La barbarie no tiene fin.
La incultura, el fanatismo,
el salvajismo, el sectarismo, la intransigencia y la superstición, ligados
generalmente a la religión, son inconmensurables.
Con las acciones de cólera y
de destrucción de las obras de arte y de la memoria de la civilización
conseguirán que justifiquemos la expoliación de los tesoros artísticos.
Sus golpes de mallo y su
intolerancia nos hacen gritar ¡Viva el expolio, viva el museo!
A buen recaudo, guardaditos y
con el mantenimiento y cuidado que se merecen, los restos de la cultura quedarán
mejor preservados que dejados a manos de los fanáticos e intolerantes.
Ellos creen que matan la memoria...pues sí, pueden conseguirlo. De hecho la barbarie del tiempo, de los accidentes climáticos y de la destrucción humana prácticamente lo habían logrado. Destruirán las grandes obras, mercadearán con las pequeñas, taparán las ruinas, pero desde las profundidades de los yacimientos olvidados estallarán miles de risas diciendo: no podéis evitar que hayamos existido.
ResponderEliminarAmigo Fackel, no podrán evitar que hayamos existido, pero las obras las habrán destrozado la mameria y la ésta es el alma de la civilización. Amigo Fackel, ahora que parece que el arte va tocando a su fin, ahora que "tutto è perdutto" debemos aprender de aquellos alejandrinos que se convenciero que no les quedaba otra opción que preservar la memoria.
EliminarSalud
Qué respeto van a tener por las piedras o la cultura si la vida ajena les importa un rábano. Son los nuevos bárbaros. Occidente tiene un reto importante: evitar el efecto contagio. ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, obcecados, intolerantes, la religión les anula la razón y les dirige las manos. Debemos evitar las causas. Lo digo así para no ser demasiado explícito. Otros dicen, poetas admirados, que su odio a la religión no les cabe en el pecho.
EliminarSalud
-Que sordera mental tan grande dónde solo el odio es lo que se escucha.
ResponderEliminarEl fanatismo religioso es capaz de llegar a estos extremos y ademas no hay ninguna lógica simplemente por el hecho de someter a quien no reza con sus mismos ideales...
Un abrazo.
Querida Bertha, es una atrocidad, estoy francamente horrorizado. Machacar y machacar para no llegar a ninguna parte.
EliminarSalud
Homo homini lupus.
ResponderEliminarNo hi ha solució.
Salute, amico.
Estimat Dapazzi, no hi ha solució. L'home és un llop maleït.
EliminarSalut
Cuesta reconocer tanta insania y violencia. Podemos entender que un loco cometa mil tropelías, pero que millones de personas apoyen tal barbarie, prueba hasta que punto estamos ante cerebros dañados y en fase regresiva de evolución biológica. Somos protagonistas del colapso de esta civilización.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Amaltea, somos espectadores callados de tanta barbarie, y somos responsables en tanto que hemos elegido a unos gobernantes que nada les importa, ni la memoria ni la civilización, no parece que tengan otro interés que apoltronarse en el poder y llenar su bolsa.
EliminarAbrazos
Hola Francesc:
ResponderEliminarVaya por delante que entiendo tu bronca y en alguna medida la comparto y vaya por delante también mi más absoluta oposición y desprecio a toda manifestación de barbarie. (dejo lo de “condenar” a cristianos o creyentes, soy ateo hasta las últimas consecuencias).
Pero, como casi siempre, voy a meterme en camisas de once varas.
La barbarie va por barrios. La tradición musulmana cuenta con un antecedente terrible que es la quema de la Biblioteca de Alejandría y la justificación del califa Omar: “Si no contiene más que el Corán, es inútil y si hay algo más, será perverso, por lo tanto hay que quemarla”. La religión siempre ha sido la gran inspiradora de todos los actos de barbarie que ha conocido la humanidad –matanza de judíos el día de San Valentín en Alsacia, 1349 y una de las más bestias, la de San Bartolomé París,1572, matanza de miles de hugonotes a manos católicas-.
Sin embargo, mucho más cerca, tenemos los cientos de miles de campesinos asesinados por el régimen de Stalin -¡¡no por el comunismo ni por el marxismo, si us plau!!- durante los años de la mecanización forzosa del campo. Y, por supuesto la barbarie nazi, con millones de judíos, gitanos y militantes de izquierda pasados por las cámaras de gas, más próximo aún, las grandes matanzas contra sus opositores ordenadas por Pol Pot en Camboya y a poco más de una veintena de años la “guerra de los Balcanes” que además de matanzas como Sbrenica, tenemos el incendio de la Biblioteca de Sarajevo –24-25 de agosto de 1992, 2 millones de libros perdidos, 700 incunables y más de cien mil rarezas bibliográficas, quemaron durante casi tres días-. En este último caso, Juan Goytisolo y Susan Sontang clamaron inútilmente ante la indiferencia casi generalizada de la “inteligentzia” europea.
Siempre ante la barbarie los europeos –sean de la religión que sean- han preferido mirar para otro lado: los habitantes de Auschwitz y alrededores durante 2 años se despertaban y se iban a dormir oliendo a carne quemada, a carne humana quemada y se limitaban a cerrar las ventanas y poco más. Sin ir más lejos, es la conducta de miles de israelíes ante la cotidiana barbarie del Ejército de Isarel en Gaza y Cisjordania
Líbano y Siria fueron colonias francesas, como Palestina colonia británica, con todas las precisiones territoriales que se quieran hacer, su “descolonización arbitraria y forzosa” es parte de lo que hoy estamos observando.
El E.I. llegará tan lejos como se lo permita Arabia Saudí y los precios de mercado del petróleo de aquella parte del mundo. Mientras tanto su barbarie continuará la labor que en las últimas dos décadas comenzaron los talibanes y Al Qaeda financiados durante muchos años con fondos reservados de la CIA y del Mosad.
Lamentablemente la barbarie ha llegado para instalarse definitivamente, sea la del E.I o la occidental. Un apunte final: los indios americanos –desde el norte al sur- podían ser sanguinarios en sus guerras intertribales, pero la tortura física era una desconocida en su prácticas de guerra, los colonizadores españoles, ingleses y franceses los convencieron de las “ventajas” de su práctica.
Los marxistas siempre hemos pensado que el mundo o se encaminaba hacia el socialismo o de lo contrario quedaría la barbarie. Hoy vemos que estamos cada día más cerca de la barbarie y la tenemos a nuestro lado, pro ejemplo detrás de la “Barcelona Guapa”.
Entiendo tu bronca y hasta cierta medida la comparto. Queda por saber “que carajo podemos hacer” de ahora en más.
Como siempre perdón por la extensión, pero no puedo hacer propósito de enmiendas.
Salut
Amigo Hugo, agradezco mucho tu comentario, su extensión y los razonamientos. Confirmamos que la barbarie se extiende a lo largo de la historia y siempre a manos de los intolerantes. ¿Qué podemos hacer? Nada.
EliminarEl hombre es un bicharraco cruel, pendenciero y cada vez que puede morder, muerde. Sólo la educación podría arreglarlo, pero aún así tengo mis dudas. Reclamo una revolución ilustrada pero no creo que llegue nunca.
Salud
Me dejan en fuera de juego.
ResponderEliminarEs imposible que sean buenos gobernantes quienes destruyen patrimonio cultural.
Miquel estos no son gobernantes, son bárbaros con el cerebro destrozado.
EliminarSalud
Estoy recordando ahora una obra de Berruguete en el que vemos a Fray Domingo de Guzmán, quemando en la hoguera los libros de los albigenses.
ResponderEliminarCréeme que al ver por televisión los mazazos de estos últimos sucesos, me puse a llorar.
Buen día, Francesc
Querida Loli, esta barbarie no tiene explicación, provoca dolor y llanto de impotencia. Me han dejado indignado y triste.
EliminarConozco la obra de Berruguete, es la representación de una intolerancia secular, la vergüenza que se va repitiendo. Piras de libros han esparcido sus llamas en los momentos más horrorosos de la historia.
Un abrazo