lunes, 6 de febrero de 2017

La pedantería en la Baja Edad Media


 
Cuando a finales de la Edad Media, la especulación escolástica pasó de las catedrales a las universidades, surgieron una serie de artistas y sobre todo de teóricos del pensamiento que creían pisar muy fuerte sobre la mística y el simbolismo del arte románico. Se empecinaban en armonizar fe y razón, pero siempre subordinaban la segunda a la primera. La filosofía era sierva de la teología.
Los artistas de la baja Edad Media se esforzaban por elaborar sus obras siguiendo cierta racionalidad en cuanto a la composición y la representación de la realidad, pero todo se venía abajo debido a su excesiva rendición al argumentum ad verecundiam, (argumento de autoridad), falacia que consiste en defender un argumento o una idea como verdadero porqué quien lo ha citado tiene una supuesta autoridad en la materia.

Esta servidumbre hacía que el artista continuara soportando el peso de una estética granítica que gravitaba como una losa sobre el arte desde hacía siglos.

Ya fuera por el uso de la geometría o por el conocimiento de algunas técnicas más o menos guardadas discretamente, pero el caso es que el acercamiento a la razón produjo unas mentes engreídas. Los constructores de catedrales, los orfebres góticos, los canteros y escultores debían servirse de la ciencia y de lo empírico, pero se enredaban en la maraña de la escolástica y producían obras pedantes. Todos ellos tenían la pedantería característica de la escolástica. Les parecía que con aquellos conocimientos técnicos y con la práctica de la especulación escolástica podían volar por encima de los demás mortales, quizás levantar un vuelo gallináceo y llegar hasta la altura de un pedestal.

Sus obras fueron pedantes:
--- Los arbotantes de las catedrales góticas son actos de pedantería estructural

--- Las arquetas de plata repujada son objetos de vanagloria

--- Los vitrales de las catedrales dejan pasar una luz pomposa sobre las cabezas de los fieles

--- Las boquitas pequeñas de las vírgenes góticas son la expresión de la inmodestia.
 


Llevar el símbolo a cuestas y continuar con la petrificación del dogma no hace más que pervertir la expresión de la realidad.

16 comentarios:

  1. No dejan de ser recursos artísticos, amigo Cornadó.
    Un vitral es bello cuando la luz aflora por su parte posterior y nos deja traslucir los colores de la obra, es es su función, al fin y al cabo, que por otra parte es mucho más bella y efectiva que una ventana hueca o una ventada de mármol pulido, así, sin más.
    Un abrazo.

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    1. Sí Miquel, son manifestaciones artísticas. Los vitrales, las representaciones de vírgenes con las boquitas pequeñas... son manifestaciones de un arte medieval que iba tocando a su fin y tenía una gran carga de pedantería. Se perdían en el argumentum ad verecundiam.
      Abrazos

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  2. ¿Y qué dirán de los engendros de nuestra época dentro de varios siglos? Creo que saldremos muy mal parados; si en aquellos la religión y lo dogmas marcaban el canon, hoy, el narcisismo y culto al consumo produce abominaciones sin par.
    Si te leyera Fulcanelli, se haría el hara kiri. Ya sabes que la interpretación de simbología de catedrales, esculturas y pinturas, ha dado ganancias y fama a muchos. En cada época se refleja a la perfección la ortodoxia que marca el poder, y que se proyecta en todas las actividades de la sociedad (a salvo disidentes).

    Abrazos

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    1. Querida Amaltea, dentro de varios siglos probablemente dirán pestes de lo que estamos haciendo ahora, ¡menudos desaguisados!, si aquello fue pedantería lo de ahora es soberbia, si sus especulaciones estéticas acababan en el argumentum ad verecundiam, las nuestras acaban en corrupción.
      Abrazos

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  3. Así es querido Francesc.Pero la pedantería del dogma esta justificado.Ya que hablamos de una época que las clases humilde y no tanto se refugiaban en estos muros.
    .Lo malo es la pedantería de quien tiene poder material y maneja los hilos de este entramado.-Por cierto, este trimestre estamos trabajando iconos y no veas la transformación que les produce estas clases.-Cómo me decía una monja que asistía a clase; que para trabajarlos se tiene que sentir la voz del Padre.-Yo en estas cuestiones ni entro ni salgo me limito a lo que me limito y punto.Pero si que aun hoy en día estos templos y estas construcciones con todo su lote por decirlo de una manera, producen una tremenda curiosidad a quien los/las visita.





    La fe a dosis no es contraproducente lo malo es el fanatismo y se tiene que andar con tiento y más hoy en día que estamos en medio de un fuego cruzado...

    Un abrazo feliz día.

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    1. Amiga Bertha, en algunos periodos de la historia se han producido unos episodios de pedantería. Ocurre después de un periodo simbolista cuando hay acercamiento a la razón, entonces, aflora la vanagloria, naturalmente esto ocurre sin que medie una reflexión sobre la razón misma y sobre su objeto.
      Lo vemos en el arte, un desplazamiento del centro de atención, generalmente de un símbolo a un objeto o cuerpo vivo. (puede ser que este cuerpo sea un “cuerpo enamorado”)
      ¿Qué sentido puede tener una especulación racional que mantenga como principio una entidad no mesurable?
      A mí se me escapan las sustancias espirituales y no puedo razonar sin medir, pues sé que si no mido la realidad sea cae. Sí, más de uno me podrá decir que la sustancia espiritual no cae porque no tiene cuerpo, ni peso, pero yo de esto no entiendo. Tampoco entiendo que esto que no tiene forma ni mesura pueda tener voz.
      El arte simbólico atrae, presenta un misterio que muchas veces es algo exótico y otras veces provoca una atracción que a algunos los llega a zarandear. También la realidad zarandea al más pintado y con todo esto vamos pasando, en mi caso procurando evitar los meneos exagerados.
      No me resulta difícil apartarme del fuego cruzado -fe-escepticismo-, fuego de estopa, para mí son llamaradas espurias, pues todo mi esfuerzo es llegar a alcanzar la espiritualidad de un zapato.
      Un fuerte abrazo

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  4. UNAMUNO decía que un pedante es un estúpido adulterado por el estudio. Algo de eso hay, porque los incultos pueden resultar aburridos, pero los pedantes son inaguantables.

    En este país, según Gustavo Bueno, la crisis tiene mucho que ver por culpa de la ignorancia y la pedantería. Al Sr. Rajoy lo ubicaría con la primera y al Sr. Mas con la segunda...

    Creo que me he apartado bastante de la época medieval en la que comienzan algunos a vanagloriarse en exceso por culpa de la escolástica.

    Salud, admirado Francesc

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    1. Amigo Luis Antonio, coincido con la afirmación de Unamuno. Entre los incultos y los pedantes me quedo con las personas de sentido común.
      Hoy nos hacen falta personas de sentido común, sobra la pedantería, la vanagloria, el engreimiento y la incultura. Nuestros políticos pedantes se creen con derecho a saltárselo todo a la torera y la incultura y enajenación de muchos votantes los encumbra y les siguen en procesión.
      Salud

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  5. jaja mi querido FRANCESC, siempre me asombras con tu rotundidad y tus argumentos, por más fundados que sean, pero es que me hace gracia que consideres pedantes a estos pobres escolásticos... si acaso cuadriculados. Sí, los dogmas empequeñecen .. e imbecilizan bastante, es verdad.

    Lo d las boquitas de las vírgenes góticas .. jajaja eres increíble! Durante nuestra Edad Media la boca era considerada como fuente de pecado y los labios eran reducidos a la mínima expresión, cierto, fíjate las vírgenes y madonas de Jan Van Eyck y Roger van der Weyden, incluso las del renacimiento inicial (las madonas de Giotto) presentaban unos perfiles de labios pequeños y avejentados. El Quatrocento italiano pone al cuerpo humano en el centro del universo. Se retoma buena parte del esoterismo numerológico de la Escuela Pitagórica se considera al cuerpo humano como un pequeño cosmos y al cosmos como un gran hombre. La nueva libertad del Renacimiento se manifiesta en su iconografía, apareciendo las nuevas vírgenes y diosas de Boticelli con labios carnosos, protrusivos y sensuales, huyendo del ideal estético teológico medieval ... fin de la pedantería ; )

    Mil gracias y muchos besos .. nada pedantes, solo cariñosos, sin contrafuertes, ni arbotantes ; )

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    1. Querida María, los escolásticos eran cuadriculados (cosa buena) hasta llegar a la falacia mórbida del argumento de autoridad. Iban desarrollando su especulación y al final llegaban a un símbolo o a algo que no se podía explicar y lo daban por bueno porque lo había dicho algún sabio. Una cuadrícula que se tornaba curva y contracurva desvanecida en el espacio.
      Las mentes, después de un periodo simbolista, cuando se van acercando a la razón pueden caer en la pedantería, esto ocurre si no hay una reflexión sobre la razón misma y sobre su objeto.
      Cuando terminaban los siglos oscuros del medievo y el gótico era la expresión pétrea de la escolástica los artistas cambiaron su atención y su objeto, pasaron del símbolo a la realidad, a veces la realidad no era otra que unos árboles ralos como los que vemos en muchas pinturas del Trecento o prestaron atención a algunos cuerpos enjutos de boquitas pequeñas, estos cuerpos no eran siquiera cuerpos enamorados. Poco a poco llegó la plenitud del Quatrocento y del Renacimiento en fin, pero llegó a medida que el artista atendía a la proporción y a la mesura. La misura umana se convirtió en la mesura del universo. Ahí están Alberti y Brunelleschi, Leonardo y Luca Pacioli, en mi opinión nada esotéricos, más bien escuadra y cartabón. Fin de toda pedantería.
      Besos.

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  6. El Románico en su primitivismo inicial tiene un encanto que la grandeza del Gótico no alcanza, aunque este supere al otro en creces en el tema de la perfección técnica. Otra cosa es que se use la arquitectura con carácter de adoctrinamiento de masas, que también.
    Saludos, amigo Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, en mi opinión el arte románico se alinea con la modorra de las salmodia gregoriana, sus colores planos son la expresión de un discurso plano. El arte gótico se amojona con el sermón y la arquitectura gótica, lejos de ser compleja como aparenta, es la petrificación de la escolástica.
      Salud

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  7. FRancesc. ¿Por qué los arbotantes son como una pedantería estructural? Pensé que eran lo que me decían, un recurso o medio de descargas fuerzas. Pero me descolocas.

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    1. Amigo Fackel los arbotantes son pedantería porque muestran su función estructural de manera ostentosa, salen al exterior del edificio y se adornan con grifos y demonios, si fueran más humildes quedarían integrados en el interior del edificio favoreciendo un espacio interior perfectamente estable. Sacar la estructura al exterior es una voluntad de mostrar músculo, viene a ser como aquellos individuos que son músculo de gimnasio y debajo de su cabeza, generalmente pequeña y rapada, se visten con camisetas ajustadas para que se marquen sus carnes musculadas.
      Con independencia de su pedantería, encontramos arbotantes que son verdaderas joyas arquitectónicas y escultóricas. También hay individuos pedantes que son guapos y visten bien.
      Salud

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  8. Por cierto, ya no las arquetas, sino toda estética y despliegue artístico al servicio dela Iglesia ¿no era para vanagloria, ratificación de su misión divina y demostración de lo católico, en el sentido de lo universal? La Iglesia fue imperialista no sé si tomando como modelo la Roma que ya no pudo ser, o acaso sustituyendo aquella por la nueva Roma de la Fe. Qué cosas.

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    1. Sin duda, Fackel, el despliegue artístico al servicio de la Iglesia fue vanagloria, pedantería. ¡Qué cosas!
      Salud

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