miércoles, 17 de abril de 2013

Capitel corintio

En estos días de primavera podemos ver este espectáculo helenístico en el centro de Barcelona. Es bellísimo.



Se atribuye a Calímaco la creación del capitel corintio. Cuenta la leyenda que el escultor se inspiró viendo la tumba de una doncella en donde habían colocado una canastilla de mimbre que contenía algunas de las pertenencias de la muchacha. Al pie del cesto había crecido un acanto que, oprimido por el peso, retorcía sus hojas. Al ver los retorcimientos, Calímaco quedó prendado y cinceló el magnífico capitel.
Marco Vitruvio Polión (siglo I a.C.) en su obra “Los diez libros de Arquitectura”, lo cuenta así:

El tercer orden, llamado corintio, imita la delicadeza de una muchacha, pues las muchachas, debido a su juventud, poseen una configuración conformada por miembros delicados y mediante sus adornos logran efectos muy hermosos. Dicen que el descubrimiento del capitel corintio fue así: una muchacha de Corinto, ya de cierta edad para contraer matrimonio, falleció a causa de una enfermedad. Después de sus exequias, su nodriza recogió unas copas que le gustaban mucho a la muchacha cuando vivía y las puso todas juntas en un canastillo de mimbre, que llevó a su sepulcro; las colocó encima y con el fin de que se mantuvieran en buen estado durante mucho tiempo, las cubrió con unas tejas. Casualmente colocó el canastillo sobre la raíz de un acanto. Con el tiempo, las raíces del acanto, oprimidas por el peso, esparcieron en derredor sus hojas y sus pequeños tallos, al llegar la primavera; sus tallos crecían en torno al canastillo y por los lados salían al exterior bajo el peso de las tejas, lo que obligó a que fueran formando unas curvaturas o volutas en sus extremos. Calímaco, llamado katatēxítechnos  por los atenienses, gracias a la exquisitez y primor de sus tallas de arte marmóreas, al pasar delante de este sepulcro observó el canastillo y la delicadeza de las hojas que crecían a su alrededor. Quedó gratamente sorprendido por esta original forma de las hojas y levantó unas columnas en Corinto, imitando este modelo…

Está claro que el retorcimiento de las hojas de acanto alberga los componentes más gratos y bellos del barroco y del romanticismo. A saber: maraña de curvas y contracurvas y sentimentalismo de cementerio.

17 comentarios:

  1. Tuve intención de comprarme el libro en la feria de libros de este año pasado en el P de Gracia. Una edición del mil setecientos y pico. El precio se me hizo prohibitivo.
    Es un libro que lo tengo pendiente.
    Un abrazo. Como siempre, un placer leerte.
    Salut

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    1. Miquel, los acantos han crecido junto a estas tumbas de la plaza Villa de Madrid, es muy bonito. En cuanto al libro te diré que hay ediciones recientes que no están nada mal, y el precio es asequible.
      Salud

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  2. Si , me he dado cuenta de que es el cementerio romano. Muy buena la comparación.
    Por cierto, he optado por adquirirlo por internet que me salió bien de precio.
    Un abrazo

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    1. Miquel, estos día da gozo verlo, los acantos estan verdes y preciosos y las tumbas imperturbables como siempre.
      Ya dirás Miquel cuando tengas el libro. Los dibujos de Vitruvio (también se puede escribir Vitrubio, los estudiosos no se ponen de acuerdo) son una maravilla.
      Salud

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  3. Gracias por descubrirme la hermosa historia que inspiró a Calímaco su célebre capitel.

    Preciosa entrada.

    Salud.

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    1. Amiga Salamandrágora, es hermoso que una bella leyenda acompañe el nacimiento de una bella obra de arte.
      Salud

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  4. De este mísmo escultor se le atribuye la estela funeraria de Hegesón y se ve perfectamente una mujer sentada en una klismos las famosas silla griega.

    Que me gustan a mí estas leyendas tan cargadas de buen gusto!


    Se dice que la tumba de esta joven era de la hija de un arquitecto heleno que se quedo fascinado al ver estas volutas queparecian manos.y por cierto las florecillas son muy bonitas.

    Sea verdad o no Francesc: los capiteles Coríntios son preciosos y las hojas de acanto en el mobiliario para mí son excesivas como muy recargadas pero :para gustos los colores.

    Un saludo feliz jueves.

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    1. Querida Bertha, Calímaco fue un escultor y orfebre muy detallista, se le han atribuido muchas obras, aunque no de todas ellas se puede asegurar su autoría.
      Parece de hizo una lámpara de oro y una palmera de bronce para el templo de Erecteion, aunque esto es difícil de poderlo asegurar con certeza pues, este tipo de elementos correspondientes a las artes decorativas, pertenecen más bien al periodo helenístico y no a la época clásica en la que vivió Calímaco.
      Se dice también que fue autor de las Bailatinas de Laconia y de la estatua de Afrodita de Fréjus y parece ser que el propio Pericles le encargó las esculturas del friso del templo de Atenea Niké.
      En mi opinión el clasicismo de Calímaco anticipa ciertos rasgos estilísticos del helenismo, el propio capitel corintio es ya un ejemplo de ello.
      Salud

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  5. Y además ha sido un objeto de decoración secular. En mi ciudad hay muchos edificios del XIX y primeros años del XX con ornamentación de la hoja de acanto ¡y de la rosa! por doquier. He oído en alguna ocasión que ambos eran símbolos de transmisión de la masonería y en general de los arquitectos. ¿Es así?

    Gracias por esa reivindicación de la natura como madre y maestra.

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    1. Amigo Matías, el orden corintio se ha utilizado mucho en arquitectura y en decoración, el cánon de composición de la arquitectura clásica, más aún la neoclásica, dice que el corintio debería colocarse en la tercera planta, reservando para las dos inferiores el dórico y el jónico. En cuanto a la hoja de acanto hay que decir que la encontramos en muchos conjuntos de ornamentación, la masonería la ha utilizado pero esta sociedad discreta suele utilizar otros elementos más simbólicos por ejemplo la letra G, la escuadra, el compás, y otras elementos representativos de la masonería operaria.
      En el escudo de los arqutiectos aparece el compás por razones obvias y debajo de él hay una rosa.

      Salud

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  6. Es una gozada pasar por aqui,!mira que te enteras de cosas¡. Yo tambien voy a intentar adquirir ese libro del que hablais, y referente a la foto y la leyenda una pasada.
    Pasar un buen dia-noche.

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    1. Gracias Depazzi. Miquel parece referirse a un ejemplar antíguo del "Diez libros de Arquitectura" de Vitruvio, es un libro de gran formato con dibujos preciosos, existen ediciones antiguas muy caras, pero hay otras más modernas de precios más asequibles. Yo creo que tengo una edición en pequeño que no me resultó cara y unas fotocopias de tamaño A3 de las láminas antiguas.

      Salud

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  7. Me parecen más hermosas las columnas cuando han perdido parte del fuste y están en perfecto estado de ruina. El paso del tiempo queda patente sin perjudicar, al contrario, dándole una luz a la piedra que solo puede adquirir cuando los años y acontecimientos le han pasado por encima.
    Y como siempre, gracias por enseñar al que no sabe.
    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, yo creo que lo que admiramos es esta pátina que ha dejado el tiempo y que parece expresar todas las vivencias que han ocurrido por el lugar.
      Al final resulta que somos amantes de las ruinas.
      Salud

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  8. Hola Francesc,
    Desde algún blog pinché y caí en tu magnífico espacio que es de los que suelo calificar como "lujo en la blogosfera".
    Me ha encantado este post y los magníficos comentarios.

    Saludos y feliz semana

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    1. Pilar, celebro que te haya gustado y agradezco tu comentario.
      Te doy la bienvenida como seguidora de este blog.
      Salud

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  9. Les visites al teu blog sempre enriqueixen aquella part que no he cultivat tant, però que em fascina tant com les lletres. L'arquitectura és important fins i tot en la composició de versos i/o relats, creu-me. Potser per això em fascina tant aquest llogarret teu, benvolgut amic Francesc.


    d.


    PS: pel que fa a Cad(Intermit)ència), té l'estranyesa de molts intents de sonet que van sent habituals en el meu espai: versos sense còmput sil·làbic, amb o sense rima, sols amb el ritme del contingut, si és que ho aconsegueixo... Gràcies, però, per les teves visites. Sempre són benvingudes i reconfortants.

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