miércoles, 1 de abril de 2015

Doy tiempo al tiempo



Doy tiempo al tiempo
mientras observo el péndulo
incesante que da paso a las horas,
que, una tras otra, convocan la certeza
y el albur, a merced del viento salado
del mar que con su oleaje lame
las heridas que me produjo el instinto.

Hoy, los números romanos
dibujados en la esfera esperan
como insectos, que una aguja
inclemente los atraviese en la noche.
Las cifras lamen también el mal
que les produjo el solsticio
y las palabras que el hollín afiló.

8 comentarios:

  1. Yo tengo mis dudas de que el tiempo lo cure todo, salvo la propia vida, que se nos pasa en la espera.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, yo creo que el tiempo no cura ni a la vida, al final ya sabemos en qué acaba.
      Mientras tanto, salud.

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    1. Miquel, estos minutos que suceden uno tras otro no tienen piedad.
      Salud

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  3. Que post mas lindo.
    Que felicidad me produjo leerlo.

    un abrazo llenito de carinio.

    Andri Alba

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  4. El tiempo no lo cura todo, pero sí nos distancia de los sinsabores... No es poco. Las palabras "afiladas por el hollín" acaban perdiéndose en lontananza...

    Saludos

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    1. Amigo Luis Antonio, el tiempo actua de disolvente. Disuelve hasta las geologías más compactas.
      Salud

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