martes, 11 de marzo de 2014

Gorgona



Me obligas a contemplarte
día y noche. 

Cruzaremos las miradas
con peligro
en un jardín de magnolias.

Me observas desde de los fondos
insondables
de los océanos, y mi ansia
de centellas
me desorienta en las horas
de escorpiones.

Sabes, Gorgona, que tengo
mil ardides
que me amparan de tus ojos
de granito.
Mi escudo de bronce antiguo,
los colores
verdes de Lorenzo Lotto
y los rojos
de Tiziano me protegen
con su arte. 

Con ellos y con las piedras
de la Grecia
clásica, hoy me enfrento
a tu rostro
y rehúyo tu fijeza
que me hiela
el tuétano y petrifica
mi deseo.

17 comentarios:

  1. "Terrible- Gorgona "produce una especie de desazón y de morbo:antes se solían poner mucho en las villas antiguas sobre todo en las fuentes como boca de agua; en el mundo Clásico contra el mal augurio.

    Preciosa evocación.

    Un abrazo.

    Un abrazo

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    1. Querida Bertha, la mirada terrible de la Gorgona petrificaba. Creo ver un cierto parangón con las palabras de Rilke. Continuaré dándole vueltas.
      Un abrazo

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  2. Me atrae el escrito.
    ¿ Qué es lo que tiene que yo no se descifrarlo ?
    Un abrazo grande...y gracias
    salut

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    1. Amic Miquel, no sé Miquel, no sé. Ocurre, a veces, con la poesía que la captamos y sin asimilarla se fija en la mente y al cabo de un tiempo rememoramos por analogía. No sé, Miquel, es un fenómeno raro.
      Salud

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    2. A mi modesto entender, la Gorgona representa una suerte de nihilismo extremo, algo así como lo consumado, la perfección negativa, la vida fosilizada, los "ojos de granito". Y el arte un antídoto, la expresión de la vida misma.
      Salud!

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    3. Amigo Loam, el arte puede ser el escudo que nos protege de la mirada de la Gorgona, la mirada terrible de la belleza.
      "La belleza es el principio de lo terrible"
      Salud

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  3. Caravaggio, impresionante. Me obliga a contemplarlo
    día y noche.

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    1. Amic Dapazzi, es impresionante esta obra de Caravaggio, con sus ojos nos obliga a contemplarla.
      Salud

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  4. Es seductora desde el principio, aunque voy a darle más vueltas porque eso que dice Bertha del morbo contiene un matiz interesante y poco estudiado por mí; me planteo lo horrible de la belleza,lo terrible que nos impresiona al tiempo que rehuimos de su fijeza, sin éxito como ves jajaj
    Un beso fuerte

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    1. Amiga Gemma tal como le comenté a Bertha, los ojos de la Gorgona me recuerdan los versos de Rilke cuando afirma que la belleza es el principio de lo terrible.
      Salud

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  5. ¿Merece la belleza el poder de sembrar espanto? Prefiero la fealdad acogedora, la que no hiere- y existe- aunque parezca mentira. Ahi están esos personajes literarios aborrecibles, feos, desagradables a los que acabamos amando porque brillan una vez traspasamos la primera capa.
    Lo supo Chejov, ni hay más leer sus relatos.
    La belleza, si es terrible, se convierte en horripilante máscara.

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    1. Querida Amaltea, hay una fealdad cotidiana con la que nos acostumbramos y llega a resultarnos amable. La belleza así, a lo bruto, directa y sin velo, es algo que, por lo que dicen, no podemos soportar, pero disponemos de una artimaña muy eficaz que permite que nos acerquemos a ella, se trata del arte, con mayúsculas.
      Un abrazo

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  6. "Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible".

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  7. ...desnuda en tu ideal, seré tu dueño...Gorgona, animal hembra...

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    1. Mi querido Manuel Maria. Animal hembra, Gorgona, bestia que petrifica.
      Salud

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  8. Últimamente no sé qué me pasa con el "Chrome" que algunos comentarios que hago son "engullidos" y no vuelven a aparecer más. Así que, como ahora hago, cambio de navegador a ver si tengo más suerte.
    Me traes a la memoria esos "péplum" que veía de niño, entre atemorizado y divertido, donde se mezclaban mitos grecorromanos diversos con la historia principal. Y siempre había un cíclope y una Medusa y un Perseo avispado de escudo bruñido que devolvía el golpe. La Gorgona de tu entrada, admirable gracias al maestro Caravaggio, me recuerda a esas señoras que contemplan horrorizadas el recibo de la luz.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, esto del éter informàtico juega malas pasadas, no quiero pensar que ocurriría si la Gorgona lanzara sus rayos petrificantes contra la red virtual. Lo del recibo de la luz es genial.
      Salud

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