Con Platón tengo la prevención de un tendero. Sólo
con la mentalidad objetiva de un "botiguer" puedo entender esta
voluntad del filósofo de echar a los poetas fuera de su República.
El
filósofo formula preguntas que sólo la poesía las puede responder y las
responde desde el caos, desde una mirada analógica, bien pues, si las preguntas
se van contestando, llega un momento que el filósofo se queda sin producto que
vender y entonces le echa la culpa a ese poeta incordiante y le da el portazo.
Y si la poesía no facilita respuestas, al menos coopera una y otra vez en replantear preguntas que, acaso, es lo suyo. Salud
ResponderEliminarAmigo Fackel, creo que responder con una pregunta no respeta las buenas maneras, pero creo, sin embargo, que muchas veces resulta muy eficaz dejar las buenas manera a un lado y proseguir.
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Parafraseando a Cernuda, cuando dijo aquello de que "el amor es una pregunta cuya respuesta no existe", la poesía es un lenguaje que la racionalidad no entiende.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, a mi me cuesta mucho -diría que imposible- entender algo si no es con la razón, otra cosa es la racionalidad que ahí ya no entro. De todas maneras te diré que un arte que va directo a la mente me produce una emoción más duradera. Mi amigo el poeta José Florencio dice "la razón de la sinrazón que a su razón se hace".
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En mi opinión, modesta por fuerza pues soy muy ignorante, la diferencia entre poesía y filosofía radica en la manera que ambas tienen de afrontar el enigma: La filosofía pretende resolverlo, la poesía vivirlo.
ResponderEliminarSalud!
Amigo Loam, creo que la filosofía nos enseña a pensar sin limitaciones, no creo que nunca presente solución a nada, pues este no es su cometido. La poesía proporciona, por lo menos, un goce estético y una protección intelectual extraordinaria.
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Quizá lo que teme el filósofo es que el poeta pueda llegar en último término a hacer preguntas tan importantes como las suyas, por la vía rápida de la inspiración, del trance: con el trabajo que le cuesta a él plantearlas con un mínimo de rigor.
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Manuel amigo y admirado poeta, está claro que las preguntas que plantea el poeta, si lo hace, son diferentes a las formuladas por el filósofo. Éste, ética o estéticamente, penetra en el tuétano, el poeta indaga en la profundidad de la superficie, muchas veces esta superficialidad tiene la hondura de los infiernos.
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La poesía no facilita respuestas pero incita a las preguntas, que es la verdadera función del filósofo.
ResponderEliminarPlatón, digan lo que digan, era un personaje preocupado por la política, y la política si que no ha sido nunca buena consejera de la poesía.
Salut
Miquel yo creo que el cometido del filósofo es plantear preguntas, pensemos en Sócrates. El poeta muestra el sentido de la rosa.
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Un filósofo puede ser un maestro y un amigo de nuestra inteligencia. Pero un verdadero poeta es un hermano de nuestro corazón y de nuestra alma. Por eso podemos tomar sus emociones como propias.
EliminarQuerida Blanca, coincidimos completamente. Compañeros de emociones, una verdadera hermandad.
EliminarSalud
Mi saludo y mi reconocimiento. Ha sido un placer darme un paseo por este jardín de poesía y pensamientos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Terly, agradezco tu comentario y te doy la bienvenida como seguidor de mi blog.
EliminarTe envio un correo electrónico.
Saludos
En suma: ¿Poetas resentidos, como siempre a lo largo de los siglos, y de ahí el poema doblemente sentido, es decir, resentido?
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