jueves, 6 de octubre de 2011

Pan con tomate

Pa amb tomaquet
imagen: Anna Moreno
http://lasbuenasmigas.blogspot.com

El viaje a la Provenza siempre es un placer. Volver a aquellas costas, las vistas del mar azulísimo y el aire plácido de unas tierras que inflaman los sentidos. En las verdes laderas del litoral, donde el aire no pesa, la naturaleza es amable y dibuja un paisaje que recuerda los versos de Josep Maria de Sagarra y los de mi admirado Leopardi.

Pero nunca la felicidad es completa. Te viene el hambre, te cansas o tienes ganas de estirar las piernas. Iba por la autopista, me entró apetito y, antes de llegar a la frontera de Francia, me detuve en una estación de servicio a comer un bocado.

Al ver como preparaban los bocadillos de pan con tomate pensé en la pérdida de la calidad de las cosas y en la malevolencia del género humano. Reflexioné sobre la vergüenza de la historia, sobre la iniquidad del hombre y sobre el mal estructural. Cavilé sobre la decadencia de los pueblos. Medité sobre el final de las civilizaciones, se me erizó la piel por un momento y me entraron unos escalofríos estomacales inquietantes. Me pregunté de qué sirvieron las luchas entre griegos y troyanos. Creí que de nada sirvieron los consejos de Horacio, que la medida y el orden no son nada y que nunca volverán los paraísos perdidos.

¿Por qué caer en tanta reflexión ante un bocadillo? -Me he recriminado a mí mismo, pero el caso es que no podía comer y callar.

En la estación de servicio de la autopista, la pérdida de calidad era total. Ponían un montón de tomates, sin lavar, dentro de una palangana de plástico de color azul eléctrico y los trituraban con una batidora hasta reducirlos a una pasta roja de poca viscosidad formada por semillas y pieles desgarradas. La camarera preparaba los bocadillos mojando un pincel en la pasta de la palangana y lo pasaba por las rebanadas de pan, ponía un chorrito de aceite, una pizca de sal y lo servía en una bandeja de poliestireno sin la más mínima vergüenza.

Execrable. Sin duda, una forma de hacer bocadillos ideada por algún ejecutivo de esos que diseñan los procedimientos de producción para hacer más rentable la empresa.

Pienso que el ahorro de tiempo, la falta de interés por los detalles y la falta total de sensibilidad han acabado con todo aquello que nos puede hacer felices.

Ya no volveremos a ser felices. No.

Manjares sencillos y exquisitos se pueden ir al traste ante un atentado de “eficacia controlada”.
Se van al garete por la acción de un energúmeno que sólo persigue engordar la cuenta de resultados de la multinacional.

¿Qué será de manjares tan sencillos y exquisitos como el bacalao al pil-pil si ahorramos la mano de obra que precisa su elaboración? Este plato que guisado con cariño es una razón para vivir, puede convertirse, si se maltrata con desidia, en una bazofia que sólo estimule las ganas de morir. Y aquel tiempo impagable que se invierte moviendo la cazuela de barro y viendo como la gelatina de la piel del bacalao reviste de oro viejo cada penca de bacalao, podrá ser el tiempo de espera en capilla.

16 comentarios:

  1. sucar el pa amb tomata s'està perdent, la majoria trituren i tiren de pinzell . . . Jo ni l'accepto i els hi torno insistint en que el vull sucat amb tomata, però no m'entenen o no em volen entendre

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  2. pero mi amigo...si sabes lo que quieres ¿porqué no ser feliz?
    un abrazo para vos

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  3. Excelente entrada amigo Francesc, no te falta razón. Con un área de servicio como esa dan ganas de morir de inanición o de luchar para que no me quiten ese placer que llaman restauración con cocinas minimalistas. Arte culinario llevado al engaño.
    Seguiré siendo feliz mientras queden madres como la mía y gente como mis amigos catalanes cuando me invitan a comer un pan tumaca.
    Salud

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  4. Prácticamente le venero. Qué bello texto!!!


    :)

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  5. Qué imagen más bonita. Me encanta el "pa amb tomaquet"!!

    'Ta luego!

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    1. Me alegro de que te guste la imagen, soy la autora de la foto, no comprendo que está haciendo aquí una foto mía 'vuelta del revés' (misterios de Internet) pero te pongo el enlace por si un día te apetece hacer la receta ;)
      Pan con tomate con escalivada y bacalao


      Un saludo.

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  6. Magnífica entrada. Mejor no se puede decir. Vivimos en el tiempo del beneficio a costa de lo que sea. El pan con tomate y el bacalao al pil-pil (a la manera tradicional y no industrialmente) son dos platos dignos de los dioses.
    Esaú volvería a vender su primogenitura por ellos.

    Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.

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  7. Querido Francesc,
    Si hubieras comido un buen pan con tomate en una estación de servicio, ya sea mollete de Antequera, albardilla, hogaza o pan payés, (que igual da con tal que tenga ese punto de acidez de masa madre levada con vocación de altos pináculos).
    Si después hubieran partido un tomate de huerta, y lo hubieran frotado con las manos limpias sobre este pan con el punto justo de acidez y horneo: crujiente por fuera y esponjoso por dentro, para acabar de rociarlo con un aceite de oliva virgen de sabor amargo y picante...
    Entonces, yo te diría sin dudarlo que cayeras postrado de hinojos en la estación de servicio, tomaras los hábitos e hicieras erigir un templo para asombro de propios y extraños, al tiempo que escribes un Libro de Fundaciones.
    Porque esto ya, si no es en casa, no existe.
    Y no importa el precio que estés dispuesto a pagar por ello.
    La próxima vez que viajes hazte un buen bocadillo de pan con tomate y jamón antes de salir, aunque tus muchas reflexiones, (ya he pasado por ello, convertida en autonauta de la cosmopista), las provocaría el conducir cientos de kilómetros sin encontrar un lugar medianamente humano para comer el bocadillo... sin sentirte una deportada.
    ¿Que hacer?
    Puede que tengas razón y ya no volvamos a ser felices viajando...

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  8. Amic PUIGCARBÓ, els pinzells s'haurien de deixar només per a la pintura.

    OMAR buen amigo, ante un buen plato de bacalao o unas rebanadas de pan con tomate aunque sea acompañadas de jamón serrano, me siento verdaderamente feliz.

    Querida LOLI, estas madres que nos transmitieron la sencillez de estos platos, nos transmitieron con ellos una felicidad robusta.

    Salud amigos

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  9. Andri, la imagen y el recuerdo del aroma del pan tierno untadito con tomate maduro y el chorrito de aceite que parecen lágrimas de oro son la felicidad que pasa.
    Salud

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  10. Higino, mi querido amigo.
    El pan con tomate y el bacalao al pil-pil son dos razones para vivir. Cuando desesperados ya no podemos más, cuando ves que el mal estructural hace mella en los espíritus, cuando descubres la sinrazón de la historia, cuando ocurre todo esto encontramos el bálsamo en estos placeres que tenemos al alcance.
    Por cierto, vi una máquina infernal, que servía para hacer bacalao al pil-pil. Un horror Higinio.
    Salud

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  11. Amiga CLEA, voy a seguir tus consejos, saldré preparado de casa, llevaré conmigo un buen bocadillo y me lo comerá a la sombra de un poste de gasolina. Je, je.
    Salud

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  12. Si es que el que no sabe es como el que no ve, que decía mi abuela.

    Esto que cuentas no sólo pasa por esas tierras, aquí en los bares para los desayunos está a la orden del día.

    Yo no puedo, anoche mismo preparé un pan, a mí me gusta tostarlo un poco, después aceite, tomate natural y otro chorrito de aceite, por supuesto oliva virgen. Cubierto con un jamón de la sierra de Huelva que quita el sentío.

    Pero eso sí, yo cuando como disfruto del bocado, por nada del mundo se me ocurriría darle a las neuronas como tú lo haces, pordios, eso para otro momento.

    Salud y buenos alimentos.

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  13. Amigo Miquel, lo del pan con tomate no tiene nada de simbólico, es puro materialismo y vulgaridad, como debe ser, tiernecito y con su sabor.
    Salud

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  14. Querida Isabel, ¡cuánta razón tienen las abuelas!
    Tostadito está muy bueno y si le añades un poco de ajo puedes llegar a tocar el paríso con la punta de la lengua, eso sí con la presencia de jamón de pata negra.
    Mi desgracia fue que pensé demasiado y no comí. Se me va a secar el cerebro. Maldita sea!
    Salud

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