miércoles, 29 de julio de 2015

La ingravidez de la cúpula esférica


M•AGRIPPA•L•F•COS•TERTIVM•FECIT
Marcus Agrippa, Luciī fīlius, consul tertium, fēcit
('Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo')


Ésta es la inscripción que podemos leer sobre la puerta del Panteón. En ella se atribuye la construcción del edificio al general y político Marco Vipsanio Agripa.

Lo dicho en la inscripción se refiere naturalmente al individuo que pagó la construcción y no a quien lo ideó, dibujó y edificó. Ante los políticos, los arquitectos siempre quedan en segundo plano.

Viendo la magnificencia de esta arquitectura, Miguel Ángel Buonarroti afirmó que el Panteón era un «Diseño angélico y no humano»

No creía que un humano, y mucho menos un político, fuera el autor de un edificio tan bien proporcionado.
 
El arquitecto debía ser un ángel o un serafín, pues es de seres seráficos idear paradojas como la cúpula del Panteón en la que se ha sustituido la clave de la cúpula por un agujero. En efecto, la función de la clave de la cúpula es comprimir con su peso las dovelas y todas las piezas de la cúpula, dando con esta compresión estabilidad al conjunto. Simplificando podemos decir que al quitar la clave, la cúpula pierde estabilidad y se derrumba.

En el caso del Panteón, el arquitecto sustituyó la piedra pesada por un círculo vacío, ingrávido. La cúpula del edificio está formada por cinco filas de casetones de superficie esférica que van decreciendo en tamaño a medida que se acercan al centro. Arriba, en la cúspide, la cúpula está perforada por un óculo de nueve metros de diámetro. Dicho agujero circular permanece abierto, y por él entra la luz y la lluvia.

La paradoja de esta construcción angelical es que se ha sustituido la gravedad por la vacuidad. Naturalmente hay ahí un truco estructural que conocemos pero que no vamos a desvelar. Se trata de un truco geométrico, como casi siempre.

10 comentarios:

  1. Cuando vamos a Roma solemos hospedarnos en el hotel Cuatre Fontanes, en la calle del mismo nombre, a dos pasos del Panteón y a pocos de la Fontana.
    Cuando pregunté por los agüjeros del suelo a un guardia del lugar me dijo que era para el agua de la lluvia, así no se inundaba y que las cañerías conectaban directamente al Tiber.
    Por lo demás poco se de arquitectura, lo que se es que es colosal e inigualable.

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    1. Amic Miquel, aquí el intríngulis es la sustitución de lo lleno por lo vacío, la sustitución de la clave de piedra por un agujero. Como casi todo, la cosa es más simple de lo que parece.
      Salud

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  2. Una duda, Francesc. Esa ejecución o solución arquitectónica de cúpula ¿fue ampliamente practicada en aquel tiempo o constituía una excepción? ¿Se perdió en futuros edificios en la decadencia del Imperio y solo fue rescatado más humildemente por el románico?

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    1. Amigo Fackel, no conozco otros ejemplos de cúpula con óculo en la época romana, si bien no me extrañaría que existiesen pues es una solución que se ha utilizado tradicionalmente en la construcción de aljibes. Lo prodigioso del Panteón es sus enormes proporciones y para mí también el adelgazamiento progresivo de la cúpula y la distribución de los casetones que van aligerando la carga.
      Salud

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    2. ¿Serviría de modelo para Santa Sofía de Constantinopla?

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    3. Amigo Fackel, siempre hay aspectos que se repiten, o puede que sirvan de precedente, sin embargo la organización estructural y el reparto de esfuerzos es mucho más complejo -complicado diría yo- en Santa Sofía. La arquitectura bizantina es un batibullo de intersecciones, donde las cargas se distribuyen sobre los arcos que se forman en la intersección de las cúpulas y los nichos, esto hace que Santa Sofía se vea como una olla de agua hirviendo o como las burbujas de una bañera de un actriz de Hollywood de los años cincuenta.
      Saludos

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  3. No entiendo de técnicas y soluciones constructivas. Solo sé lo impagable de cuanto aprendo a partir de este blog y los comentarios que en él se vierten, tan rigurosos.
    Muchas gracias!
    Abrazo

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    1. Amiga P MPilaR, siempre celebro tus comentarios y que algunas cosillas de las que pongo en el blog te gusten, me ilusiona mucho.
      No creas que sean técnicas demasiado complejas, sólo se trata de buscar el equilibrio para que el edificio no se nos caiga a la cabeza. Casi siempre el sentido común y el sentido constructivo es lo que sustenta las piedras.
      Un abrazo

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  4. Y cuando lo contemplas in situ, con ese óculo de cíclope que todo lo ilumina, te quedas realmente con la boca abierta. Una maravilla.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, coincido contigo, este edificio es una maravilla.
      Saludos

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