martes, 1 de enero de 2013

En este ocaso, cuando la luz traiciona




En este ocaso, cuando la luz se oculta

entre las copas de rumor pardo,

preferirías que todo anocheciera,

pero el alba urgente que mañana despertará

y la algarabía de la calle te traicionan.



Los contemplas tras la ventana,

todos contra todos, en el ingente

combate por la provisión del pan,

pero la sonrisa de fariseo del vecino

y el beso apócrifo de Judas les traicionan.



Abasteciste tus alacenas con el arte

y la razón y tus pasos anduvieron

por la senda peligrosa, sorteando

la acometida constante de neones,

de candilejas y baratijas que traicionan. 



En este ocaso, cuando la luz apunta

más allá de la aurora y la humedad

te acerca el aroma del crisantemo,

observas las fachadas decrépitas

con sus desconchados que traicionan.

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