viernes, 16 de septiembre de 2016

Tres escritores malditos y otros que también lo son



Muchacho de Warnemünde. óleo 1907 -Edvard Munch-

François Villon, de nombre François de Montcorbier o de Loges nació en París probablemente en 1431 y desaparecido 31 o 32 años después.
Acusado de asesinar al religioso Philippe Sermoise, su rival en amores, participó en el robo del Colegio de Navarra, encarcelado en el verano de 1461, fue arrestado en 1462, torturado y condenado a la horca, su condena a muerte le fue conmutada y desapareció alrededor de 1463.
Su obra se caracteriza por una gran sinceridad patética. Escribió, El Legad, El Testamento, La Balada de los ahorcados, La Balada de los Proverbios, La Balada del Buen consejo

Thomas Chatterton (Bristol, 1752 - Londres, 1770)
Nunca se interesó por la literatura. Lo que le interesaba era la fama y conseguir dinero con ella. Falsificó textos, engañó a eruditos, hizo pasar escritos suyos por pergaminos del siglo XV afirmando que habían sido escritos por un monje medieval llamado Thomas Rowley, que, como es natural, no existía. Falsificó a falsificadores como James Macpherson. Creó un mundo paralelo de engaños, personajes imaginarios, estafas, sucesos inexistentes. Se suicidó con arsénico a los 18 años.
Es difícil saber qué obras son realmente suyas o se trata de textos apócrifos, ni siquiera sabemos si alguno de los pseudónimos que utilizó eran nombres verdaderos de algún desconocido. Se le atribuyen las obras siguientes: La venganza y Memorias de un perro triste.

Gérard de Nerval (París, 1808 –1855) su verdadero nombre era Gérard Labrunie.
Profesó un culto idólatra a Jenny Colon su amor fatal; tuvo varias crisis de locura que le llevaron a su internamiento en distintos manicomios, en donde, lejos de curarse, su locura se iba incrementando, quizás por la influencia de la lectura de libros de ocultismo, cábala y magia. Una de las situaciones que provocó su internamiento fue el pasear por las calles acompañado de una langosta atada con una cinta azul.
Cortejó a la hija de un jeque de Siria con quien se prometió en matrimonio, en Beirut se enamoró de Salerna una joven drusa; compró una esclava javanesa. Nerval fue un personaje extravagante que vivió en la miseria, durante su existencia sufrió graves trastornos nerviosos, depresión, sonambulismo y esquizofrenia, lo que lo llevó a temporadas en varios hospitales psiquiátricos.
Finalmente se suicidó ahorcándose de una barra en la verja de una cloaca en la rue de la Vieille-Lanterne en París, en 1855.
Su obra es extraordinaria, refleja con gran agudeza y sensibilidad las inquietudes del alma humana. Influyó en la obra de Marcel Proust, Antonin Artaud y a casi toda la literatura surrealista. Escribió: Odelettes. Voyage en Orient., Les Nuits d'Octobre. Lorely, souvenirs d’Allemagne. Les Illuminés. Petits châteaux de Bohème. Sylvie. Les Filles du Feu. Les Chimères. Promenades et souvenirs. Aurélia, ou le rêve et la vie. Promenades et Souvenirs.

Villon fue el antecesor de aquellos herméticos y autodestructivos de la segunda mitad del XIX, los Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Auguste Villiers de L'Isle-Adam o Paul Verlaine.
    Una fuente a la sombra de una adelfa

Si queremos seguir con la nómina de escritores malditos añadamos:

el conde de Lautréamont, Innokienti Ánnienski, Olivier Larronde, Petrus Borel, Alejandra Pizarnik, Charles Cros, Germain Nouveau, Fogwill, Antonin Artaud, Émile Nelligan, Armand Robin, John Keats, Federico García Lorca, Edgar Allan Poe, Raúl Gómez Jattin, Leopoldo María Panero, así como los músicos Jim Morrison e Ian Curtis, entre otros.

23 comentarios:

  1. Y tanto que malditos, por su enfoque personal de la vida, por el desafío de sus sensibilidades frente a la hostilidad de tiempos e historia, por escuchar más su sustancia íntima que las reglas sociales. Mira que esa pincelada de Chatterton me resulta fascinante. Si la literatura es de por sí engaño, ¿voy a condenarlo yo por inventarse mundo, demonios y carne seguramente frustrada? Lo menos fascinante, aunque sea tan literario, el suicidio, obviamente.

    Además, pensemos en cuántos farsantes bíblicos, anónimos o de los llamados Primeros Padres, no habrán existido y nos han hecho pasar como verídica historia lo que no ha sido sino fábula, fabulación, patraña moral, la literatura como engaño ha jugado un papel importante en el pasado y con fines sumamente interesados. No digo más.

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    1. Amigo Fackel, salvando dignísimas excepciones, los escritores malditos me producen un cierto repelús. Admiro la transgresión, la considero casi imprescindible, pero me cuesta admitir los autodestructivos.
      Siempre, sin embargo, prefieres la obra al autor y muchas veces te arrepientes de saber algo de su persona.
      Salud

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  2. Sin el malditismo, la excentricidad o la extravagancia, no hablaríamos de la mayoría de ellos. Tampoco de Baudelaire, Rimbaud, Leopoldo María Panero, etc.
    Un saludo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, la razón de existir de muchas obras de arte reside en la excentricidad o la extravagancia.
      Salud

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  3. Sobre Gerard de Nerval y su "Viaje a Oriente" tal vez te podría interesar esta edición y traducción de Esmeralda de Luis, una amiga del "Archivo de la Frontera" que dirige mi antiguo profesor de Historia Moderna, Emilio Sola Castaño:
    http://www.archivodelafrontera.com/e-libros/viaje-a-oriente-de-gerard-de-nerval/

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    1. Muchas gracias Cayetano, guardo el enlace como oro en paño.
      Un abrazo

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  4. Los malditos que traes hoy, y los que citas al final, pertenecen a la rareza insobornable de escritores que entienden la literatura como una exploración sin sumisiones.
    En la decadencia de la mentira, Óscard Wilde señalaba que la literatura es, a diferencia, de la escritura ramplona, una creación de mundos que emergen del interior, no copia de la realidad, sino que la supera para convertirla en verosímil y verdadera, más que la otra.
    Gracias, Francesc y un abrazo.

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    1. Querida Amaltea, llevan la transgresión en su propia vida y la expresan.
      Salud

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  5. No conocía la obra de los dos primeros citados.
    Es curioso la de Panero, que sale casi siempre a la sobra de los libros de Bolaño.

    Salut

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    1. Miquel, Villon es del Renacimiento y Chatterton es anterior al incendio de Londres, quedan bastante atrás en el tiempo de los moralistas franceses y de los ilustrados, fueron unos antecesores del "malditismo" -expresión que utiliza Cayetano-
      Salud

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  6. Me cuesta entender tantas metáforas y simbolismos escritos por estos incomprendidos, pero no olvidemos que los locos dicen las verdades.
    Buen fin de semana, Francesc

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  7. Muy interesante post, Francésc. Me ha encantado el falsificador de falsificadores.

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    1. Gracias Casilda, celebro que te haya gustado. La historia se repite, se falsifican las falsificaciones, se suplantan las identidades, se altera la realidad de las cosas y si conviene la de los precios, se alquilan pisos okupados, unos estafadores estafan a los estafados... "e la nave va"
      Salud

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  8. Fascinante entrada.Yo pienso que todo poeta,su obra,tiene que ser transgresora,destructora del orden establecido.Buscar nuevas formas de expresar lo ya dicho.Que se le nonbre "maldito"por ello.A mí me encantan muchos de los poetas llamados " malditos", no sus vidas,las obras que nos dejaron.Pizarni,Poe, por nombrar algunos,me encantan.Saludos.

    Blanca.

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    1. Sí Blanca, hay buenos poetas entre los llamados "malditos" sin embargo, la cualidad de "maldito" no es significativa de calidad literaria, hay otros autores alejados del "malditismo" cuya obra es un auténtico monumento, pongo dos ejemplos, Dante y Horacio.
      Salud

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  9. Dante y Horacio, me nonbras a dos poetas rompedores de su tiempo, " malditos" que yo tanto admiro. Salud.

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  10. El terme “poètes maudits” va ser un terme inventat per Verlaine i el títol d’un assaig seu, que va publicar l’any 1884. Però és que, en realitat, Verlaine el que va fer es, d’alguna manera, prendre el terme del primer poema de Baudelaire Les flors del mal. La cuestión central es definir qué es un poeta maldito. Y aquí, nos podemos estancar… poeta maldito/ maldito poeta.

    I aprofito per regalar aquesta frase del Baudelaire:

    Hay que estar siempre embriagado. Esta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del tiempo, rompiendo la espalda y doblándonos hacia la tierra, hay que emborracharse sin tregua. Pero, ¿con qué? Con vino, con poesía o con virtud, como gustéis. ¡Qué más da! Pero emborrachaos.

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    1. Amic Silvano, sabía de la invención de Verlaine. Hoy el concepto "poètes maudits" ya está completamente acotado y aceptado, todos sabemos a quienes nos referimos.
      Siguiendo tu propuesta de definición de los términos también deberemos definir el concepto de "borrachera" y saber qué sustancias la provocan: una "jartá" de vino, un exceso de poesía sensiblera, un arrebato apasionado, un ardor místico o una opción criminal. Te diré que nada de todo esto me seduce.
      Salud

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  11. Parafernalia "literaria" aparte, la verdad es que la vida de la mayoría de los malditos fue muy desgraciada aunque "suene bien" leyendola. Luis M.Pousa

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    1. Luis M. Pousa, agradezco su visita. Sí, absolutamente de acuerdo, la vida de aquellos malditos fue un desastre, la maldición iba con ellos.
      Saludos

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