domingo, 25 de febrero de 2018

Siglos futuros de animalidad

Bacco é un bevitore. Bartolomeo Manfredi (1582-1622)


La baja calidad de la producción artística y literaria actual augura un futuro desesperanzado. Ya sabemos que el arte es un reflejo del panorama social que le toca vivir y el artista, como un demiurgo, suele expresar lo que se avecina.

No soy visionario y mucho menos artista. Solo tiendo una mirada escéptica sobre el erial y, como en un desierto, veo unos espejismos que al acercarme se desvanecen. Aplico un criterio de observación tan objetivo como puedo, reflexiono sobre el mal negocio de la historia, veo los movimientos de los capitales y de los medios de producción y con este material tan degradado no puedo sino que sentir una tiritera espantosa.

Un campo helado, una penuria y exigüidad creativa que producen escalofríos. Un vacío. Yo creo que nos esperan setecientos años de miseria creativa, de desolación social y pena, mucha pena.

Sin embargo, cuando hablo con a mi amigo Cosme Moret pienso que soy un poco optimista, él es un buen lector de Schopenhauer, cree que la cosa irá de mal en peor, está convencido de que las ciudades se degradarán hasta tal punto que serán como aquellas aldeas medievales tan sucias y míseras, con barrizales y chozas y con un hedor insoportable. Se estropearán las cloacas de nuestras ciudades por falta de mantenimiento, los sistemas sanitarios desaparecerán y la salubridad urbana dejará de existir, los rascacielos rutilantes se convertirán en monstruos solitarios. La ciudadanía occidental vivirá en la animalidad, los hombres y las mujeres acabaran caminando a cuatro patas, escupiendo en el suelo cuando les venga en gana, tirándose ventosidades en grupo, o empuñando quijadas de burro para asestarse trancazos a diestro y siniestro tal como se han ido entrenando durante siglos.

8 comentarios:

  1. Más bien diría que es buen lector de Ciorán ¡¡¡
    Un abrazo

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    1. Ja, ja, ja, Miquel. Mi amigo Cosme Moret jamás ha conducido un tractor.
      Salud

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  2. Al final van a tener razón los que desde hace ya tres o cuatro décadas, desde las películas de ciencia ficción, cómics y novelas, vaticinaban una especie de apocalipsis urbano con porquería por todas partes, chatarra inservible y bandas de malhechores, los nuevos bárbaros, asesinando a la gente por las calles atestadas de ratas. No son buenos los tiempos que vienen.
    Un saludo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, esperanza ninguna. Hace once años, en 2007, calculé que teníamos por delante 700 años de miseria creativa, así pues, para ser más exactos ahora nos quedan 689 años magros. Una desgracia.
      Salud

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  3. ¿Sólo setecientos años? ¿Y si para que hubiera algo nuevo debería precedernos una devastación? ¿No hubo algo de eso en el Renacimiento?

    Por cierto, me gustaría conocer opiniones de esa obra censurada por IFEMA en la ARCO, porque la atención se ha fijado en una actitud censora pero nadie dice ni pío si la tal obra de un Sierra -aparece en fotos por ahí- merecía la calificación de Arte, pues de obra supongo, porque todo lo que hace el hombre es obra, o su contrario. Alucinantes nuestros tiempos en que todo se nos muestra demediado, se aplaude algo tangencial, con otro valor, si se quiere, y nadie aprecia si hay realización de mérito en un trabajo que se vende y acude a ferias como obra de arte. En fin.

    Lo que dices de tu amigo Moret, que yo no calificaría de opinión descabellada, ya lo han predicho ¡muchos artistas grandes del cómic! Así como suena. Pero como el medio es el cómic pues muchos consideran el mensaje trivial. Ojito al parche, que estas construcciones aglomeradas que son hoy las ciudades, por muy sostenibles que hoy se preconice que son, llevan en su germen su antítesis: el Basurero. No quisiera conocerlo. Su mera imagen fantaseada me descompone y horroriza.

    Salud y a silbar (pero no a la vía)

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    1. Amigo Fackel, creo que el Renacimiento fue algo así, habáin pasado los siglos oscuros y con el Humanismo se liquidó la idea teocéntrica, si echó una mirada al clasicismo y después de unas centurias dogmáticas la razón se empezó a considerar para interpretar la realidad de una manera más objetiva. Catástrofes en forma de pestes y miserias asolaron una Europa mechacada, pero por lo que parece el ser humano, en este caso el europeo, supo adaptarse, al menos estéticamente. Luego aún hubo de esperar la Revolución Francesa y el Siglo del Terror. Un pasito de paloma hacia adelante y un paso de caballo hacia atrás.
      En cuanto a la obra censurada por IFEMA, debo decir que no tengo una opinión formada, ya sabes que no me creo lo que dicen los medios y que todo está manipulado, pero en principio estoy en contra de toda forma de censura en el arte, pero también me pregunto si todo esto es Arte o teatro, por esto no opino. Hay demasiados intereses políticos y económicos que se nos escapan y que hacen lo que convenga para confundir al personal. El Arte es otra cosa.
      Las opiniones de mi amigo Cosme Moret siempre las tengo en consideración, es persona inteligente. Otro día deberíamos hablar de "lo sostenible" empiezo a tener unas dudas horrendas.
      Salud

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  4. Tu amigo Moret está bien encaminado, no hay más que contemplar el auge de la banalidad en todas sus manifestaciones digitales. Cuánto más desarrollo tecnológico, más estupidez colectiva. Será que el cerebro humano necesita desafíos para mejorar sus capacidades. Hoy vivimos el desplazamiento del ingenio hacia el culto al hedonismo más trivial, sin ahondar en aquello que nos definen como humanos: pensamiento, abstracción, creación.
    Vamos hacia un mundo cuyo valor principal es el hedonismo peor entendido, el del culto al cuerpo y la obtención de bienes.
    Me parece todo una gran broma, somos capaces de ir más allá del sistema solar y sin embargo, aquí estamos cada vez más entontecidos y con menos facultades. Sociedades e individuos tutelados, que no aspiran a la manumisión, si no es para salir - o conectarse- y comprar de manera compulsiva.
    Aceptemos que estamos en una época de barbarie disfrazada de modernidad tecnológica.

    Abrazo

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    1. Querida Amaltea, los logros de la tecnología son indiscutibles, está claro que bien utilizados nos proporcionan un bienestar que antes era impensable. Otra cosa es su mal uso y el fomento de la tontez. Algunos pretender asociar el progreso con la utilización de cualquier aparatejo electrónico. Todos jugando en la gran ludoteca global, un hedonismo que hace que muchos crean que han venido a este mundo a pasar unas vacaciones, a eludir cualquier responsabilidad y a encandilarse con una maquineta inútil que nos proporciona la felicidad de saber que tenemos en la nevera sin necesidad de abrir la puerta.
      Abrazos

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