viernes, 25 de mayo de 2012

La certidumbre de Caravaggio




Confesado, en varias ocasiones, mi rechazo al Barroco, declaro mi admiración absoluta a Caravaggio. 


Opino que la obra de este artista barroco es anti-barroca. No parece derivar del manierismo ni se complace en la disolución del espacio, su obra apunta a la vanguardia. Sería una línea trazada desde el simbolismo hermético de Antonello da Messina, Piero della Francesca y Giorgione hasta la transgresión de Goya. 


En Caravaggio, sin embargo, el simbolismo no oculta el valor estético y no crea la confusión que la curva y contra-curva de los barrocos confieren a la obra de arte. En Caravaggio no hay incertidumbre.



18 comentarios:

  1. Cierto, querido amigo Francesc, hay en Caravaggio (lo dice uno desde su perspectiva de admirador del arte y la pintura) una especie de designio trágico que lo colocó en la vanguardia de su tiempo, a contraluz.

    Salud.
    Manuel

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    1. Sí, amigo Manuel, Caravaggio tuvo que decir a los barrocos cómo era la realidad.
      Pero yo ahora quiero aprovechar para reivindicar la obra de Caravaggio y no la anécdota de Caravaggio hombre. La crítica anglosajona se regocija con las hazañas de los artista y parace traerle sin cuidado el valor de la obra de arte.
      Salud

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    1. Caravaggio és sorprenent, i ho és per tactar la realitat sense concessions.
      Salud

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  3. ¿Dices una linea trazada desde Antonello da Messina, Piero della Francesca...? ¿No se contradicen con Caravaggio?
    J. Aubert

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    1. En efecto, Aubert, hay contradcicción estilística, pero yo no quería referirme a los lenguajes formales sino a la voluntad de transgresión y de presentar su arte como una ventana abierta a la expresión, ya sea de la belleza como en della Francesca, ya sea de la realidad amarga como en el caso de Caravaggio.
      Salud

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  4. Una vida tan novelesca a la fuerza contagió su obra. Un pasional que dejó parte o casi todo - y aun le sobraba- su furor en la pintura. Desde luego, no podía pintar angelotes, o sí pero a su manera. Cuentan que Caravaggió rechazó el agua bendita en la iglesia de la Madonna del Pilero, cuando preguntó para qué servía, para borrar los pecados veniales le dijeron. ¡No es necesario, los míos son todos mortales!

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    1. Querida Amaltea, la circunstancia personal de Caravaggio ha hecho correr ríos de tinta, fue un personaje vital y contravertido y esto ha sido demasiado destacado por la crítica anglosajona que se complace en las aventurillas, en la exaltación del hipocondrio, en las trifulcas de artista, en la maraña de odios e iniquidades, pero yo ya sé que tu admiras la obra de Caravaggio por encima de todo este material.
      Salud

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  5. Ah¡ mágica palabra, la ex-presión, es un compendio de muchas, de demasiadas, cosas. La trans-gresión es mas simple.

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    1. Sí Lamarderemuée, Caravaggio fue un transgresor, esta línea de transgresiones
      que va de Antonello de Messina a Goya es la que apuntava en la respuesta al comentario de J. Aubert, expresado más arriba.
      Salud

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  6. Sígueme gustando el bárroco, aunque reconozco su forma teatral de ver la vida...Caravaggio es otro proceso, otra manera de pintar, incluso de reflejar la realidad, mucho más natural ( a mí parecer) y más cruda...Hay quien le llama tenebrismo...Salut

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    1. Amigo Miquel, ya sabes que el barroco no es lo que más me gusta del mundo, yo creo que todo en el barroco es tópico y pretencioso en el mejor de los casos, pero en general no es más que un fardo de pingos y perigallos dispuestos de manera retórica y almibarada.

      El barroco disuelve la forma en un sinfín de volutas, de curvas y contra-curvas, nada se concreta, solo lo superfluo, el criminal adorno, la imprecisión, la desmesura y la ruptura del equilibrio.

      La arquitectura barroca diluye el espacio en la forma y la forma se disgrega en garambainas insoportables.

      En las artes del espacio (pintura, escultura, arquitectura) el barroco provoca un empalago cargante, es una especie de saturación de caramelo, de edulcorante insoluble o de sacarina sintética pegajosa.

      Más que teatral, el barroco es teatrero. Un espectáculo que fatiga. Su verismo retorcido de cartón piedra produce una comicidad chusca.

      El artista barroco especula de espaldas a la realidad humana. Especula.

      El barroco ha contribuido a falsificar y desfigurar la autenticidad luminosa y la mesura clásica del hombre mediterráneo.

      Y ahora digo que considero que Caravaggio es un anti-barroco.
      Salud

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  7. Caravaggio, estoy de acuerdo contigo, se adelanta a su tiempo. Se aleja de ese amaneramiento del barroco y nos presenta las escenas llenas de pasiones humanas, muy terrenales. Me gusta su luz, sus luces y sus sombras son impresionantes!.
    Un abrazo y gracias!

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    1. Amiga Tati, agradezco tu comentario y esta mención que haces sobre el tratamiento de la luz y de la sombra que hace Caravaggio.
      Salud

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  8. Querido Francesc,
    estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. También para mi el barroco me supera pero admirar a Caravaggio me resulta siempre un placer maravilloso.
    Un abrazo.

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  9. Querida Beatriz, a mi entender Caravaggio se colocó en una posición extra-estilística, quiero decir que su obra se desarrolla al margen del lenguaje artístico de su época, él atiende a la realidad tal como la ve, con sus luces y sus sombras.
    Salud

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  10. Un artista fascinante; un hombre fascinante. Siempre se me ha antojado uno de esos creadores especialmente... transparente. ¿Quién sabe si se habrá entendido? Abrazos.

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    1. Amiga Salomé. Esta es la paradoja de Caravaggio: supo bajar el barroco a la altura del arte noble.
      Salud

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