miércoles, 19 de noviembre de 2014

Lo místico



 Georgia O´Keffee, Abstracción negra, 1927.


El arrebato místico viene a ser algo así como un estado espiritual de “alto standing”. Pertenece a la esfera de la exclusividad, algo que sólo pueden alcanzar algunos seres “tocados” por el rayo de la gracia o por el éxtasis.

Parece ser que los estados de misticismo se producen pocas veces en la vida de aquellos que se mortifican y que andan todo el día a la búsqueda de esta experiencia.

El vocablo mística viene del verbo griego myein que significa encerrar y de este verbo deriva el sustantivo mystikós que significa cerrado o misterioso. Ante esto ya me prevengo, pues bien sabido es que aquello que está encerrado acaba oliendo mal o queda incomunicado.

No sé si los cuerpos místicos huelen mal o no, o son simplemente seres etéreos que no tienen sustancia oliente, el caso es que el espíritu místico queda incomunicado o reduce su comunicación a una sola dirección, esto es una comunión únicamente con un Ser Supremo.

Ya sean mujeres u hombres, artistas, monjas, capellanes o poetas; el caso es que el místico se entera de muy pocas cosas de lo que acontece en este valle de lágrimas. Sabe muy poco de los problemas que tiene el hombre común y nada de lo que es humano le afecta.

Así pues, con estas desafecciones, el artista o poeta místico produce una obra baldía, que, en el mejor de los casos, no es otra cosa que un compendio de atribuciones estéticas baldías.

Fenómenos como la bilocación y los estigmas, creaciones artísticas como las de Blake, Teresa de Cepeda y Ahumada, el fraile Juan de Yepes Álvarez, la monja Hildegarda o la beata Ángela de Foligno, o de todos estos artistas que viven sin vivir en sí y que esperan una alta vida y que dicen que mueren porque no mueren, los atribuyo a probables intoxicaciones producidas por el cornezuelo de centeno, este hongo psicotrópico.

Un espíritu místico, pongamos por caso una monja doctora, puede llegar a creer que, con la locura humana no se va a ninguna parte y que la imaginación  -esa loca-  sólo puede producir situaciones desordenadas que nos apartan del camino recto. La misma monja, en un arrebato encendido en la oscuridad del sacrificio, puede afirmar que el ingenio es obra del Diablo y, desconociendo el esfuerzo del hombre común, quietecita entre las paredes de su celda, proclamar que el trabajo no debe servir para producir nada, sino que sólo sirve para mayor gloria de Dios.

Esta es la exclusividad del místico: asociar imaginación con locura, aborrecer el ingenio y decir que los demás sólo deben trabajar para satisfacer a un Ser Supremo.

17 comentarios:

  1. según George Berkeley las cosas no son sino siendo percibidas por la mente,
    es que lo místico es una excusa bochornosa para justificar un poder basado en el miedo a lo desconocido
    .
    filosofía mi amigo, filosofía, que viene bien tender sobre el campo (como un mantel de picnic) de la poesía
    .
    un abrazo

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    1. Amigo y admirado Omar, misticismo y miedo podrían ir juntitos.
      La poesía puede dar respuesta a muchas preguntas que la filosofía plantea, algo así como la razón poética.
      Salud

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  2. Me has hecho pensar con eso de "poeta místico"...No creo que hayan poetas místicos y no me vale Juana Ines de la Cruz como ejemplo, tampoco acepto Luis de León...
    salut

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    1. Miquel, ni de lejos hablo de Inés de la Cruz ni de fray Luis de León, éstos en todo caso y como mucho, se acercaron por un momento, al erial de la ascética, pero no a la sinrazón de la mística.
      Salud

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  3. Algunos como Bernini confunden el arrebato místico con el éxtasis del orgasmo femenino. Gran grupo escultórico, por cierto. Nuestros amados políticos, alejados de la mundana realidad de la gente anodina, confunden el embeleso místico con otro tipo de "arrobamiento", nunca mejor dicho, que consiste en meter la mano en la caja de todos.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, los hay con poco conocimiento fisiológico. No me refiero a Bernini sino a los que presumían de llagas en las palmas de las manos.
      Bernini fue un gran artista, un escultor, arquitecto y pintor de notable talento. El joven Gian Lorenzo evolucionó desde el manierismo que había aprendido de su padre hasta un barroco depurado.

      Gracias al rigor que exige la práctica de la arquitectura, su arte fue más acrisolado que el de los maestros barrocos que le habían precedido, Caravaggio, Carracci o Rubens que, con su magnífica y delicuescente expresión de cartón, habían abierto la senda del barroco más mórbido y sensual.

      Gian Lorenzo Bernini sufrió los efectos colaterales del Concilio de Trento. En efecto, con el martillo de la Contrarreforma y con el cincel de hierro del dogma destruyó, a golpes de mazo, el orden riguroso del arte del Renacimiento -de Brunelleschi, de Botticelli, de Rafael, de Miguel Ángel.

      Los artistas florentinos amigos de Ficino, buscaban la sustancia espiritual dentro de la materia, esculpían mármoles, arrancaban lo que sobraba del bloque marmóreo para dejar el alma al descubierto.

      Bernini quiso superar la idea neoplatónica y para ello se agenció de mallos jesuíticos y, con el escoplo de la Contrarreforma, acometió a trancazos contra las piedras y retorció columnas convirtiendo un orden compuesto en un fuste salomónico. Exageró la retórica, los ropajes y las filigranas y con todo este material, atenuando la expresión, dispuso bajo unos rayos de oro un Éxtasis de Santa Teresa que es una muestra de exudación sensiblera.
      Salud

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  4. Fino análisis.Lo peor es cuando un pueblo entero se impregna de una idea mística, llámese independencia o unidad de la patria. Entonces ahí si que nos vamos todos al carajo sin remisión.

    Salud

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    1. Manuel, yo creo que hay una gran variedad de perversiones. Creo que se trata de naufragios por el mar de ninieblas que rodea la isla de la razón.
      Salud

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  5. Querido Francesc, no estoy de acuerdo en desposeer a "lo místico" de su capacidad para transformar la realidad, de trascenderla.

    Místico es un sufí, un psiquiatra como fue C.G.Jung, un músico como Satie. Escritores místicos hay docenas, y muchos de ellos no son religiosos en el sentido tradicional. Mircea Eliade, es uno de ellos.
    El místico explora más allá de sus capacidades sensoriales, por encima de la percepción que nos ata a la realidad. Dante fue un formidable místico, también lo fue el físico Newton.
    Creo que la mala opinión del misticismo se deriva de la asociación con la religión católica. El apego al materialismo como única fuente de información es otro dogmatismo. Afinar la percepción, alterarla nos puede llevar a la locura, pero también a la fecunda creación artística.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, no consigo sustraerme de la identificación al uso que se hace del misticismo con los estigmatizados, los arrebatados católicos, los santos bilocados y las monjas que escribían bajo el efecto del cilicio u otras mortificaciones. Probablemente existan otras formas de misticismo, alguna otra he conocido como los versos sufies y las danzas de los girovaros de Conya. Supongo que en oriente hay otros misticismos que desconozco, ya sabes que más allá del límite de los olivos, conozco muy pocas cosas, de todas maneras pienso que el arrebato místico sólo emerge cuando la razón está ausente.
      Es evidente que hay otras formas de aniquilar la razón: sermones, alcohol, opio y otras drogas, pero estos estados de enegenación no los asocio al misticismo, serán en todo caso, alteraciones sensoriales más o menos liberalizadoras y por lo tanto, con efecto eficaz para la creación artística o simplemente para ver las cosas de una manera menos condicionada por la realidad. Reservo para la mística sólo la obnubilación producida por la religión. A las otras formas de enagenación vamos a llamarles de otra manera, por ejemplo demencia productiva o locura perfectamente elogiada. Coincido plenamente contigo en que un afinamiento de la percepción puede ser un "mecanismo" eficaz para la creación artística.
      No creo que Dante ni mucho menos Newton fueran místicos, sus mentes era racionales como un teorema matemático y su obra es un dechado de cálculo. En cuanto a Satie pienso que sus composiciones tienen un sentido del humor tan racional que se fija en nuestra mente como si fuera el binomio de Newton.
      Un abrazo

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  6. Francesc: Estoy de acuerdo con Amaltea en lo del sufismo y además me parece que la mayor parte de la gente que ha escrito aquí sobre mística sabe tanto de el asunto como yo de la Copa de Europa, la Liga y la Liguilla.

    En primer lugar, quien hable de un fenómeno que sólo se produce entre gente relacionada con Dios siendo ateo no podrá menos que llegar a la conclusión de siempre:
    Puesto que Dios no existe, los creyentes son o bien gente cobarde que se aferra a una esperanza frente a la muerte, o bien gente corta de entendederas o bien gente demenciada.

    Y si además uno de esos cobardes o tontos o locos se enrolla hasta las sandalias con Eso que no existe-con cilicio o sin cilicio- ese está de atar.

    Pues bien, niego la mayor.

    Y añado que el hombre más místico, más clarividente, más espiritual, y más relacionado con Dios que he conocido en mi vida era a la vez era el más práctico, el más conocedor de la naturaleza humana, el más activo y el más heroico ser humano que darse pueda. Sus obras son para la humanidad una ayuda grande e indiscutible.

    Su nombre: Vicente Ferrer, cuyo lema siempre fue "ser contemplativo en la acción".

    Por cierto, también fue el hombre más feliz que he conocido. Y el más amado. Y el que más amó.




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    1. Estimada Blanca, coincido con Amaltea en cuanto a que también desde el misticismo se puede transformar la realidad, pero me cuesta creer que con el arrebato místico así, por si solo, se resuelva el dolor humano, creo que el mazo debe acompañar, y bien que el admirado Vicente Ferrer le dio al mazo. "a Dios rogando y con el mazo dando" si no es con eso último, no hay místicas que resuelvan los problemas de salubridad urbana ni la creación artística y esto lo sabía Bach, Buxtehude y el pésimo Berlioz y lo sabía Dante que se hizo acompañar por Virgilio.
      Saludos

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  7. -Desde el punto de vista religioso es una cosa inexplicable y se muestra así mismo: es lo místico.

    Es un sentimiento que aparece como consecuencia de mostrarse el mundo como todo limitado o finitud(cerrado).Con el mundo de la religión los valores absolutos y Dios.Sentirse seguro y pase lo que pase nada puede dañarme.

    Claro que cuando se profundiza más, vienen lo choques porque verlo desde el punto empírico,positivismo lógico o neopositivismo cambia totalmente el concepto de lo místico.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo este estado solo lo aplicaría al sentir religioso y sobre todo en la fe católica(a los elegidos...?)

    Un abrazo.



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    1. Querida Bertha, cuando hablo de "lo místico" sólo me refiero al pensamiento de estos seres “tocados” por el rayo de la gracia o por el éxtasis religioso, muy especialmente el que se da en el catolicismo. Dejo con otras calificaciones otras formas de enagenación, más o menos ascéticas ya sean provocadas por adoctrinamientos o por sustancias alucinógenas. Bien pues, aquellas formas de misticismo (ahora diré religioso) me exaperan por su inactividad y por ser una forma de pensamiento unidimensional.
      Salud

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  8. La primera frase de su escrito
    -El arrebato místico viene a ser algo así como un estado espiritual de “alto standing”- me parece de antología. Creo que esto concuerda con esta idea que usted siempre ha manifestado referente a su rechazo de la exclusividad, esta cualidad de vulgaridad que usted defiende en su lema de "materialismo, vulgaridad y técnica"

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  9. En mi comentario anterior añado que estoy de acuerdo con usted en cuanto a que lo místico lleva consigo una carga de escasez de acción o por lo menos una carestía de dimensión.

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  10. Amigo Aubert, lo de la poquedad de acción lo pude comprobar este verano pasado cuando leía un texto sobre teoría de jardines y sus formas de irrigación a lo largo de la historia. En el cinquecento, cuando los jardineros toscanos y sobre todo los ingenieros de los Paises Bajos habían logrado regar jardines situados en cotas altas, con sistemas ingeniosos y eficaces para subir las aguas, entonces Teresa de Ávila decía que la única manera de regar era rogando a Dios para que enviara la lluvia y que nada se debía hacer desviando el agua de los ríos ni construyendo artefactos del "demonio" para llevar las aguas de aquí para allá. Cuestionaba la construcción de jardines, actividad injustificable para los místicos religiosos. Parece ser que para los místicos experimentales cristianos sólo es justificable el jardín del espíritu.
    Salud

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