Juan Carlos Bardela es un
biólogo de ficción que en su laboratorio de análisis de tejidos orgánicos del
Instituto de Aplicaciones Biológicas (IAB) lleva tiempo haciendo
investigaciones sobre los efectos que ciertas solicitaciones físicas producen
en la piel humana. También ha investigado sobre otros tejidos y tegumentos
orgánicos.
Ha podido comprobar en su
laboratorio que sometiendo un miembro a fricción o rozamiento se produce un
deterioro de dermis y epidermis que acaba en llaga.
Definitivamente ya podemos
afirmar que
el roce no hace el cariño.
Ahora se ha podido comprobar
científicamente, aquello que en abril de 2010 mi amigo El Naufraguito afirmaba:
EL ROCE HACE LA LLAGA
Podríamos sacar una conclusión filosófica del asunto, un silogismo...
ResponderEliminarSí, amigo Miquel. Mi amigo "El Naufraguito" ya hizo su aforismo "el roce hace la llaga". El Naufraguito es un sabio, además acaba de publicar el número 99 de su revista, ¡un auténtico prodigio, ha llegado casi al centenar!
EliminarSalud
Hay pieles como lijas del siete, realmente peligrosas, como la de los tiburones.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, yo creo que entre el instrumental utilizado por Juan Carlos Bardela en su laboratorio de análisis de tejidos orgánicos del Instituto de Aplicaciones Biológicas (IAB) hay diversos tipos de lijas y abrasivos.
EliminarSalud
De vegades ni tan sols fa falta la frega per a produir-se la llaga,
ResponderEliminarAmb una mirada hi ha prou, supose que les mirades també son fregar-se d’alguna manera.
Salut.
Sí, amic Dapazzi, hi ha mirades abrasives i irritants.
ResponderEliminarSalut
Sí, amigo, es como en el amor; el roce puede hacer la llaga, pero también calienta y hace que surja la llama.
ResponderEliminarAmigo Terly, el amor con sus chispas de pedernal incendia hogueras
EliminarSalud
El título es muy bueno, y lo que afirma todavía mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias querida Amaltea, los materiales abrasivos pueden servir para producir llagas o para limpiar sartenes, hay que tener cuidado con no levantar la piel o con no cargarse el antiadherente.
EliminarUn abrazo
Es que insistir mucho sobre algo acaba levantando ampollas.Es una reflexión que da mucho juego verdad.Ya eso de que el roce hace el cariño yo siempre he pensado que hace falta un poco de distancia para ser uno mismo de vez en cuando.
ResponderEliminarComo hay miradas que matan u ofende y dañan mas que las palabras.Muy interesante este tratado de las llagas.
-Pero si que es verdad que hay que tener mucho cuidado con ciertas sustancias y sobre todo con las tinturas porque a veces son verdaderas lijas en ciertos tipos de piel.
Un abrazo.
Coincido contigo amiga Bertha, cuando nos situamos a cierta distancia, evitamos el roce y además vemos la realidad con perpectiva y vemos que casi todo fuga, fuga hacia unos determinados puntos, muchas veces a un solo punto de fuga. Amiga Bertha, fugacidad.
EliminarUn abrazo.