Retrato de una joven -probablemente Simonetta Vespucci- Sandro Botticelli (1445–1510)
Salvar
la memoria del tiempo, preservar el juicio y el arrebato del ángel y proteger
la razón del hombre que esculpió los mármoles más bellos o dibujó el contorno más
hermoso.
El
arte, aquel artificio que fue. Donde los hombres y mujeres de este mundo
depositaban sus bienes más preciados son, ahora, un recuerdo de las horas, una
espléndida memoria del pasado donde aún resplandece la luz de la belleza o la
expresión del artista.
Haya
muerto el arte como aseguraba Hegel, cuestionada esté la expresión del último
demiurgo, hundiéndose la forma en el barrizal, antes de que los lodos se
corrompan definitivamente, deberemos salvaguardar la belleza que fue.
¿Hay otra acción más
revolucionaria?
Los genios del Renacimiento italiano pusieron muy alto el listón de la perfección, de la armonía y del equilibrio. Difícil superar esa etapa crucial del mundo occidental.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Sí Cayetano, ahora a nosotros nos corresponde preservar aquel patrimonio de extraordinaria belleza. Es revolucionariamente obligado.
EliminarAbrazos
Pues mira, Francesc, estoy tan descreído que ni siquiera sé qué es ser revolucionario ni en Arte, ni en Política, ni en Ética, ni en nada. Tal vez debe ser porque el concepto Revolución se desfiguró demasiado e igual sirve para proclamar una república bananera que para anunciar un coche nuevo. Pero, sin mentar la bicha, solo digo: hay que salvar por instinto natural y conquista humana que ha llevado su esfuerzo la Belleza, se manifieste en la forma que lo haga. Y hay que tomar como referencia las expresiones que nos hayan legado.
ResponderEliminarPor cierto este cuadro de Botticelli no tiene límites. Uno mira no solo el rostro de la mujer, acaso lo que menos, sino que no tiene pérdida cada detalle de su vestido, de su tocado, de su cabello, en general de su ornato. ¿Quién da más?
Ya quisieran en el mundo de las modas y modelos del presente. Gracias por traer lo que siempre nos reporta beneficio psíquico y placer degustado: la Belleza.
Amigo Fackel, el concepto de "revolución" está muy devaluado, a ello han contribuido los desmanes y atrocidades que se han cometido en nombre de los procesos revolucionarios (en catalán proceso es "procés"). Los ideales revolucionarios se han echado a perder por culpa del engaño político, la mentira ideológica, la postverdad y los principios de la propaganda (once de ellos definidos por Goebbels).
EliminarYo también opino como tú en cuanto a la indispensable necesidad de preservar. La belleza es un ideal humano que aún no nos lo hemos podido cargar, a pesar de las memeces románticas, la belleza continua iluminando y justificando la existencia del miserable mono que se peina.
El cuadro de Botticelli es extraordinario, en él se conservan algunos de los bienes que la cultura quiere preservar. Si entro en detalles de cada uno de los elementos del cuadro te diré que tengo un mínimo reparo en uno de ellos, pero no voy a exponerlo ahora mismo, ya que es insignificante, y no tiene importancia en lo que ahora nos ocupa.
Saludos
¿ y nosotros?, ¿qué legado dejaremos los de la era espacial?
ResponderEliminarchatarra galáctica?
basura plástica?
calentamiento global?
Amic Miquel, nuestra generación dejará montones de basura, lágrimas de cocodrilo y lágrimas muy amargas. El dolor y la muerte, el holocausto y la esperanza de que la razón pudiera cambiar el mundo, pero la razón se trastocó.
EliminarSalud