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Granuribe, me has puesto un nueve y esto es casi inalcanzable, creo que eres muy magnánimo. Siempre me he conformado con un seis, pues estoy convencido de que las notas más altas son para los seres angélicos y los maestros.
      Ramon Calsina era un pintor muy interesante, creo que poco valorado.
      Decía que había nacido dibujando como podía haber nacido jorobado.
      Las atmósferas que nos presenta en sus óleos son oníricas y sus personajes parecen estar descolgados de la realidad, absortos en una meditación rara y solitaria.
      El mundo onírico de Calsina discurre por una órbita distinta de los surrealistas al uso. Es un pintor original que conoció el surrealismo de París pero él fue por otros derroteros.
      La obra de Ramon Calsina puede recordarnos a Edward Hopper (1882-1967). Aunque el discurso formal de ambos presenta una cierta similitud, sus argumentos se asientan en cimientos muy distintos. El catalán Calsina ha sido considerado el “surrealista del pueblo” y en cambio, yo calificaría al americano Hopper de "realista del espacio despoblado".
      Abrazos

      Eliminar
  5. Respuestas
    1. Sí, amiga Chiloé, la limpieza y la brevedad caracterizan el silencio.
      Saludos

      Eliminar
  6. Qué buena relación de silencios vinculada a diversas expresiones artísticas en la historia. Buen ojo clínico, seguro que la lista podría ampliarse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Fackel, aunque lo que abunda es el ruido, la lista se puede ampliar, desde luego.
      Salud

      Eliminar
  7. ¿Y si en otras obras de Chillida hubiera un coloquio para conjurar los silencios?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Taklamakán, creo que el mismo Chillida propiciaría el coloquio. En una ocasión, en Pamplona, Chillida me dijo que la escultura era una limitación del espacio y ahí dentro, él aspira a meter silencios.
      Salud

      Eliminar
  8. Mejor guardar silencio que pronunciar según qué palabras. Por eso es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. No sé de quién es esta frase, pero la hago mía

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amgo Luis Antonio, guardar silencio es, en muchas ocasiones, la actitud más sabia. Desde luego es mucho más efectivo permaner callado que vociferar, proferir sandeces o soltar discusos que no sirven para nada y que prometen arcadias felices imposibles. Algunos saben que haciendo mucho ruido ensordecen y esconden pecados inconfesables, ocurre en política y en el arte.
      Abrazos

      Eliminar