viernes, 3 de octubre de 2014

Regalemos felicidad




Si quieres regalar unos momentos de felicidad a los demás no tienes más que contarles tus desgracias. En general, el prójimo se regocija con el mal ajeno y se lo pasa bien viendo como los otros sufren o se accidentan.

Diles que estás mal de amores o que te has arruinado y harás feliz a tu vecino.

Cuando una mula se retuerce una pata y se cae, los ciudadanos que la ven suelen exclaman: ¡ay pobre animal!, pero si el que se cae es una persona, oiremos más de una risotada.

El mal proporciona dolor al que lo padece y felicidad a muchos de los que lo contemplan.

Pensándolo bien creo que no está mal valorar esta dimensión del dolor. Me refiero al factor positivo de proporcionar alegría al espectador, y si no podemos remediar el dolor que sufrimos, sí que podemos dar un poco de alegría al tontorrón que se alegra de nuestros males.

Los medios de comunicación conocen esta afición del tontorrón por el dolor del prójimo. Saben que el trancazo que se pega un piloto contra el muro genera espectáculo y no tardan ni un minuto, ni escatiman ningún esfuerzo en ofrecer sangre y dolor a la visión de los ciudadanos. Y el espectáculo continúa, y cuando nada malo ocurre ni en los circuitos, ni en los parlamentos, ni en las calles se suele decir que estamos en un estado de aburrimiento. ¿Será de “aburramiento”?

19 comentarios:

  1. No sé si és felicitat, em costa digerir que algú pugui ser feliç mentre un altre pren mal. Si algú cau i la situació és còmica i no a pres mal i ell riu, probablement jo també riuré llavors, però si està seriòs, o s'ha fet mal ho trobo de molt mal gust, penso que alguns riem per alleugeurar la sensació de ridícul, sobretot quan caiem nosaltres mateixos. Vull pensar que qui riu o és per això o perque no son conscients del mal alié, llavors sí, com els burros perque ells no saben quin és el teu dolor...

    Bon cap de setmana, Cornadó.

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    1. Amiga Gemma, al llarg de la història s'ha fet espectacle del dolor aliè, abans al circ romà i avui a les televisions.
      Salut

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    2. Somos malos de remate.
      Y sin solución

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    3. Sí PMPilar, yo creo más en Voltaire que en Rousseau

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  2. Por eso y solo por eso, mi ex jefe, un verdadero cruel, me decía siempre.
    Miquel....nunca des explicaciones.

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    1. Miquel ese jefe tuyo utilizaba la lógica de la crueldad, esto es algo muy propio de los jefes.
      Salud

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  3. Como te decía... ¡que los divierta su padre!
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, es cuestión de hallar el valor positivo de las desgracias. O sea una miseria de valor.
      Salud

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  4. Desde los albores de la Humanidad el motor de que se ha servido el mundo malo malo mundo peor imposible, ha sido el morbo por el mal ajeno.
    Y cuánto más cuanto más sufra el infeliz vecino, incapaz de vernos la doble cara oculta

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    1. Amiga PMPilar, "revolcaos en el mismo lodo todos manoseaos"
      Salud

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  5. existeix un plaer innegable en alegrar-se de les desgracies dels altres, només que si és en el cas d'una caiguda, és que la rialla per la ridiculesa de la situació no es pot evitar.

    salut

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    1. Amic Puigcarbó, en aquest plaer malèvol fonamento això de "regalar felicitat", si li expliquem a un altre els nostres mals el farem content i feliç, vet aquí l'ús pervers de la condició humana.
      Salut

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  6. Tristemente es así. La desgracia o el infortunio ajenos proporcionan compensación (no quiero pensar que también placer) a mucha gente. Partiendo de que España es un país de envidiosos (no quiero decir que otros no lo sean, pero hablo de lo que conozco) la gente se solidariza menos con la satisfacción de una labor que con el fracaso de un proyecto del otro. Lo de los éxitos y fracasos que salen en televisión...no sé si tiene mucha culpa de que eso se hiperdimensione o si solo es reflejo de nuestra idiosincrasia y olé. Ay, ené.

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    1. Amigo Fackel, parto de la convicción de que la condición humana tiene un origen maligno y que a lo largo de la historia ha ido empeorando, No espero nada y sólo veo crueldad, así que intento encontrar un modo de satisfacer al prójimo y si esto se consigue contándole las desgracias propias, pues, que se divierta el tonto de remate.
      Salud

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  7. No me quiero poner a escarbar demasiado porque si no lo mismo acabamos mal, pero siempre he tenido la ligera sospecha que eso a lo que aludes tiene que ver, de alguna forma, con el sentimiento de culpa alimentado por algunas religiones. No es nuevo, ya en la antigua Mesopotamia se empeñaban en creer que todo lo malo que pudiese acontecer al individuo había de venir dictado por una falta, consciente o no, precedente. De creer que el dolor es un castigo, es decir una reacción provocada por una acción, a dar la espalda al desgraciado que lo sufre y hacerle objeto de chanzas (para mostrar nuestra reprobación, pues si goza de mala suerte ha de ser una pésima persona) hay un paso. Mi teoría es que quizá después el hábito se afianzase con el tiempo hasta acabar convirtiéndose en un mecanismo reflejo. O no, claro. Lo mismo la explicación resulta mucho más sencilla y simplemente nos reímos del mal ajeno porque no somos tan buena gente como aparentamos. Abrazos.

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    1. Coincido amiga Guiadalupe, coincido. Yo también he tenido esta ligera sospecha, una cierta moral religiosa que echa leña al fuego de la discordia, eso con independencia de mi convencimiento de que el ser humano atesora una crueldad atávica. Por otra parte parece comprobado que en nuestra evolución, en el incremento de los 400 cm3 a los 600 cm3 de volumen de nuestro cerebro, fue posible gracias a la crueldad y a la capacidad que desarrollamos para tirarnos pedruscos por la cabeza y eliminar a nuestros congéneres. Luego más adelante conseguimos llegar a los 1850 cm3 de capacidad craneal perfecionando la barbarie.
      Salud

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    2. Capacidad craneal directamente proporcional al grado de violencia... Lectura esperanzadora, porque cada día que pasa da la sensación de que el ser humano andase perdiendo coeficiente intelectual. Bueno, quizá sólo algunos seres humanos. Bueno, quizá ni siquiera tan humanos. Besos.

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  8. Mal de muchos, consuelo de tontos. Magnífico esto del "aburramiento", estas son las palabras que la RAE debería de tener en cuenta, en vez de Whatsup.

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    1. Amigo Manuel, podríamos decir "mal de muchos, diversión de tontos"
      Un abrazo

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