viernes, 21 de julio de 2017

Una teoría de mecánica clásica sobre el cuerpo humano

Lucio Muñoz. 1961

Una teoría de mecánica clásica sobre el cuerpo humano

El cuerpo de un individuo sedentario,
por muy controladas que tenga
sus emociones, puede soportar
una carga de compresión,
aplicada de arriba a abajo,
de unos seiscientos cincuenta quilos.

Cuando la prensa aumenta la carga,
el cuerpo, por más enamorado que esté,
revienta indefectiblemente.

La fuerza de aplaste la soportan
la osamenta, los músculos
y la caja torácica que contiene
los pulmones, el corazón y otras vísceras.
Ninguna sustancia simbólica ayuda
a soportar el peso que incide sobre el cuerpo.

Conviene reforzar la carne y los huesos,
también la vitalidad de la respiración,
para evitar que todo se aplaste.

Un cuerpo, con un número determinado
de grados de libertad, ya esté en reposo
o en movimiento, sufre el peso constante
de las cosas de la vida y de la presión
atmosférica y debe proteger su corporeidad
si no quiere perecer por aplastamiento.

Las fuerzas de compresión interesan
la materia. El espíritu y los sentimientos
sin átomos no toleran el lastre.

La trascendencia y la melancolía,
desde el punto de vista mecánico,
no tienen la resistencia del esqueleto.
El miedo y la tristeza, estáticamente hablando,
no tienen la capacidad de carga de los músculos
y la ética no tiene el aguante neumático de los pulmones.

Nunca el alma contribuye a soportar el peso.
Ni el amor ni el odio son un zuncho resistente
que refuerce la capacidad mecánica de un cuerpo enamorado.

Del total de la carga, el esqueleto
solo soporta una cuarta parte.
Los otros quinientos quilos los deberemos
aguantar con la musculatura, los discos
cartilaginosos que hacen de cojín de las vértebras
y el neumático bien inflado de los pulmones.

Con ejercicios gimnásticos adecuados
conseguiremos aumentar el volumen torácico
y reforzar huesos, músculos y cartílagos.

Mientras el amor nos acompaña, conviene reforzar
los tejidos corporales, ya que tarde o temprano,
el empuje llega; alguien nos empuja con arresto
y más de un vecino lo hace con la secreta intención
de reventarnos.

Francesc Cornadó, de "El llibre de les teories" -traducción-

10 comentarios:

  1. Anatomía y fisiología es asunto de materia orgánica, perecedera y fungible, no hay discusión sobre esta incontestable evidencia.
    Y con tu poema, bien labrado y medido, desaparece la esperanza de que el amor, por más intenso y pasional que sea, pueda reforzar ni el más pequeño músculo de los cuerpos amantes.
    Esperemos no coincidir en la escalera con el vecino, y si eso pasa, habrá que pegarse a la pared y cederle el paso, por si las moscas.

    Abrazo

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    1. Querida Amaltea, tenemos que ser precavidos, huir de los empujes y procurar que no nos alcancen las fuerzas de aplastamiento.
      Abrazos

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  2. Tengo muchos números para acabar apisonado.
    Especulativamente simbólico y nada dado a las vorágines gimnásticas, me considero sedentario, y lo ejerzo con total impunidad.
    Mi esqueleto ya está deformado por los años, y mís pulmones fueron menguados por el sabor del Amsterdamer, un tabaco con aroma a chocolate que sólo lo aprecian los fumadores de pipa.
    Habremos de vigilar al audaz vecino.
    Salut

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    1. Amic Miquel, ten cuidado, las fuerzas de compresión están al acecho.
      Salud

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  3. ¡Sí señor!, qué maravilloso poema, con ese toque de humor tan especial, me ha encantado.

    Francesc, gracias por enseñarlo en tu blog.

    Un saludo

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    1. Querida, ¡cuánta ilusión verte otra vez por aquí!
      Celebro que te haya gustado. Humor y poesía protegen de los aplastamientos.
      Un abrazo

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  4. Como diría mi amigo Arquímedes: todo cuerpo sometido a determinada presión -física- experimenta un "despachurramiento" vertical y hacia abajo directamente proporcional a la materia vital que desaloja.
    Porque la otra presión, la psicológica, a ver quién es el guapo que mide sus efectos.
    Saludos, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, aun no se han diseñado los instrumentos para medir la presión psicológica ni se ha definido la unidad de medida. Supongo deberemos descartar la prensa hidráulica y los bares, ni siquiera los kilopondios nos sirven.
      Salud

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  5. Al igual que a LNJ, me parece un maravilloso poema. Gracias.

    Abrazo fuerte en este hermoso domingo, querido Francesc.

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    1. Muchas gracias querida Andri, celebro que te guste. Se trata de un poema algo jocoso.
      Abrazos

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