jueves, 14 de octubre de 2010

Bajo los tilos

- Podrás volar hacia Unter der Linden Staße, no está lejos, queda cerca del parque.

La avenida es plácida. Invita al paseo tranquilo a la sombra de los árboles. Bajo los tilos, muchas esperanzas se resguardaron. El afán de la ciudad dividida quedó suspendido bajo las flores de los tilos.

Se levantó un muro delgado pero siniestro, no tan alto como la infamia. Infranqueable cortó el paso de los anhelos y de los caballos de Brandemburg.

Paseé hace tiempo por esta avenida, y un viento frío me heló el rostro y busqué resguardo bajo las copas de los árboles. Entonces la palabra del invierno susurró:

-Mientras florezcan los tilos...

Al murmurar, su mirada era clara y sin embargo parecía dormida. Con su rostro pálido y frío por el viento del Norte, Marlene lo vio claro en la noche.

El muro detenía los pasos. La avenida se había convertido en un callejón sin salida con la puerta cerrada al fondo. Los bares del paseo eran tristes y miserables cantinas destartaladas, iluminadas con la luz mortecina de un candil. Por las puertas de las cafeterías ya no salía el aroma de los cafés, solo un olor rancio a manteca que impregnaba los desconchados de las paredes.

Sin embargo, la ciudad no estaba muerta. Los tilos florecían delante de los edificios.

El invierno dejaba la claridad de la nieve esparcida por las cubiertas de las casas. Sentí el frío en el tuétano de los huesos, mientras Müller me hacía escuchar la voz de los árboles:

- Ven a mí, compañero, y aquí reposarás.

No habrá que aguardar a un nuevo invierno para derribar torres y muros a golpes de mallo y libertad. Sólo deberemos permanecer atentos a las ramas de esta tiláceas de corteza lisa y cenicienta.

Cuando se serenó el cielo florecieron los tilos y las esperanzas vencieron. El muro fue solo una línea marcada en el pavimento de la ciudad dividida.
- Vuela, urraca querida, vuela hasta las ramas de Unter der Linden.

3 comentarios:

  1. Nos encontraremos bajo los tilos para contemplar serenos la aurora

    saludos

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  2. Unter der Linden es una avenida maravillosa, tanto por su caracter urbano como arquitectónico y sobre todo histórico. Hay, sin embargo, recuerdos de muros que se levantaron para cerrar la visión de las auroras.

    Salud

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  3. Pero esos muros serán, por fortuna, sólo palabras, fotografías viejas, imágenes de documentales, para los más jóvenes.

    Sin conocer Berlín, disfruté del paseo contigo por Unter der Linden con ese frío que casi se añora aquí y ahora, al menos en el sur.

    Salud

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