jueves, 7 de julio de 2011

Hablar con los sapos


Para sacar alguna conclusión sobre el concepto de belleza, para saber qué es lo bello, Voltaire dice que hablemos con los sapos:

Preguntad a un sapo lo que es la belleza, y el ideal de lo bello: Os contestará que es la hembra de su especie, con dos ojos gruesos y redondos que resalten de su pequeña cabeza, con boca ancha y aplastada, con vientre amarillento y espalda oscura.

y Platón dice:

Purgado el hombre por medio de los misterios sagrados, al ver un bello rostro decorado con forma divina, o alguna especie incorporal, siente enseguida secreto estremecimiento y cierto temor respetuoso, y contempla ese semblate que se le figura una divinidad. Cuando la influencia de la belleza le entra en el alma por la vista, su cuerpo entra en calor, se rocían las alas de su alma, pierden la dureza que retenía su germen, se liquida, y sus gérmenes, hinchados por las raíces de esas alas, se esfuerzan para salir por toda el alma.
Porque antiguamente el alma tenía alas.

Menudo galimatías con Platón, parece más convincente lo que dice el sapo.

14 comentarios:

  1. Lo del sapo está bien, pero a mí la definición de Platón me gusta, especialmente encuentro literal "perder la dureza", porque al contemplar la bellez o escucharla mediante la música, ¿no bajamos la guardia y nos ponemos blanditos?

    Salud.

    ResponderEliminar
  2. Embrollado Platón, me quedo con los dichos del humedecido sapo.
    Y me has traído al corazón y la memoria, al extrañable 'pucho' Boedo cantando la poesía de Rosalía de Castro -croac, croac- y casi me pongo a llorar (viejo tonto de mi)

    ResponderEliminar
  3. Por eso precisamente será que es platónico lo platónico, debido sin duda a su propio platonismo, no sé si me se entiende...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Querida Isabel, tampoco es que tengamos que estar en guardia, mujer, que todo es mucho más ligero. Y lo de ponerse blandito me ha gustado mucho.
    Salud

    ResponderEliminar
  5. Omar, amigo mío, Platón embrolla. El sapo, por estar tan pegado a la tierra, puede que se entere más de las cosas.
    Salud

    ResponderEliminar
  6. Amigo Javier, lo de platónico es un galimatías, siempre en la cueva con grilletes en los tobillos viendo las sombras pasar... pues no digamos con los neoplatónicos que estos días me están enredando entre cúpulas mal pintadas, vidas de artistas y corredores que atraviesan un río, me tienen liado, te lo digo de verdad. Pero me quedaré en el quattrocento.
    Salud

    ResponderEliminar
  7. Muy interesante entrada.
    Recordé un verso de Baudelaire;
    "quemado por el honor de lo bello, no tendré el honor sublime de dar mi nombre al abismo que me servirá de tumba"

    ¿cuál es el precio?

    Un abrazo Francesc.

    ResponderEliminar
  8. El precio, mi querida Maeva, es un fulgor instantáneo.
    Baudelaire se anticipó a Rilke, desde luego mucho más eficaz aquel que este.
    Salud

    ResponderEliminar
  9. Sapo,sin lugar a dudas instintivo y amoroso, el alma sin alas de Platón confiere un lenguaje críptico para enunciar una verdad, más la responsabilidad no es tanto de él sino de los que asumieron su particular visión como la realidad.
    Un saludo, Francesc.

    ResponderEliminar
  10. Amigo Iñaki, lo de Platón causó estragos inexplicables habida cuenta de la cantidad de sapos que nos pueden aclarar las cosas con la más absoluta sencillez.
    Salud

    ResponderEliminar
  11. Amic Puigcarbó, naturalmente, yo también me quedo con el sapo, las cosas parecen más claras.
    Salut

    ResponderEliminar
  12. Estimado elucubrador filosofico sapista,

    desde la perspectiva humana material la belleza no es otra cosa que cuantos otros humanos te desean, pobre de ti si encajas en la belleza sapista a no ser que seas muy onanista para disfrutar de tu propia belleza sapista mientras filosofeas con elucubraciones platónicas delante de propio espejo de tu mente.

    Azazel

    ResponderEliminar
  13. Spinoza escribió (cito de memoria) que si los elefantes pensaran en Dios, este tendría trompa y grandes orejas.

    ResponderEliminar